Si el season 7 premiere de “The Big Bang Theory” nos dejó a muchos anímica y cerebralmente planos, “The
Deception Verification” llegó para intentar motivar la actividad neuronal.
El segundo capítulo de la séptima temporada de la popular serie de CBS marcó unos datos monumentales dejando claro su poderío mediático.
De acuerdo, Chuck Lorre y Bill Prady han creado un icono cultural pero
aquí deberíamos analizar el precio y sus pecados. Mientras sus protagonistas
principales exigen un aumento salarial y Kaley Cuoco se ha comprometido con Ryan Sweeting, la
sitcom se vuelve a posicionar en la ficción con el regreso (por sorpresa) de Leonard
Hofstadter. ¿Están todos preparados? ¿Se lo tomarán igual de bien? ¿O se
quedarán como nuestros cerebro antes, durante y después de un capítulo de “Big
Bang”? Es momento de destripar “The Deception Verification”, que
siguiendo el nombre tan acertado del capítulo, nos confirma y verifica y una
nueva decepción.
“Big Bang” funciona cuando explota el bromance de Howard y Raj pero lo han hecho
tantas y tantas veces que ya no sorprende… aunque en “The
Deception Verification” los
guionistas han tratado de hacer los deberes forzando una situación a golpe de
teta y pezón. Mientras tanto, Leonard aparece por sorpresa en el apartamento de
Penny y desea mantenerlo en secreto para estar a solas con su novia. Es
evidente que Sheldon olerá a cuerno quemado en el extraño comportamiento de la
rubia y su cerebro analítico dará con la verdad… antes de golpearse contra la
misma continuadamente. Con la división de ambas tramas y personajes
tendremos una resolución conjunta gracias a los estrógenos. Sí, los estrógenos pueden
salvar al show… pero temporalmente, que conste.
Tendremos a
Stuart timando a Sheldon, que quiere comprar un regalo de bienvenida a Leonard
y en este punto no entendemos los niveles de pobreza del dueño de la tienda
cómics… teniendo en cuenta que es capaz de timar hasta a un futuro Premio Nobel
de Física. Ni estatuas de Aquaman a 1200 dólares ni pistolas de agua de Batman a
200, este perrito-faldero-de-quita-y-pon en la serie necesita un spin-off con una historia oculta criminal y la tienda que utiliza como escaparate y máscara del delito. Sheldon descubrirá por la basura de Penny que puede ser infiel sin saber
que es realmente su compañero Leonard aquel que yace en el apartamento oculto a
su presencia… Por otro lado, una pomada con estrógenos muy fuertes que Howard
ha esparcido sobre la inmensa e inabarcable espalda de su madre, sin haberse
puesto guantes, provoca que esté más hinchado que de costumbre y se haya vuelto
más femenino que nunca… Estará una semanas repleto de sentimentalidad generando
la situación más remarcable del capítulo, ya que Howard desea que Raj le
confirme si han aumentado de tamaño sus pechos. ¿Necesita “Big Bang” más
pechos grandes y secuencias filogays? ¿Más estereotipos a una serie vive del estereotipo?
Sheldon y
Amy cazarán a Penny con las manos en la masa… y se descubrirá la mentira de
Leonard, que trata de ‘comprar’ la amistad de su compañero de piso con un gorro
de marinero. Nada funciona porque Sheldon es un pesado rencoroso y Leonard se
acaba cansando del juego de decepción y falta de confianza que propone su
compañero y mejor amigo. Penny también forma parte de la traición ya que pese a
divertirse mucho juntos durante los dos últimos meses ahora tampoco Sheldon
confía en ella tildándola su suck-ubo.
La situación se hace insostenible hasta que los estrógenos de Howard hacen acto
de presencia en la cafetería de la universidad para sentar las bases del HAMOR en el grupo. Con la amistad
recuperada y 50 centavos de descuento en Vagisil, “The Big Bang
Theory” vuelve a poner el piloto automático marcando y
machando los estereotipos más ofensivos para poder sobrevivir. ¿O es que los
trastornos alimenticios y la obsesión por los pechos son cosas de mujeres? Al parecer y para esta serie sí. Y, ahora, APLAUDID al machismo o a este reino de egos, ombligos y, por supuesto, de reinonas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lea antes los Mandamientos de este blog.