“Dexter” sigue
afianzándose en esta nueva y penúltima entrega de capítulos con un gran
regreso. “Run”, cuarto
episodio de la séptima temporada, podría ser aparentemente el más flojo
de los capítulos emitidos hasta el momento… pero de nuevo el peso dramático que tiene le convierte en un
nuevo punto de giro de una serie que ha decidido renovarse o morir. Quizás,
tenga siempre sus debilidades en algunos personajes con poca capacidad de
atracción, aunque los guionistas han sido conscientes de tal agotamiento y hayan
decidido ir optimizando las tramas principales. Ahora, más que nunca, la
ficción que se inspira en las novelas de Jeff Lindsay y que
protagoniza Michael C. Hall ha decidido dar el último empujón para
empezar a dibujar lo que será el futuro cierre. Es momento de analizar al
detalle lo ocurrido en “Run”.
Es obvio que la única posibilidad de que “Dexter”
sobreviva fuertemente en sus dos últimas temporadas —y se convierta en una de
las mejores series emitidas en EEUU en la última década— pasa por Dexter y
Debra ‘trabajando’ juntos. Como vimos en el anterior capítulo, Debra ‘acepta’ los
crímenes que comete su hermano como un mal menor aunque sigue sin verle del mismo
modo. Era previsible que el asesinato de Rita y Trinity salieran a reducir. Con
la sinceridad de Dexter hacia Debra por bandera, la presencia de Harry se desvanece…
Vamos a seguir con Speltzer en este capítulo ya que Dexter y Masuka descubren
que el asesino en serie no ha dejado huellas de ADN ni en su particular
santuario ni en la escena del crimen. No hay pruebas circunstanciales ya que
aquello que pudiera vincularle con las víctimas ha sido retirado. Para colmo
Debra tendrá una pesadilla con bañera y sangre que le hará recordar lo padecido
por Rita antes de morir… Dexter confirma a Debra que mató a Trinity y que es
capaz de amar, tanto a la que fue su mujer, como a su hijo y a ella… Para
Debra, Dexter es el responsable de la muerte de su mujer y su hermano arremete
indicando que todo fue provocado por ‘saltarse’ el código y no matar a Trinity
la primera vez que dio con él. Obviamente si hubiera sido así no tendríamos esa
cuarta excelente temporada…
Tenemos un par de frentes abiertos y una bala en la recámara. Respecto a esa bala perdida y que pronto se disparará, seguimos pendientes de la próxima acción de LaGuerta sobre su descubrimiento sobre la actividad del Carnicero de la Bahía de Harbor… Lo que nos interesa saber es qué ocurre con Speltzer y qué rumbo va a tomar la venganza de Isaac y la Hermandad Koshka de Ucrania. Isaac sabe que Dexter mató a Viktor y que trabaja solo pero quiere ‘hablar’ con el experto en sangre antes de vengarse. Isaac es un ser frío y calculador, capaz de cometer las mayores atrocidades sin pestañear. ¿Cuál será esa vuelta de tuerca y debilidad interior? ¿O es perfecto? De momento, sigue preocupado por sus negocios ante la presencia policial ya que hay cargamentos pendientes y están perdiendo mucho dinero. George intenta sobornar a Quinn como realizaba en los viejos tiempos… pero el detective ya no es un ser corrupto. Sus problemas pasan ahora por su relación con Nadia, que no va a ser vista con buenos ojos en comisaría. Isaac se saca de la manga un sospechoso para que la policía tenga culpable respecto al crimen de Mike Anderson… aunque comprobemos que a Batista no le encaje que un padre de familia se suicide por amar a una bailarina. Lo más fuerte es que más de uno se preguntará… ¿y quién es ese Mike Anderson?
Speltzer sabe que no tienen nada contra él y al llevar ese extraño casco en el ritual, Debra no pudo identificarle correctamente aunque sepa que se trataba de él. Speltzer es detenido y el equipo Batista-Morgan vuelve a operar en un interrogatorio para que el asesino confiese el crimen. Los roces entre hermanos son palpables y Debra sugiere a Dexter que mande a Harrison a Orlando con Astor y Cody… Hannah McKay se deja caer por la comisaria y seguimos con esa tensión sexual no resuelta y química con Dexter, pero al grano: una irregularidad al leer los derechos de Speltzer ocasiona que sea puesto en libertad. Dexter va a por él y aunque trata inicialmente de investigar en su caravana es sorprendido por el asesino. Dexter pierde la lucha pero Speltzer decide acabar con él en uno de sus laberintos en una nave abandonada y con un hacha… Dexter quería hacer caso omiso de esa nota que encuentra por Speltzer: ‘Run’… pero el hacha le hace cambiar de opinión. Las habilidades físicas de Dexter consiguen hacerle escapar de la trampa laberíntica y saltar sobre un camión que pasaba por la calle. Dexter decide que no puede tener nada qué perder y manda a su hijo a Orlando con Jamie. Realmente los guionistas aquí quieren aprovechar para ‘quitarse’ del medio una posibilidad de venganza de Isaac. El mafioso psicópata accede al apartamento de Viktor y divisamos que una foto enmarcada que inicialmente era un paisaje se transforma en un ¿retrato familiar? Viktor posiblemente sea el hijo de Isaac y no había revelado su identidad para protegerle… Eso o su amante. Elijan ustedes… Ni siquiera George era consciente de este hecho… ¿Intentará un ojo por ojo con Dexter Morgan?
Debra asiste al entierro de Melanie y allí se persona su asesino. La teniente pierde los papeles y ataca a Speltzer, que se ríe en su cara y le devuelve la misma moneda que ella utilizó en el interrogatorio. Dexter decide poner fin a la vida de Speltzer pero también, a través de un símil con los viejos juguetes de su hijo, decide deshacerse de sus muestras y trofeos. Un golpe en la cabeza con una pala y finalmente lo incinera junto con su caja de ‘recuerdos’ y ‘juguete’ no sin antes clavarle una estaca en el corazón. Se acabaron las muestras de sangre y los característicos cortes en la mejilla. Dexter quiere evolucionar y, al parecer, también su hermana. Debra le espera fuera y Dexter le señala el humo que sale del crematorio. Speltzer es historia… y Debra extrañamente se siente feliz y liberada, aunque su hermano reconozca que no ha cometido este crimen por ella… Y, entonces, ¿por qué?
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