Uno de los secretos de “American Horror Story” ha sido el talento de Ryan Murphy para dosificar el marketing y la sorpresa dentro de la serie estrella de FX para renovarse antes de morir. “American Horror Story: Coven” ha ido también sorprendiendo con cameos de Stevie Nicks, estrellas ocultas bajo kilos de maquillaje y ese juego de muertes y resurrecciones que enmarca una temporada basada en la eternidad (del poder). Hemos conocido más de Marie Laveau, la Reina del Vudú, y su vinculación con Papa Legba y, ahora, vamos a conocer la pasión por la sangre de Madame Delphine LaLaurie y parte de su leyenda macabra. La sangre va a correr por “Protect the Coven”, undécimo capítulo, y vamos a tener revelaciones aunque el mayor secreto sigue a salvo. Da la impresión de que no conoceremos la identidad de la Nueva Suprema hasta los instantes finales del último episodio. Es momento de repasar “Protect the Coven”.
Ante el cierre de la temporada Ryan Murphy ya avanza detalles de aquello que veremos en la siguiente. La cuarta temporada de “American Horror Story” tiene nuevo escenario (Nueva Orleans o Santa Fe), que estará ambientada en los años 50 y será una ficción de época. ¿Vampiros y hombres lobo? Con la confirmación de Kathy Bates, Angela Basset y Jessica Lange las posibilidades pasan por la calidad interpretativa la cacareada última actuación dentro de la serie de la actriz que ha vuelto a ser oro gracias a la ficción. Vamos a comenzar “Protect the Coven” con esos flashbacks del pasado de Delphine situados esta vez en 1830 cuando la sádica racista llegó a su nuevo hogar y encontró un hobby en la sangre tras cortar la cabeza de un pollo. Los esclavos fueron su pasión junto al bondage y rito del asesino en serie y tendremos un paralelismo entre ese hecho del pasado y el presente. Sí, vuelve Delphine a la serie y no está de regreso sola porque… ¡Queenie sigue viva! ¿Y por qué no nos extraña?
No sabemos si en el Aquelarre comen mierda de estrella de Hollywood convenientemente cocinada por Delphine o el juego de ambigüedad es el camino a seguir. Realmente Delphine vuelve a su tortura eterna como sirvienta de esas brujas y bitches y a Queenie no la mata ni una bala de plata en su estómago. Tendremos otra aspirante a Suprema que tampoco ve con buenos ojos la alianza de Fiona y Marie Laveau y que tiene suficientes poderes (que no nos van a explicar) para volver de entre los muertos y recomponer perfectamente a Delphine, con la que debería protagonizar una comedia de situación. Como ya conocíamos gracias al avance, Cordelia hará un evidente sacrificio para proteger al Aquelarre tras darse cuenta de que en la Academia es la bruja más débil ante tanta lucha de egos. Lucha, también, de amor entre Zoe y Madison para hacerse con los favores de FrankenKyle que elegirá a Taissa Farmiga en la ficción y a Emma Roberts en la vida real. Madison es una bitch y relevo perfecto de Fiona y le importa una mielda que Zoe descubra que el asesinato de Nan a manos de Fiona y Marie Laveau. Hay una línea posible de conclusión de la historia sobre las que Madison y Queenie tomaran el relevo generacional del Aquelarre y el Vudú respectivamente. Es una posibilidad, aunque las posibilidades se las suele pasar por el refajo Ryan Murphy en ese juego de vida, muerte y fantasma con todas las variaciones. Un juego más abierto que pudiera ser rocambolesco ahora que Cordelia se apuñala los ojos para recobrar su mejor versión y que Myrtle Snow invita a esa pareja de jóvenes cachorros enamorados a abandonar la Academia para no confirmar su sentencia de muerte.
La marcha de Zoe y FrankenKyle en un autobús rumbo a Orlando con los joyones y pedruscos de Myrtle para cerrar el capítulo y reabrir posibilidades finales ante una guerra abierta dentro del Aquelarre con unas bitches en plenitud. Uno de los hilos pendientes es la guerra con los cazadores de brujas corporativizados en la misteriosa (y actualmente en bancarrota) Delphi. Con todo el gobierno en su contra y atrapados en una ratonera, el padre de Hank no tiene más remedio que pactar con ese dúo de Supremas de la magia para recuperarse y poder acabar con ellas en el futuro. Como ya teníamos constancia, Fiona sigue enamorada del Asesino del Hacha de Nueva Orleans y utilizará sus servicios para poner fin a la vida de los cazadores de brujas en una secuencia brutal y sangrienta donde al espectador no le queda otra que tomarse un Sprite como Marie Laveau. Una secuencia, no obstante, bastante previsible y que cierra una traba pendiente para esa guerra interna en la que el fantasma de Spalding y sus muñecas tienen mucho que decir. Sí, aquí todo es reciclable.
El mayordomo errante tampoco ve con buenos ojos la alianza de Fiona y Laveau y ayuda a la asesina en serie de Delphine en su venganza. Si bien las chachas eternas y folclóricas de la casa se unen, al utilizar la racista el cuarto del difunto como nueva sala de torturas para revivir su pasión por la sangre, tendremos ese humor negro socarrón para su trama conjunta. Spalding engaña a Delphine para conseguir una nueva muñeca de colección a cambio de revelar el punto débil que quita la inmortalidad a Laveau: los antihistamínicos. Desde este bastardo blog ya vivimos sus efectos como Voodoo Queen y entendemos perfectamente que Delphine se lo trague. El apuñalamiento de Delphine a Laveau no servirá de nada pero el golpe con una muñeca (hecha de hormigón) en la cabezota de la bruja provoca que ambos puedan dar ‘entierro’ a lo Misty Day a otro de los personajes principales. Si no encuentra otro encierro más satisfactorio, claro. Ahora, nos toca prepararnos para ese par de capítulos finales en la que la lucha de esas bitches y sus esbirros va a ser a muerte. Que corra la sangre, pues... y que Spalding nos diga para qué quiere ese bebé en su colección. ¿Estamos ante el relevo de Papa Legba según la teoría expuesta anteriormente?
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