La serie de Channel 4 ya se ha afianzado en el subconsciente seriéfilo colectivo y parecer que es el gran estreno del 2013 con permiso de “The Americans” y “House of Cards”. Sí, es una miniserie pero su potencial hacia el culto es tan alto que su mezcolanza de belleza visual con violencia brutal y estilizada en cierta medida se dirige a terrenos explorados por Lynch, los hermanos Coen y Danny Boyle. Una combinación de los autores previos podría ‘resumir’ “Utopia”, nuevo santo y seña televisivo de una midseason ciertamente en horas bajas a nivel de estrenos. En el cuarto capítulo de los seis que compondrán su primera (¿y única?) temporada, presenciaremos una pausa impuesta para sostener el anterior ritmo impuesto. Es momento de replantearse los pros y contras antes de pasar a la acción y los enfrentamientos entre los protagonistas van a ser visibles. Las incógnitas siguen en el aire aunque muchas comienzan a tener forma… y fondo. Es momento de repasar el cuarto capítulo.
El arranque marca el tono que va a coger la serie en el episodio: mucho más oscuro y psicológico que los anteriores. El enfrentamiento entre los personajes va a ser visible, así como los misterios que guardan los unos frente a los otros. En primer lugar, Becky, Ian y Wilson Wilson debaten sobre lo que tienen que hacer con Alice… inestable tras la muerte de su madre. Dejarla en algún sitio seria su sentencia de muerte y entregarla a familiares la de ellos. Milner parece la única posibilidad de ayuda… El grupo se va a esconder en una mansión abandonada e intentará descifrar el plan de La Red a través de los dibujos que Grant hizo del manuscrito. Su única posibilidad pasa por revelar la identidad del Sr. Conejo. ¿Será Letts o su misterioso asistente (James Fox)? Interesa el regreso de Jessica Hyde, que sólo se mostrará ante Grant e Ian. Al primero le recodará que no enseñe la parte oculta del manuscrito a nadie y al segundo le dará un morreo a punto de pistola haciéndole llamar a Milner para exponerla.
El ritmo es más sosegado pero pretende consolidar los argumentos y amarrar fuerte la intensidad de los personajes. Es un claro anticlímax y en cierta medida un punto muerto para su misión. La cromática de la estupenda fotografía es más oscura y profunda al mismo tiempo que el drama y la tragedia comienzan a enmarcar a sus personajes. Arby es la muerte, al igual que Jessica Hyde… Ambos podrían ser hermanos e hijos de Philip Carvel y también se necesitan para recuperar el manuscrito. La pregunta queda en el aire y a punta de pistola aunque sabemos que Arby se llama en realidad Pietre. Arby se revela ante Letts y su asistente, consigue los manuscritos y la dirección donde se encuentra el grupo. Llega tarde… pero a tiempo para conseguir de nuevo el contacto con Jessica Hyde, que esta vez apunta… aunque no apretará el gatillo. Necesita también los manuscritos y Arby parece querer jugar a este juego para conocer a Jessica… Continuará.
Dugdale lleva la prueba al profesor Donaldson, que revela que la gripe aviar fue un invento de La Red y que causó que fuera desprestigiado al alertar del bulo. ¿Los motivos? Desconocidos y un misterio… Esta vez los restos que guarda Dugdale revelarán que todo fue un envenenamiento químico para justificar su operación. Dugdale descubrirá que Donaldson simplemente quiere chantajearles para conseguir una compensación… Dugdale se hace con los informes y plantea su propio chantaje a Geoff. Anya es la moneda de cambio… pero, rápidamente, el juego plantea un fuego cruzado. El secreto de Dugdale será expuesto ante su mujer…
A nivel informativo y narrativo vamos a seguir descubriendo el famoso proyecto ‘Janus’ en el que trabajaba Carvel antes de morir a través de los dibujos de Grant. Una ‘célula fantasma’ lleva la conspiración a algo que estamos comiendo y que está siendo introducido en la población durante años. Todo indica que la enfermedad afectará a ciertas razas y será selectiva. Nos recuerdan que Carvel era un nazi de ‘mielda’. El virus famoso de la gripe rusa no estará en ningún lado ya que todo es una cortina de humo… sino en la propia vacuna. Un símbolo da nombre a la empresa que lleva a cabo el ‘envenenamiento’: la ficticia Pergus Holdings, tan grandes o más como Kraft o Nestle y que fabrican de todo. ¡Oh my god, llevan años envenenándonos con las patatas fritas y refrescos! El misterioso asistente manda a Letts con unas dosis para que se hagan pruebas, mientras que Wilson Wilson investiga a Pergus a través de un móvil que encuentra en la furgoneta. Becky aprovechará el momento para ponerse en contacto telefónico con sus jefes. ¿Para quién trabaja? ¿Para La Red? ¿Para Milner? ¿Para una tercera organización en discordia? Pergus tiene un nuevo director ejecutivo llamado Lane Monroe. Sí, empieza por ‘L’… Ian tratará de ver a su hermano pero será ‘rescatado’ por los hombres de Milner y avisará que su grupo tendrá que pasar a la acción. Milner sabe su situación y aquí no sabemos si Becky será su ‘mujer’ o si ella misma estará medicándose al padecer la misma enfermedad que su padre. En la operación del equipo más friki del universo conspiratorio, consigue meterse en la morada de Lane y descubre que el ‘envenenamiento’ global se está haciendo a través de un aminoácido por una modificación del maíz. Al levantar la camisa descubren que no es el Sr. Conejo y alguien más viene…
Alice activa el gatillo para comenzar su venganza con los hombres que asesinaron a su madre. La inteligente niña lo tiene claro… así como su trabajo sobre ‘Crimen y castigo’ de Dostoievski:
Raskolnikov desea el poder de la vida sobre la muerte. Él mata a la anciana porque decide que el mundo está mejor sin ella. Pero verdaderamente quiere descubrir la sensación de acabar con una vida. Deduce que matar al humano es correcto en la búsqueda de una causa mayor.
Con el ‘anciano’ muerto el grupo se
hace con Letts al entrar en el apartamento de Lane. Todo avanza y el final es
inminente. ¿Qué ocurrirá?
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