“Game Change”
Director: Jay
Roach
EEUU
2012
Sinopsis (Oficial):
La película para TV de
HBO
que se centra en las elecciones americanas de 2008, sobre todo, en las campañas
de Sarah Palin y John McCain, que constituyeron un fracaso debido a la victoria
de Barack Obama. Producida por Tom Hanks para la HBO, está basada en el
polémico best-seller de Mark Halperin y John Heilemann, que sacaba a la luz los
trapos sucios de los candidatos.
La calidad
de la HBO y el enésimo triunfo tanto en los Emmys como en los Globos de Oro demuestra dónde están los mejores telefimes (y peliculones) en
la actualidad. “Game Change” de Jay Roach podría resumirse en demasiados
elementos que van marcando el arco argumental que define una pregunta y
respuesta a Steve Schmidt sobre la
elección de Sarah
Palin: «Si
tuviera que hacerlo de nuevo… ¿volvería a elegirla?». Desde el arranque queda
claro a nivel visual la moraleja que se nos indicará al final en un diálogo
entre los estrategas de la campaña:
—Ahora se
requiere carisma de estrella de cine para ser elegido presidente. Y Obama y
Palin, eso es lo que son. Son estrellas.
—La
principal diferencia es que Sarah Palin no puede nombrar una decisión de la
corte suprema, mientras que Barack Obama es un profesor de derecho
Constitucional.
La síntesis
visual también pudiera establecerse entre el anticlímax que marca ese plano
cenital con esa prodigiosa Julianne Moore en unas escaleras de emergencia gritando
a su asesora Nicolle Wallace (Sarah
Paulson) vía telefónica en esa caída libre al infierno que marcó su
entrevista (y mítico FAIL) con Katie Couric, en la que fue incapaz de mencionar
un ‘fruto’ periódico. “Game Change” funciona
como la simbiosis perfecta de comedia negra, show movie y película política en
ese juego de cambio que marcó la campaña de John McCain y Sarah Palin para
paliar el resurgir de ese ‘héroe mediático’ norteamericano llamado Barack Obama. Los entresijos serán explorados
y las heridas reveladas sobre una persona que no sabía ‘nada de nada’ pero era
un torbellino para las masas y perfecta actriz una vez se hubiese aprendido su
papel, claro. Es evidente que para el círculo más conservador el retrato fuera
calificado de ‘enfermo’ y la también la cuota de polémica quedase implícita en
la tv movie de la HBO con una Sarah Palin que trató de impedir que ser
estrenara.
La ingenuidad
y su posterior crecimiento interior de poder por creerse el papel de ser la
salvadora y líder de EEUU de Palin bien pudieran quedar definidos en la
reprimenda final de Schmidt hacia el monstruo que él mismo creó y alimentó. También
en el consejo final del propio McCain para que no se dejará asimilar por los
extremistas del partido de los que fue finalmente abanderada. Podríamos enlazar
con el discurso de la primera temporada de “The Newsroom” y el dibujo del Tea Party como los talibanes de los Estados
Unidos de América, para divisar aquí parte del tarro de las destructivas
esencias para el partido republicano. Me
gusta ver a McCain soltando tacos y hablando de manera vulgar para contrastar
con su ética pero cediendo a sus estrategas para dar ese golpe de efecto con la
elección de Palin. La política en EEUU es un deporte nacional allí y el best-seller
homónimo de John Heilemann y Mark Halperin dio alas al libreto de Danny Strong para retratar la frustración,
manipulación y cara oculta de toda leyenda y estrella. Aunque más que contra-crónica,
“Game Change” encaja como un
perfecto molde sobre una realidad que pretende imitar a todos los niveles bajo
capas de oscura ironía y la línea de humanidad que habita entre la admiración y
la parodia.
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