Serie de TV
“The Originals”
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
La familia es el
poder. Así lo juró el vampiro original a sí mismo hace mil años. Se
comprometieron a permanecer juntos, siempre y para siempre. Ahora, siglos han
pasado, y los lazos de la familia se han roto. El tiempo, la tragedia y el
hambre por el poder han desgarrado la familia original aparte.
Klaus Mikaelson, el
original híbrido vampiro-hombre lobo, ha regresado a Nueva Orleans, la ciudad que
su familia ayudó a construir, la ciudad de la que él y sus hermanos —Elijah and
Rebekah— se exiliaron hace un siglo por ser su padre un cazador implacable.
Alertado por un misterioso aviso sobre un complot que se está gestando en su
contra en el crisol sobrenatural en el que se ha convertido el barrio francés, Klaus se sorprende
de que todavía se siente como en casa en la ciudad de la que ha estado alejado décadas. Resulta curioso porque Klaus ha vuelto a un lugar al que él mismo
juró que no volvería a pisar otra vez. Elijah sigue a su hermano y se entera de
que la hermosa y rebelde mujer lobo Hayley también ha llegado al barrio francés
en busca de pistas sobre su historia familiar. Hayley ha caído en manos de una
poderosa bruja llamada Sophie Deveraux. Cuando Sophie revela a los hermanos la
noticia casi increíble de que Hayley está llevando un bebé de Klaus en su vientre, Elijah se da
cuenta de que a la familia original de vampiros se le ha dado una segunda oportunidad para la
humanidad y la redención que anhelan desesperadamente.
Algunos considerarán
un insulto que bastardo servidor haya visto el piloto de “The Originals” antes que cualquier episodio de su serie matriz, “Crónicas vampíricas”… pero mi
dedicación al otoño televisivo estadounidense me va a llevar a recorrer tres
nuevas series que o bien no he visto el material original que las engendró o dejé de
seguirlo porque simplemente no me interesan. Se trata de “Ravenswood” y “Once
Upon a Time in Wonderland”, spin-offs de “Pequeñas mentirosas” y “Érase una vez”
respectivamente. Es cierto que vi los primeros capítulos de la serie que
protagonizan Jennifer Morrison y Lana Parrilla pero con los culebrones tengo
tolerancia cero: veré sus últimos capítulos porque el resto al final será
simple relleno. Tiempo al tiempo… Aclarado el asunto es evidente que mi
posicionamiento con la nueva serie de The CW pasa por el trámite del
piloto y poco más aunque, sorprendentemente, he de reconocer que si fuera una adolescente con picores
uterinos seguiría viendo “The Originals”.
La cadena ha acertado con productos muy populares como “Crónicas vampíricas
(The Vampire Diaries)” que tal y como pudimos ver en Lo Mejor del 2012 según IMDB encumbraba a Ian Somerhalder como la estrella más emergente del año y a la propia serie en el top 10 junto a vacas sagradas como “Juego de Tronos”, “Breaking Bad”, “The Big Bang Theory” o “The Walking Dead”. Me parece tan
previsible que “The Originals” vaya
a ser la nueva serie de la temporada catódica USA con mejor valoración en IMDB
y, contrariamente, con ramplonas críticas que cualquier sorpresa me parece fútil y
completamente ineficaz a estas alturas.
Por mucha predisposición hay que reconocer que no está mal hecho el
piloto de “The Originals” en absoluto, porque tiene la autoconsciencia de
producto en su sangre y sabe a quién y cómo debe convencer con sus primeros y
afilados colmillos. El título pudiera ser un arma de doble filo: ¿de verdad que
estos vampiros son los ‘originales’? Se trata de un popurrí de Las Crónicas vampíricas (el plagio de la premisa de “Entrevista con el vampiro” con el viaje de Europa a Nueva Orleans es
evidente) y Las Brujas de Mayfair de Anne Rice con prestados hibridados de la
saga ‘Underworld’. Que aquí el misticismo de la creación de los vampiros se
reduzca a una historia de 1.000 años de antigüedad con una familia humana
asediada por licántropos y una matriarca aficionada a las artes oscuras que tuvo
un terrible desliz y adulterio, me parece un poco pobre. Aunque está claro que en esta serie la familia lo es todo y así queda enfocado el drama de la función. Una función que
parece declinar la invitación (familiar) a aquellos que no sigan su fuego de cortejos, romances, vientres de alquiler, rápidos movimientos y luchas entre clanes con híbrido protagonista de por medio y como inestable pieza del teatrillo.
Ante el cierre de “True Blood” y la finalización de la saga “Crepúsculo” es evidente que un target de
su público aumentará la cuota sanguinolenta del universo de “Crónicas
vampíricas” en este cruce callejero y al mismo tiempo sofisticado de bandas de
chupasangres y brujas enfrentadas. Klaus es el nuevo antihéroe del teatro con
tintes de culebrón venezolano que propone “The Originals” y el mundo
sobrenatural de Nueva Orleans parece montado en función del público que pretende tener fijo The CW. ¡No hay lugar para la fealdad, la vejez o la ropa que no sea de marca
aquí! Para los no iniciados el festín acabará en inmediato empacho y la inmortalidad
como comodín del espectador para que las copias se hagan eternas. Pero ojo, como comentaba
anteriormente si fuera una (im)púber con picores uterinos y subidones de hormonas
me encantaría esta serie, que acierta en sus planteamientos con la audiencia a
la que ansía epatar aunque suene la misma canción de siempre con diferente intérprete.
El resto… que busque otro tipo de ‘originales’ y de familias de las que quiera formar parte. Para dejarlo más claro y resumir todo lo anteior,
recurriré al eterno y eufemismo original: para fans de “Crónicas Vampíricas”. ¡No os la perdáis!
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