Páginas Bastardas

viernes, 20 de septiembre de 2013

Dads: ¿El peor nuevo show de la temporada?

Serie de TV
Dads”
EEUU
2013

Sinopsis (Página Oficial):

De Seth MacFarlane, Alec Sulkin y Wellesley Wild, las mente creativas detrás de la escandalosa y más taquillera comedia del año pasado, Ted”, y que sacudieron los televisores de todo el mundo con la serie animada “Padre de familia”, llega “Dads”, que explora el terreno con frecuencia traicionero del panorama entre padres e hijos. La sitcom, grabada en multicámara, sigue a dos exitosos chicos con éxito —y mejores amigos de la infancia— ahora a sus 30 años de edad, cuya vida relativamente estable queda patas arriba cuando sus inoportunos padres y su habitual quebradero de cabeza se van a vivir con ellos.

Eli (interpretado por el ganador del premio Emmy, Seth Green; “Family Guy”, “Robot Chicken”) y Warner (el nominado al Emmy Giovanni Ribisi, “My Name is Earl”, “Ted”, “Avatar”), son sus respectivos mejores amigos de toda la vida y co-fundadores de Ghost Child Games, una compañía de videojuegos de éxito. Warner, casado y con dos hijos, es un manojo de nervios, ya que trata de equilibrar su carrera con su vida familiar. A él y Eli se les ocurrió la idea de la compañía de videojuegos mientras se narcotizaban en la universidad y Eli ha seguido siendo un vividor irresponsable desde entonces. Aunque Warner y Eli se encuentran en lugares muy distintos en sus vidas, su amistad les acerca tanto el uno al otro que a menudo su relación se parece más a un matrimonio. Y esa relación se complicará ahora más si cabe ya que sus padres invaden sus casas… y vidas.

Crítica Bastarda:

De momento, considerada como el peor estreno otoñal por la crítica e incluso me atrevería a confirmar por el público y cualquier seriéfilo con un mínimo de criterio, llega “Dads” como mucha lúbrica y nombres propios — MacFarlane, Green, Ribisi— y con uno de los libretos menos divertidos de los últimos años. La amistad de dos personajes antagónicos que comparten una animadversión por unos padres que van a acoplarse en sus vidas, pudiera tener ciertas orientaciones cómicas. Otra cuestión y enfoque es ver algo tan anacrónico y pésimamente plasmado. Tenemos dos padres y dos hijos. El primero despilfarró la fortuna familiar y el segundo se divorció y salió del país cuando dejando a su hijo, del que pidió hacerse pruebas de paternidad por ser pelirrojo, completamente abandonado con cinco años. Los viejos ahora han perdido sus hogares y tratan de recuperar el tiempo perdido con unos hijos que les detestan. Únicamente creo que funciona que Warner (Giovanni Ribisi) vea a su padre como un Golden Retriever y sea incapaz de reprocharle sus épicas meteduras de pata.


Referencias mal metidas como la de “Los intocables” o pretendidas gracias políticamente incorrectas como la lucha por los derechos de Santa Claus Negro o la secuela del videojuego ‘Matar a Hitler’ no funcionan en absoluto y otros elementos, como la foto del protagonista de “Máscara”, no están correctamente enfocados. Todo es un desastre en un piloto que recurre a clichés facilones-sexuales del tipo o colegiala asiática sexys o micro-penes para hacer gracias con las que esas risas enlatadas nos acribillan a la vergüenza ajena. El anacronismo se dispara, además, con el formato de sitcom clásica rodada en estudio con multicámara y un público al que tuvieron que sobornar soberanamente para conseguir que se riera durante la filmación del piloto. No es que el humor sexual o racial no funcione de la mano de MacFarlane porque es un maestro en la utilización del mismo en “Padre de familia” e incluso en “Ted”. Otra cuestión es que encaje en los moldes familiares que plantea e incite a actos reincidentes sobre arquetipos raciales del tipo criadas latinas o asiáticas sacadas de un hentai para cerrar tratos millonarios con japonenses salidorros. La utilización es tan simplista e incluso ofensiva que insulta más por su falta de eficacia que por el material escasamente púdico que está empleado.


No faltan eructos, besos en la boca entre hombres, carnes flácidas nudistas y copiosos elementos políticamente incorrectos —sumados a los bochornos arquetipos raciales— que contrariamente a aquello que plantean dan la sensación de estar completamente pasados de moda. La crítica americana ha visto los siguientes capítulos y comentan que, después de la pésima recepción del piloto, los productores buscaron la antipatía como remedio disfuncional y señoras persiguiendo a sus maridos con rodillos de amasar… La carencia de originalidad ofende más que el propio esquema de rellenar tramas simplistas y requetevistas con innumerables elementos políticamente incorrectos y completamente predecibles para la audiencia. Realmente “Dads” es un drama: una sitcom de nula inteligencia, calculadamente tan ofensiva como estúpida, con una abismal falta de humor, unos guiones dignos de cadena perpetua y la fatalidad de querer volver a la televisión como Peter Riegert y Martin Mull para hacer reír a la gente y encontrarse que estás haciendo un tragedia… porque esta sitcom es todo un desastre. 

1 comentario:

  1. Actores los hay a montones en EE.UU.
    Los guionistas son los que dan brillo a una serie.
    Gracias

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