“The Scavenger Vortex” (7x03) ya
queda demasiado atrás y como un error en una serie que no para de relegarse a
una eterna condición romántico-bobalicona con las mismas (y ya únicas) armas y referencias sexuales
para sobrevivir. “The Romance Resonance”, sexto capítulo de la séptima
temporada de “The Big Bang Theory”, llega para contarnos en paralelo que
un error puede ser parte del mayor de los
descubrimientos tal y como Chuck Lorre y Bill Prady realizaron al
convertir su serie de nerds inadaptados en un “Friends” al uso revelando
uno de los acontecimientos televisivos de la presente década. Aunque Jim
Parson y su papel (Sheldon Cooper) es lo más relevante de la sitcom es
evidente que cualquier noticia referente a los actores principales sea noticia.
Recientemente Parsons, aparte de ganar su tercer Emmy, recibió un homenaje y galardón en los GLSEN Respect
Awards a la inspiración hacia la comunidad gay. Tanto él como su novio Todd
Spiewak no se ven como algo ‘inspirador’ al sentirse bastante normales y
una pareja del montón. La fama siempre es un gancho para el marketing y el amor
puede ser confundido como activismo. “Big Bang” se nos presenta para
confundir el romance con el sexo y lo sentimental con aburrido en “The
Romance Resonance” y es momento de desmenuzarlo.
Me gusta que la propia serie se lea a sí misma sin darse cuenta muchas
veces de la visible pizarra de legibles elementos que trata de presentar como
algo original y significativo. Tiempo atrás Chuck Lorre y Bill Prady
convirtieron “The Big Bang Theory” en un juego de parejitas y lo normal
hubiera sido haber acabado en el desintegrador emocional de la audiencia. ¡Al
contrario! ¡Fue el invento (televisivo) del Siglo XXI! Fama, más fama y millones
y millones de ansiosos espectadores (y algunos incluso violentos nazis
radicales) enganchados al fenómeno mientras que la lluvia de premios no cesa y,
al parecer, seguirá sin cesar. Muchos incondicionales de las primeras
temporadas huyeron y otros nos hemos quedado al pie del cañón como narradores
de la crónica de la decadencia y, todo sea dicho, para trollear a esos nazis radicales que esnifan semanalmente el
tróspido universo actual de “Big Bang”. En “The Romance Resonance”
tendremos mucho romance y una resonancia ante un hallazgo de Sheldon que se
convierte en su mayor descubrimiento hasta la fecha… ¡y fue fruto de un
imperdonable error!
El Dr. Cooper pasará de la arrogancia al error de
cálculo y la culpabilidad con más arrogancia entre un Howard que trata de
plantear una romántica y musical cita de aniversario a una evil-virus-doctor
llamada Bernadette. Por su parte, Penny
quiere ser más romántica (que no sexual) con Leonard y acabará teniendo un ‘corasón’
sentimental, pero será sumida a su rol de cliché libidinoso para el chiste
fácil prototipo de las sitcoms vía CBS
por Lorre & Cia. Por mucho remarque de ‘zona de concentración’, la
serie sigue agrupando todo su potencial en la vía romántico-bobalicona con sus
referencias al frkismo como simple fachada de unos personajes que ya son simple
frontispicio de una fotocopia de aquello que fueron en el pasado. “The
Romance Resonance” podría resumirse en que Amy consigua siendo una bitch que su novio Sheldon la respete y
la permita ‘entrar’ en una hipotética casa del árbol, que Penny guarda algunos
recuerdos de su novio como tests de embarazos y que Simon Helberg pide a
gritos protagonizar un capítulo musical de “The Big Bang Theory”.
En definitiva, Penny quiere mucho a Leonard y Leonard quiere mucho a
Penny. Howard quiere mucho a Bernadette
y Bernadette quiere mucho a un virus de
mapache capaz de cruzar la frontera entre especies. Sheldon quiere mucho a
Sheldon y Amy quiere mucho su ‘zona de concentración’ donde su novio la mate a besos
faciales. Raj, como siempre, por ahí… haciendo de Raj. La fórmula del
aniversario trata, no obstante, de ser original con Bernadette en cuarentena y
los chicos haciendo los coros a la canción de HAMOR físico-vital de Howard. Por cierto, Sheldon Cooper, Tony
Stark ya descubrió un nuevo elemento y tiene un 7.777.777% más de ego que
usted. Entre que los metros cuadrados son centímetros cuadrado y los grandes
descubrimientos, como “Big Bang”, son simples ‘fraudes’, nos queda poner
esa serie en cuarenta hasta que veamos algún tipo de mejora y por simples
referencias a la primera edición de ‘Guía del autoestopista galáctico’.
Mientras tanto, que otros aplaudan y feliciten al fraude hecho serie y se dejen
robar con una sonrisa esa galleta llamada cerebro.
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