(2013)
EEUU
Director: Tommy
Wirkola
Título original: “Hansel and
Gretel: Witch Hunters”
Sinopsis (Página Oficial):
“Hansel
y Gretel: Cazadores de brujas”
tiene lugar 15 años después de que los hermanos Hansel y Gretel consiguieran
escapar de una bruja que secuestraba niños y que cambió sus vidas para siempre…
e hizo que se aficionaran al sabor de la sangre. Ahora ya son adultos, y se han
convertido en unos cazarrecompensas feroces y formidablemente preparados,
dedicados exclusivamente a perseguir y exterminar brujas por bosques sombríos,
dispuestos a todo con tal de vengarse. Pero a medida que se aproxima la
infausta Luna de Sangre y un conocido pueblecito de casas de madera se enfrenta
a una pesadilla, Hansel y Gretel se encuentran con un poder diabólico superior
a cualquier bruja que hayan cazado, un demonio que podría conocer el secreto
del terrorífico pasado de los hermanos.
En plena moda de los hermanos Grimm, “Hansel
& Gretel: Cazadores de brujas” llega como uno de los must-see del 2013. No, no es ironía… es un obligatorio
cumplimiento del deber de bodrios con éxito en taquilla de este año… aunque se
equivocaron en el título. ¿¡Brujas!? ¿De verdad que son brujas? Yo creo, que por su
comportamiento y planes, son marujas… He visto las fauces
de la muerte en las rebajas, en el trabajo, en el Metadona rodeado de marujas. ¡Eso sí que eran brujas… y
marujas! Nos dicen que hay brujas
buenas y malas… Las buenas no tienen que ir al dentista y son super-enrolladas y las malas son un
cruce de Marilyn Manson y Mario Vaquerizo. Obviamente
las buenas están buenorras… aunque ya teníamos constancia del dato por “Embrujadas”, Hermione Granger (cuando cumplió los 18, por supuesto), Sabrina (y no la que se enseñaba las peras en cada actuación sino la otra que
enseñaba las peras en cada actuación), Charlize Theron y Julia Roberts en las revisiones de ‘Blancanieves’
de 2012 o Cher, Susan Sarandon y Michelle Pfieffer en “La brujas de Eastwick”. Como ven, hay para todos los gustos,
tamaños y grosores… pero aquí la bruja mala-y-presuntamente buenorra (cuando no
está en modo Marilyn Manson) está interpretada por Famke Janssen.
Lamentablemente parece una versión drag-queen de Mario Vaquerizo. ¡Y luego está lo de su nombre! Mucho soltar
por esa boquita de piñón que tiene mil nombres y luego al final se llama
Muriel. ¡Y no es Toni Collette o sale en “Agárralo como puedas 33 1/3: el insulto final!”! Me recuerda a Gracita Morales en “La ciudad no es para mí”: «Tanto Luchi, tanto Luchi y se llama
Luciana». Lo dicho: Tanto Muriel, tanto Muriel y al final no es más que una
maruja resentida.
Por favor, esto no es original. Originales y rompederas, en su momento, fueron películas como “Capitán Kronos, cazador de vampiros” de la Hammer. Esto es (y parece) un spin-off de “Van Jensulin”. De hecho, comete el mismo error que la película de Stephen Sommers: no regala un mando de consola junto con la entrada para manejar a los personajes. Sí, a nadie le gusta ver las demos de los videojuegos. No faltan anacronismos por doquier y vestuario robado de un sex shop especializado en bondage. “Hansel & Gretel: Cazadores de brujas” es lo mismo de siempre: argumento de videojuego, personajes de videojuego, acción, diálogos y secuencias de... videojuego. Sin sorpresas y tan previsible como el trailer, el pecado de la película de Tommy Wirkola no es ofender ni defraudar ni ser un engaño (aunque hacer la misma película de siempre cambiando los personajes debería ser delito o llamarse mockbuster), sino que es imperdonable que no hayan contando con La Bruja Avería o al menos con La Bruja Lola. Lo dicho: ¡imperdonable!
La película trata de encajar en los moldes del cine comercial contemporáneo formado desde “Matrix” y aquí en su vertiente steampunk. Los cuentos ahora son violentos y reveladoramente históricos. Si Abraham Lincoln y Jesucristo han podido ser cazadores de no-muertos, entonces por supuesto Hansel y Gretel se pueden pasar la vida rastreando y masacrando brujas-y-marujas. Hansel, de hecho, fue el primer caso de diabetes documentado de la historia por comer mucho dulce… Tan gamberra como un eructo y tan ácida como la bilis, los trolls sirven a brujas… y al parecer también escribieron el guión de esta película. ¿De verdad que no es una parodia? La imagen de armas automáticas en cuento de hadas de Grimm con gente en caballo y sin luz eléctrica pero inventando es desfibrilador es tan delirante como diarréico. ¡Qué me (des)cago! Aún así, esperaba más cachondeo del director de “Zombis nazis (Dead Snow)” y no un argumento y cliffhangers tan estúpidos, irritantes y previsibles. En definitiva, para poner dos velas negras a sus responsables.
Decir que está película da lo que se espera de ella es como caerte por un barranco y gritar antes de morir: este barranco da lo que ofrece. Efectivamente, “Hansel & Gretel: Cazadores de brujas” es morir… morir de la risa. O lo que es peor, morir de la vergüenza ajena o de los impactos continúos a tu cráneo y cerebro. Pero, en definitiva y al fin y al cabo, morir.
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