“Veronica Mars, la película”
Título original: “Veronica Mars, the Movie”
Director: Rob Thomas
EEUU
2014
Sinopsis (Página Oficial):
En vísperas de su graduación en Derecho, Veronica Mars ha dejado atrás Neptune y sus días de detective aficionada. Mientras hace entrevistas en importantes despachos de abogados en Nueva York, Veronica recibe una llamada de su ex novio Logan, al que han acusado de asesinato. Veronica regresa de nuevo a Neptune para ayudar a Logan a encontrar un abogado pero, debido a la manera en que se lleva el caso de Logan, las cosas no van bien y Veronica se encuentra de nuevo a sí misma en una vida que creía haber dejado atrás.
Lo llaman resurrección, revolución o «cualquier palabra que cause (y rime con) una erección a un fanboy» y, en realidad, “Veronica Mars, la película” es un poco (o mucho) de todo lo anterior. El evento cinematográfico para dar la bienvenida a la primavera de 2014 nos remite a la cancelación de la serie de The CW en su tercera temporada y a su regreso tras la muerte gracias a la plataforma de crowdfunding Kickstarter y alcanzar todos los récords de recaudación para completar su presupuesto. Los fans deciden y Rob Thomas, que también co-escribe el guión, ha dirigido y dedicado un homenaje a los mismos bajo una premisa que denota planteamientos narrativos circulares. Esta vez Verónica Mars tendrá que volver a Neptune para salvar la vida de aquel que fue su ex (dicho así suena fatal) y forzar el reencuentro con su pasado.
No he visto la serie ni me avergüenzo de ello. Es más, ese hecho me confiere más imparcialidad ya que es conocido por todos que es complicado teclear aquello que se te pasa por la cabeza y dejar fluir el riego sanguíneo por el cerebro mientras estás mojando las bragas o tienes una erección. Tampoco hace falta porque nos resumen 64 capítulos en sus créditos iniciales y el compendio de intriga y sus dosis de humor negro y punzantes diálogos van a quedar plasmados rápidamente dentro de los márgenes de un capítulo especial tampoco (digámoslo) demasiado especial. Me gusta mucho y me atrae, por el contrario, que la palabra y referencias al infierno estén presentes a lo largo del guión en frases como «El Instituto de Neptune (…) realmente está en la boca del infierno», provocando una conexión de cabelleras rubias y heroínas con “Buffy Cazavampiros”. ¿Los ricos y poderosos son aquí los vampiros y las peligrosas criaturas surgidas del averno? Puede que después de vejaciones cinematográficas como “La cazarrecompensas” o “Nancy Drew. Misterio en las colinas de Hollywood”, necesitáramos una dosis de justiciera rociada de humor, fanservice y pintalabios con sabor a peineta. “Veronica Mars, la película” da la impresión de ofrecer aquello que rogaban sus seguidores aunque el proyecto por y para fans induzca al peor insulto cuando el tufo a telenovela y las instantáneas a lo “Oficial y caballero” desfilen entre los fotogramas.
El escudo de la cinta de Rob Thomas es realmente su bajo presupuesto aunque la economía narrativa no haya dado más que momentos de product-placement (como las tablets de Samsung) o algún cameo estelar bastante bien jugado gracias a James Franco. Veronica Mars no tiene amigos ni en Facebook ni sus afilados diálogos contrarréplica posible en ese juego nostálgico cargado de fuertes sentimientos y emociones. No saque su Nikon D70 de la mochila para buscar al detalle el revelador error dentro de unos márgenes inadmisibles de coherencia porque: ¿dónde están los paparazzis y la prensa más sensacionalista característica en los asuntos de esta índole? ¿No es todo el misterio y la actuación policial una parodia de “Se ha escrito un crimen” perpetrada en “Muchachada nui”? ¿Y la foto resolutoria el chiste más oscuro y gamberro del asunto? En realidad, uno puede disfrutar “Veronica Mars, la película” como fan y como hater y esa ambivalencia me interesa junto a la formulación de la cinta de ser una extensa carta de despedida de una adicta a aquellos adictos que siguieron sus adictivas aventuras. No es ni un trabalenguas ni le dé más vueltas, ni se moleste en buscar una palabra que rime con ‘orange’, porque si usted fue fan de “Veronica Mars” (2004-2007) esta película es su must-see pre-primaveral de 2014.
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