“Covert War”, undécimo capítulo de la primera temporada de “The Americans”, llega para dejar un
par de episodios en la recámara de cara al esperado season finale. Los grises han empantanado la ficción que
protagonizan un matrimonio de espías procedentes de la KGB durante la recta
final de la turbulenta Guerra Fría con Reagan en el poder. Como ya hemos
comentado en anteriores reviews, la
serie que ha ideado Joseph Weisberg
ha sido uno de los aciertos de la midseason
del 2013. Calidad ante todo, pese a sus buenas críticas iniciales aunque
remarcando el abuso de flashbacks y la popularidad de los propios actores. El
conjunto al final ha abnegado en la pantalla grandes dosis de capacidad por
generar distintos niveles dramáticos y de entretenimiento. “Covert War” parece cerrar heridas abiertas en pasados capítulos y
la ficción vuelve a posicionarse en territorios siempre sorprendentes. Es
momento de repasarlo.
Demasiadas piezas de un complicado puzle: Nina y Stan Beeman en cierta
medida definen una de las parcelas de la serie. Son amantes pero no deberían
serlo… Beeman siente afinidad por su informante rusa y en este capítulo podrá
costarle su matrimonio… e incluso la propia relación personal, anímica,
pasional e informativa con la propia Nina. La rusa no es tonta y sabe
perfectamente que Beeman sabe algo o está detrás del crimen de Vlad. Las
constantes mentiras del agente del FBI explotarán en ambos frentes: su mujer
sabe que le engaña y Nina también. La doble agente rusa, debido a su ascenso,
empezará a conocer detalles de las operaciones de Phillip y Elizabeth… como las
escuchas realizadas en casa de Caspar Weinberger. Nina, por el contrario,
empieza a guardarse información… Recordemos que la información es poder y no se
comparte con mentirosos.
El único fallo que cometieron Phillip y Elizabeth —dejar que el asesino a
sueldo de los rusos cumpliera con parte de su misión detonando un explosivo— nos
llevó a un carrusel de encuentros, desencuentros y venganzas. Amador y Vlad
están muertos pero la CIA y el FBI quieren resarcirse con el asesinato de tres
oficiales de alto rango de la KGB en Moscú. En “Covert War” conoceremos más de una de las víctimas, Viktor Zhukov,
y su relación con Elizabeth en clave paternal. Claudia trasladará las noticias
pero veremos, de nuevo, que los personajes no son en absoluto simples en esta
serie. Claudia es una hábil manipuladora y trata de evitar la venganza personal
de Elizabeth, con órdenes de sus superiores, para eludir esa espiral de
violencia en la que están atrapados EEUU y la URSS. No obstante, sabemos que Elizabeth
marca un nuevo objetivo: el director de Planificación de la CIA para la Unión
Soviética, Richard Patterson.
Aparte de referencias como ese gran diálogo entre Matt y su padre Stan
sobre “The Rocky Horror Picture Show”, el
capítulo se ciñe a la operación de Elizabeth por dar caza a Patterson. Pese a
que “Dexter” no estaba en emisión,
la jeringuilla de Elizabeth es puesta a prueba en el baño antes de una ración
de sexo. Elizabeth consigue reducir a Patterson y Phillip le ayuda a ‘extraer’
el cuerpo por la ventana. En la casa franca se llevará a cabo la ejecución
aunque Patterson no es tampoco tonto ni víctima e intenta manipular la
situación: tan sólo es un burócrata que sigue órdenes. Los asesinos
aparentemente aquí sin corazón, sin alma y sin conciencia son clichés. Elizabeth
es buena prueba de ello. Patterson no será asesinado, dejado en un banco con
los ojos vendados y será interrogado por Gaad, Stan y otros agentes del FBI. Señalará
que era ‘algo personal’ y debido al asesinato de los oficiales en Moscú…
Desconoce por qué le dejó ir vivo aunque expone, en parte, a Phillip y
Elizabeth al citar que eran un hombre y una mujer que trabajaban juntos. Un flashback
nos llevará a Roma en 1976 y descubriremos, por boca de Zhukov, que Elizabeth fue elegida
por su miedo a la rendición…
De redención (y redención) trata el capítulo. Parece que la visita de Elizabeth
a la habitación del motel donde se encuentra Phillip forma parte
de un inicio de reconciliación. Elizabeth se siento defraudado por su
marido cuando fue engañada con su misión en Nueva York pero él ha estado junto
a ella con la despedida de Gregory y ahora con el secuestro de Patterson. Tampoco
sabemos si Phillip
es un experto jugador y sabe que la exposición de Elizabeth sería tanto
su fin como el de su familia. Y es que la familia (netamente americana) de Elizabeth y Phillip
es, en cierta medida, tanto su punto de unión como su punto débil. La
sinceridad de Phillip molestará a Elizabeth por mucho que trate de mostrarlo: su
traslado a un apartamento provoca que Elizabeth parta hacia
su hogar… sola. ¿Tendremos reconciliación al final de la temporada o papeles de
divorcio sobre la mesa? En este capítulo interesa más el cierre con la reunión
entre Claudia y Elizabeth.
La señora mayor es una experta manipuladora y sabía del amor (paternal) de Elizabeth por Zhukov. ¿Sus
planes? ¿Qué
desobedeciera para enviarla de vuelta a Moscú? En teoría Elisabeth desconoce el
odio que Claudia siente por ellos… ¿Envidia? ¿Venganza por los golpes que
recibió en la cara por parte de Elisabeth? Claudia quería separarles y lo
consiguió y, ahora, los enemigos también están en casa y se confunden con
aliados. Veremos hacia dónde se dirige “The Americans”.
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