Páginas Bastardas

sábado, 28 de septiembre de 2013

Back in the Game: De vuelta al mismo juego

Serie de TV
Back in the Game”
EEUU
2013

Sinopsis (Página Oficial):

Terry Gannon Jr. (Maggie Lawson) fue una jugadora estrella de sóftbol hasta que la vida le echó un par de bolas curvas: un bebé, una beca universitaria perdida y un perdedor como marido. Después de lanza un strike por su cuenta, Terry y su hijo Danny (Griffin Gluck) van vivir con su padre separado, el Sr. Terry también conocido como ‘El Cañón’ (James Caan). El Cañón es una persona obstinada, bebedor de buena cerveza y un ex-atleta que nunca hizo dio la talla como padre soltero o jugador de béisbol profesional. Tan difícil como Terry intenta mantener a Danny lejos del estilo de vida deportivo impulsado por su juventud, Danny quiere jugar Little League. Su impresionante falta de habilidades de béisbol (que ni siquiera sabe en qué mano colocarse el guante) le ha convertido en el hazmerreír del campo de béisbol y el objeto de las burlas del abuelo. Cuando Danny y otro grupo de otros aspirantes rechazados no pueden formar parte del equipo, la decepción de Danny obliga a Terry a hacer frente a su pasado. Por eso, cuando unos vecinos ricos voluntariamente se ofrecen para financiar un equipo para los niños rechazados, Terry a regañadientes se ofrece para entrenar al equipo de inadaptados.

Crítica Bastarda:

Si pudiéramos ‘‘‘‘‘‘‘‘‘‘‘‘salvar’’’’’’’’’’’’ en cierta medida (y entre copiosas comillas) de la quema Trophy Wifey “The Goldbergs” dentro de las nuevas comedias de la ABC —por tratar de jugar más (y mejor) sobre la forma dejando el evidente fondo e intenciones escandalosamente claras y escasamente cristalinas— “Back in the Game” forma parte del peor tarro de sus esencias. Tiene el respaldo del veterano James Caan que en su participación podría recordarnos a una versión momificada e irresponsable de Adam Sandler de turno frente a la enésima revisión de la comedia actual de esas madres solteras/divorciadas que vuelven al nido —esta vez paterno— para empezar de nuevo y tener una oportunidad en la vida. El «bla,bla,bla,bla,bla,bla…» nos lo conocemos al dedillo y cuando trata de ponerse sentimental el asunto dan ganas de correr fuera del campo dramático que proponen Mark Cullen y Robb Cullen. Otra cuestión es que el juego al que quiere corretear tenga un público al que no le importe ese «bla,bla,bla,bla,bla,bla…» que otros nos conocemos de un extremo al otro del campo donde se formula este partido llamado serie… que da la impresión de ser una revisión copia a lo Club Disney con hada de “Bad News Bears”


Recordemos que el filme de Michael Ritchie del 76 tuvo un remake titulado “Una pandilla de pelotas” dirigido por Richard Linklater… e incluso una serie de televisión que duró un par de temporadas a finales de los 70 y principios de los 80. El rol que interpretaban Billy Bob Thornton y Walter Matthau queda relegado a la figura de Caan pero es esta vez su hija (Maggie Lawson) aquella que entrenará a esa panda de fracasados, empollones, inadaptados o bichos raros… incluido su propio hijo. Las desventuras de una actual madre soltera con resentimientos de la infancia hacia su padre —cuando despuntaba en su carrera como jugadora de sóftbol en la universidad— y el seguimiento a su nueva etapa contienen numerosos chistes del siglo pasado y no precisamente de los 90. Podría tener cierto apoyo de la audiencia porque este tipo de historias siempre funcionan, pero su vocación de someterse al formato de una comedia de 20 minutos por encima de una dramedia de 60 es loable… o tal vez simplemente la historia no daba para más.


El piloto no aporta nada pero tampoco es desastroso. Saber mover las bases de sitio con innumerables lugares comunes, antagonistas de turno, referencias sexuales como ventaja del oportunismo y cierto tono sentimental para solucionar los conflictos de los personajes, no es un juego demasiado revelador. Simplemente “Back in the Game” no juega absolutamente nada salvo su vocación de resolver los conflictos más directos por vía de la ¿violencia? Nos conocemos los próximos puntos: tendremos tensión sexual entre el antagonista inicial y rival, Dick, con Terry… cuyos hijos también son enemigos declarados y con la misma chica como objetivo —esperemos que dejen de hacer los chistes gays típico-tópicos al respecto— y, para terminar, habitará ese interminable zig-zag de amor-odio entre la hija y ese malhumorado y distante padre por ir mejorando, episodio a episodio, a ese equipo de inadaptados. Desconozco por qué ha prevalecido la serie por encima de una tv-movie familiar teniendo en cuenta que con mejor material CBS canceló la misma por los bajos niveles de audiencia. De momento, el piloto ha tenido niveles aceptables y emitiéndose entre “The Middle” y “Modern Family” lo mismo sobrevive... aunque, ¿debería ser más freak una serie de inadaptados o “Back in the Game” ha decidido someterse hipócritamente a las fórmulas del mismo juego de siempre para no desentonar? Un juego de (y para) compatibles, sumisos y, por supuesto, cobardes. 

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