Bates Motel (1x05) Ocean View: Culpables e inocentes

Con la segunda temporada de “Bates Motel” como única noticia resonante de la serie de A&E, no queda demasiado margen para la expectación. ¿Realmente engancha la serie que describe la post-adolescencia de Norman Bates? Con cinco capítulos emitidos podría dar una opinión en gran medida consolidada: la ficción funciona y está bien… pero no mata ni atrapa. Se ha convertido en un pasatiempo con personalidad disfuncional: no encuentro motivos para dejar de verla, pero simplemente la veo cada semana. ¿Inercia? ¿Vera Farmiga? “Ocean View”, quinto capítulo de la primera temporada de “Bates Motel”, me vuelve a confirmar las mismas sensaciones sobre esta serie que quiere ir a rebufo de “American Horror Story” y ofrecer alternativas a “The Following” y “Hannibal”. Para los gustos se hicieron las puñaladas, ¿no? Ahora es momento de repasar “Ocean View”.

¿Argumento y argumentos? El argumento va a seguir sobre la sombra y crimen de Keith Summers, el arresto e incriminación de Norma, la relación a tres bandas con Shelby como nueva incorporación y las dicotomías y dudas mentales de Norman. ¿Realmente existe la asiática? ¿Realmente Shelby es un buen policía enamorado de Norma y que haría cualquier cosa por salvarla de ir a prisión? Norma seguirá dolida con Norman por haber mantenido relaciones sexuales con otra mujer… de su edad. Esa atracción de feria en la que se ha convertido la vida de Norman va a jugarse en diferentes espacios dramáticos. Por un lado, su hermano Dylan quiere separarle del cancerígeno y tóxico cordón umbilical que le ata y le asfixia junto a su madre. La idea es conseguir un adelanto para conseguir un apartamento y tener un plan B (y A) en el caso de que Norma vaya a la cárcel. Dylan quiere cuidar de su hermano y que éste tenga un lugar donde ir… ¿El problema? Ethan Chang será aquel que le preste los 5.000 dólares como inversión personal pero un desconocido (con look de drogadicto) dispara en el cuello a Chang. Dylan le dejará en el hospital y le vengará. ¿Hay algún personaje inocente aquí?

Puede que la respuesta a la inocencia sea Emma Decody… Sus lágrimas cuando Norman le cuenta que se acostó con Bradley son uno de los detalles remarcables del capítulo junto a ese infantil beso de ambos. Norman es un picaflor de mucho cuidado y en “Ocean View” comprobaremos que no está tan loco… de momento. Es cierto que hay detalles y encuentros con su madre que forman parte de su imaginación, como el intento de asesinato de su hermano o la conversación con su madre para recuperar el cinturón… Pero lo demás es factible. Así, Emma y Norman hallarán a la asiática para disgusto de su madre y del cliffhanger final.

El caso policial de Norma dará numerosos giros. La fianza es elevada y Norman encuentra las escrituras del motel para sacar a su madre de prisión. El distanciamiento entre ambos alcanzará un clímax cuando sale todo en su viaje en coche de regreso… Norma abandonará a su hijo y será recogido por Dylan. La lucha de poderes entre la cordura y la locura es visible, así como la crisis de Norma. Se niega a ser defendida… siendo claramente culpable y el inicial alejamiento de Shelby deriva en el amor que realmente le profesa el joven. Shelby robará la prueba incriminatoria y, aquí, no sabemos el tipo-de-tipo-que-es-este-tipo. Sí, tenía negocios ocultos y oscuros con Keith Summers… pero está enamorado, tiene sonrisa profidén y hace buena pareja con Norman, ¿no? Pedón, Norma. ¡Qué lío de nombres! ¿Consistía en eso? Norma tendrá que elegir a Shelby o a su propio hijo, al igual que Norman tendrá que escoger entre su hermano y su madre y entre sus dos amores de post-adolescencia… y precisamente nosotros, los espectadores, tendremos que escoger entre seguir viendo esta serie o no… O sea, un mar de dudas dentro de una ducha de final incierto. ¿Seremos fans de los moteles de carretera donde te la clavan cuando menos te lo esperas?