La nueva serie de Channel 4 ha llegado como un predestinado objeto de culto en tiempos apocalípticos donde cualquier espejismo en televisión es divisado como una utopía. Posiblemente “Utopia” sea una de las utopías al arranque del 2013. Con su segundo capítulo emitido la serie creada por Dennis Key mantiene el tipo bajo unas credenciales significativas: impecable a nivel formal con una fotografía excepcionllal y muy cromática que intenta emular a una novela gráfica y dosis de violencia y horror bajo un thriller conspiratorio que precisamente gira alrededor de la posesión de la secuela bastarda de una novela de culto que no es del todo ficción. Una organización secreta conocida como La Red tiene un plan inmediato y si usted es designado difunto por ellos… un misterioso y desconcertante hombre con una bolsa amarilla llamará a su puerta. Sí, es la muerte. Es momento de repasar su segundo capítulo.
La conspiración está servida y vamos a descubrir información muy interesante sobre la novela ‘Los Experimentos Utopía’ publicada en 1985 y escrita por Mark Dane y quién es Jessica Hyde.
En los años 70 los soviéticos crearon un enorme programa de guerra bacteriológica llamado Biopreparat. Se armaron con ántrax, ébola, viruela, a gran escala. Occidente se asustó y creó una organización para combatir la amenaza. Se la conoció como La Red. No tenía base en ningún país, no respondía ante nadie y era absolutamente secreta. Hizo cosas que los gobiernos democráticos no podían. Era una locura, estaba absolutamente fuera de control…
La Red fue creada por dos hombres. Un genetista llamado Philip Carvel, y alguien llamado Sr. Conejo… Es un nombre en clave, nadie sabe la identidad verdadera. Cuando la guerra fría empezó a relajarse, los diversos gobiernos envueltos decidieron retirarse. Lo único fue que el Sr. Conejo y Carvel no tenían intención de parar. En algún momento Carvel quiso salirse. Así que le torturaron para que siguiera trabajando y cogieron a su hija como rehén. Al final, su mente se rompió y se volvió loco. Se iban a deshacer de él, pero de alguna manera fue sacado ‘por la puerta de atrás’, le dieron un nuevo nombre y lo escondieron en un hospital psiquiátrico. El hospital era Shenley y el nuevo nombre Mark Dane. Un terapeuta le hizo dibujar. Lo que dibujó fue… increíble. Es difícil decir lo que es real y lo que no.
Jessica Hyde es la hija de Philip Carvel. La sacaron junto a su padre cuando tenía 4 años y ha estado huyendo desde entonces. El grupo compuesto por Becky, Ian y Wilson Wilson son ‘rescatados’ por Jessica. La heroína oscura y les mostrará su nueva realidad: tienen las cuentas inutilizadas y sus vidas, tal y como las conocían, han acabado. Deberán adaptarse… o morir… No hay más opciones. Dugale intenta también sublevarse ante la imposición y el chantaje de La Red. Hay un plan para la vacuna de la gripe rusa. Después de venderla al gobierno bajo la coacción y el engaño de Dugale al Ministro. Geoff, el tipo nuevo, forma parte de la conspiración y con Dugale contacto un periodista llamado William Kaye. Dugale quiere pedir una muestra de la famosa vacuna rusa a Corvadt, la empresa farmacéutica que está también detrás del síndrome de Deel que mató al padre de Becky. La petición de Dugale al final provoca la muerte de William y que incriminen a la prostituta, Anya Lutchenko, que ha dejado embarazada del crimen. Además, están introduciendo casos y muertes para provocar el caos en los medios de comunicación y, por ende, en la población. ¿El plan es infectarnos o ser experimento de algo que desconocemos?
Continuamos con Wilson Wilson y sus teorías conspiratorias. Sin el primer capítulo fue la cafeína como invento de la CIA, ahora llega otra sobre la heroína: si es afgana, los talibanes la modificaron durante años para esterilizar al mundo occidental. El thriller oscuro y enigmático ahora va a narrarse en clave de road movie y ocultación al margen de la ley en una mansión vacía. Allí el grupo se dividirá: Ian y Jessica van en busca de los manuscritos mientras que Wilson Wilson y Becky comparten información y éste sana su herida y va recuperando la vista del ojo ‘bueno’. Wilson Wilson contacta Grant en un foro, fuera del control de La Red, a través de Becky. Wilson sabe que tiene la segunda parte de ‘Los Experimentos Utopía’ porque escuchó a Arby y Lee. Efectivamente Grant encuentra a una nueva ‘amiga’ de su edad y le sirve para pasar la noche y comer. Le deja los manuscritos y va al encuentro de sus compañeros de foro. Mientras tanto, Ian y Jessica van dando forma al rompecabezas.
El capítulo abre con el suicidio de un hombre antes de mandar en un buzón el manuscrito y ser ‘observado’ por un vagabundo. Descubriremos que es El Vagabundo. El orden de los acontecimientos es este: Bejan cogió Utopía de la tienda de cómics, que a su vez lo consiguieron de un vendedor de Escocia que fue asesinado por Arby y Lee, que a su vez lo consiguió de Jack Tate, el hombre que publicó ‘Los Experimentos Utopía’… y el hombre que hemos visto suicidarse al comienzo del capítulo. En su casa encuentran a su mujer que resulta ser una agente de la CIA. La red picotea en otras organizaciones y hacen el trabajo para ellos como si fueran esclavos. Jessica detecta inmediatamente el engaño y golpea a la mujer y la tortura para sacarla la información. Todo les conduce a El Vagabundo, que solía ser un científico con La Red pero se salió y ahora monitoriza las actividades de ellos… viviendo como… un vagabundo. Jessica contacta con El Vagabundo y le saca la información: su padre trabajaba en el Proyecto Janus, sobre portadores de traspaso vírico que atacan al genoma humano. Seguramente esté plasmado en los manuscritos… Jessica nos muestra que no hay bandos pero tampoco no hay blancos y negros liquidando a lo Bardem en “No es país para viejos”. Arby llegará tarde cerrando y erradicando a los supervivientes, tanto a la agente de la CIA como a la familia que vuelve antes de tiempo a la casa donde estaban Becky y Wilson.
Para dejarnos con un cliffhanger tras el reencuentro con Grant y el descubrimiento de que es un niño de once años, descubriremos que Becky trabaja para alguna organización e informa en una cabina que el manuscrito existe. Una pena que todos mientan a Wilson sobre la muerte de su padre… ¿Qué hará cuando se entere? El capítulo mantiene el buen tono y ritmo del primero y en ciertos momentos hasta parece que el mejor Danny Boyle lo hubiera filmado bajo seudónimo. Ahora, quedamos a la espera de las nuevas y seguras sorpresas que nos preparan para el siguiente.
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