“Orphan Black” es la nueva (mini)serie de BBC
America que ha convencido bastante a la crítica norteamericana y ha dejado al
público expectante de cada nuevo episodio. Se trata de un thriller que hace
malabarismos sobre lo increíble y la ciencia ficción en una ¿guerra de clones?
¿Un cruce de “Ringer” y “Mis dobles, mi mujer y yo”? Puede que
la acumulación de clichés y lugares comunes choque frontalmente con el absurdo
y sus giros con vocación de cliffhangers letales. La serie funciona, no obstante,
por Tatiana Maslany y la capacidad
cómica de la ficción de divagar entre el humor negro, diálogos que no sabes si
son provocados por la ironía y comedia voluntaria o situaciones que bordean
claramente el ridículo. Es momento de repasar el segundo capítulo de esta compleja
historia de conspiraciones, acción, secretos, thriller, drama y… ¡clones! Es
momento de repasar “Instinct”.
Nos quedamos
como Sarah huyendo de la escena del crimen con el propio crimen a cuestas. Sale
de la ciudad y se deshace del cuerpo de su primer clon… También descubrirá que
la pareja de policía de Beth fue quién robó su dinero para obligarla a continuar
con su testimonio frente a asuntos internos por el disparo sobre una mujer
inocente que realizó. De este modo, irá descubriendo detalles de la vida de la
persona que está fingiendo ser bastante oscuros… Las apariencias engañan y los
secretos abundan en “Orphan Black”. ¿Quién
quiere matar a los clones? ¿Qué conspiración creo a todas ellas?
Sarah
tratará de ponerse en contacto con una de sus gemelas por las llamadas que
realizó… y descubrirá a Alison. También tendrá que empezar a limpiar el nombre
de Beth, convivir con su pareja sexual y tratar de ir allanando el camino para
recuperar a su hija y que ésta sepa que sigue viva. Está claro que “Instinct” sigue los pasos de “Natural Selection” colocando cliffhangers al final de los capítulos para
hacer que los espectadores deseemos más y más…
La idea del
personaje es huir con Kira y Felix… pero antes tendrá que empezar a obtener
respuestas de quiénes son y por qué las están asesiando. Cosima es la tercera
en discordia y parece que el juego aquí, aparte de la labor interpretativa de Tatiana Maslany, es que la propia Sarah
tenga que fingir ser cada uno de esos replicantes que van apareciendo. Ese tono
cómico, como la secuencia del hotel, provoca que una especie de juego en plan Celebrities
de “Muchachada Nui”. Los momentos dutch & rock, por ejemplo, son
capaces de salvar el capítulo. «¿Cuántas de nosotras hay aquí dentro?» pregunta
Sarah al acabar el episodio y es que hacerse cargo de vidas de clones no es
moco de pavo… y sí de mucha pava.
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