Rusia
Director: Maksim
Korostyshevsky
Sinopsis (Filmaffinity):
Película de acción en la que
hombres con mucho dinero buscan emociones fuertes y pagan enormes cantidades de
dinero para poder participar en aventuras militares. Pero esta vez las cosas no
salen exactamente como esperaban.
El cine suele ser un
gran detector de hipocresía y es normal que el mundo del frikismo, fanboys,
gafapastas y blockbusters, ser parcial acabe pasando factura. Lo que a veces se
ensalza por un lado, por otro se hunde. “Soldiers
of Fortune” es buen ejemplo de ello. La cinta de Maksim Korostyshevsky que tuvo en agosto un estreno muy limitado en EEUU para salir en DVD en septiembre,
refleja la hipocresía de muchos fanboys de “Los mercenarios 2”. Los que pusieron por las nubes la película que
protagonizaba Sylvester
Stallone y utilizaron técnicas dignas del Tercer Reich para
acallar voces contrarias, sorprendentemente ponen a parir esta película cuando
tiene un guión mucho más trabajo y original que el que firmó Richard Wenk. Me
parece absolutamente hipócrita e inadmisible decir que esta película es muy
mala con sus 8 millones de presupuesto y “Los
mercenarios 2” con sus 100 muy-pero-que-muy-buena…
cuando al menos ésta tiene guión. Tendríamos que ver lo que hubiera hecho Simon West con 92
millones menos de ‘cash’ con ese guión escrito en papel higiénico mojado de
heces líquidas y luego hablamos. Criticar “Soldiers of Fortune” y adorar
las dos partes de “Los mercenarios” es ser un
pedazo de hipócrita. Por favor, téngalo en cuenta. Sería como ir a una
manifestación pro-vida y al día siguiente pedir la pena de muerte de pederastas
asesinos y terroristas. Pero, en fin, a palabras y reacciones-reaccionistas-necias…
Es cierto que “Soldiers of Fortune” está condenada a encabezar los rankings de las peores películas del 2012, que Christian Slater tiene cero-carisma y no sabe actuar (por no-saber, no sabe ni tirar una lata de cerveza), que el acento de Ving Rhames esboza una de las peores de interpretaciones no amateurs vistas en una pantalla, que la ‘chica’ (Oksana Korostyshevskaya) parece Gollum y que, para finalizar el despelleje, tienen numerosos momentos (un 97% de la obra) que provocan vergüenza ajena. Pero al menos la película parece consciente de su condición y se permite, mediante una premisa argumental tal original como diarréica, una parábola política sobre Wall Street o hacer guiños-coña a “Grupo Salvaje”.
La idea es construir un guilty pleasure sobre los que parecía un reparto llamativo, aunque como ese torpe camuflaje-burka en una secuencia introductoria inicial se sabe lo que esconde a las primeras de cambio. Si hubieran contratado a Maggie Smith para el papel de la chica-rebelde tendría cierto encanto exploitation o de spoof-movie involuntaria. Tampoco lo busca en demasía en ese Wall Street donde lo suyo es presumir y ser el Yo+, esos ricachones caricaturescos y esa rebelión rumano-ucraniana-castiza-latina, aunque tiene sus momentos delirantes que anhelan la complicidad del público. Pese a que la presentación de todos esos ‘soldados de fortunas’ es memorable, sobre todo el ataque frustrado de los piratas somalíes a Eddard Stark, el producto huele a bodrio por los cuatro costados. Intenta ser un cruce de “Hostel”, “Los Mercenarios”, “La recluta Benjamín” y “Los vengadores” en mode Asylum e incluso tiene a un hobbit-videoboy, pero su poca capacidad de perdurar imposibilita en cierta medida las probabilidades de convertirse en un producto remarcable de la Serie B. “Soldiers of Fortune”, al menos, es lo que es y no necesita revolucionar a la audiencia enseñando la Viagra y el esteroide con mito pero con esmirriado y cinematográfico pito.
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