Páginas Bastardas

martes, 2 de octubre de 2012

Homeland (2x01) The Smile: Carrie vuelve a sonreír

Seamos sinceros: “Homeland” hubiera sido la perfecta miniserie con sus doce capítulos y un cierre demoledor. Nicholas Brody inmolándose y liquidando al vicepresidente de los EEUU y próximo candidato a la presidencia, engañando a América y apareciendo en televisión indicando los motivos de su conversión al terrorismo y desenmascarando la mentira que un Gobierno asesino de niños utilizó con sus ciudadanos. Finalmente para acabar con la tragedia griega, Carrie en estado mental desequilibrado es internada en un psiquiátrico por aquellos que no supieron ver ni creyeron en una funesta y confirmada verdad. Obviamente la continuación de la adaptación de la ficción dramática israelí de Gideon Raff (“Prisoners of War”) nos lleva a una segunda temporada bajo la batuta de “24” y “El mensajero del miedo”. Pese a sus defectos de concepción y reconversión, la serie de Michael Cuesta, Howard Gordon y Alex Gansa es el drama más en forma y prueba de ello puede dar los Emmys. Es momento de confirmar si “The Smile”, primer capítulo de la segunda temporada que marca ese season premiere, nos devuelve una serie que quiere ser vigente. Desde luego, la audiencia ha crecido muy por encima del 50%... y no ha perdido ni un ápice sus características.

Si ya en el season one finale que marcó Marine Onecomenzaron los detalles para alargar la serie, en “The Smile” se confirma la vocación de reboot de “Homeland”. Todo debe volver a empezar y la ecuación solamente funciona con un Brody atrapado por sus mentiras, reconduciendo su ataque al país como un acto político y presionado tanto por la CIA como por sus aliados terroristas con los que no comparte tampoco sus acciones. Mientras que Carrie tiene que volver a la plantilla de la Agencia Central de Inteligencia para dar sentido a su vida, aunque con ello ponga en peligro de nuevo su salud mental. Para llevar a cabo todo lo anterior sin perder la compostura de suspense y drama equilibrado en personajes perfectos, los guionistas deciden situarnos muchos meses después de los hechos que provocaron el cierre. Carrie se recupera de su enfermedad con grandes avances mientras da clases a niños y Brody se postula como candidato a la vicepresidencia en las próximas elecciones. Saul se encuentra en Bagdad y la situación allí es muy tensa ya que el gobierno israelí ha bombardeado cinco plantas nucleares iraníes, dando pie a manifestaciones en las embajadas estadounidenses por el apoyo entre ambos gobiernos…


Para que se anime el cotarro una agente reclutada por Carrie en 2005 que no estaba registrada, Fatima Ali, aparece para informar de un inminente ataque terrorista contra EEUU… pero únicamente quiere hablar con Carrie. Brody es expuesto por su religión y por un nuevo personaje llamado Roya Hammad (Zuleikha Robinson). Es periodista y afín a la causa de Abu Nazir y aparece en el despacho de Brody para hacerle llegar un mensaje del líder terrorista: tiene que robar unos documentos de la caja fuerte de David Estes que serán utilizados como objetivos en un inminente ataque. Roya sabe la contraseña para abrir la caja fuerte y Brody tendrá una reunión con Estes al día siguiente… Ella hará que se quede solo en el despacho. Recordemos, además, que la CIA tiene un topo. ¿Virgil? Brody se niega porque sabe que su acción provocará muertes pero Roya pone su lealtad a prueba: están en guerra y debe elegir bando. Para colmo su hija defiende a los musulmanes ante los comentarios idiotas de sus compañeros de colegio pijos. Que el hijo del subsecretario de Estado sea un gilipollas-nazi-imperialista-inculto-integral o que el futuro presidente de la nación sea un mentiroso asesino de niños deja claro que la serie de Showtime no se inmuta al mostrar las miserias de héroes y villanos. Obviamente Brody si quiere continuar con su carrera política tendrá que renegar de su religión y enfrentarse a su mujer, metida en el papel de ‘Segunda Dama’, ya que desconocía que fuera musulmán… Algo, que en cierta manera, une a padre e hija… aunque desconocemos si Dana intuye que su padre es un terrorista y en cierta medida es afín a su causa.


La cordura de Carrie es puesta a prueba: obligatoriamente deben contar con ella para la misión en Beirut pero pondrá en peligro su recuperación. Carrie debe preparase, colocarse un pelucón (¿o se lo tiñe de morena?) y llegar caída del cielo a Beirut para ponerse en contacto con Saul y su agente. El problema es que es seguida por otros agentes enemigos al ser detectada por utilizar el móvil y debe volver a ser ella para sobrevivir. Hábilmente desarma al agente y le da un golpe en la entrepierna con su rodilla. Carrie ha vuelto… y vuelve a sonreír. 

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