“Made in
Jersey”
EEUU
2012
Sinopsis (Página
Oficial):
“Made
in Jersey” es un drama sobre una mujer
joven de clase trabajadora que usa su conocimiento de las calles para competir
entre sus colegas de pedigrí de Manhattan en una prestigiosa firma de abogados
de Nueva York. Martina Garretti (Janet
Montgomery) encuentra una firma
legal para trabajar, pero le falta la educación de la Ivy League, algo que
compensa con su tenacidad y visión de altos vuelos. Después de unas pocas
semanas, el fundador de la firma Donovan Stark (Kyle
MacLachlan), toma nota del ingenio
y la inventiva de Martina, al igual que su secretaria descarada Cyndi Vega (Toni Trucks). Con el apoyo de su familia italiana, incluyendo
su atractiva hermana mayor Bonnie (Erin
Cummings), Martina es capaz de
mantenerse fiel a sus raíces como una abogada audaz, apasionada en el ascenso de
un nuevo ambiente de trabajo intimidante.
¿Otro procedimental en la CBS? ¿¡Otro!? Desde luego está claro y confirmado que
la cadena quiere renovarse con… ¿más procedimentales? para este otoño. A la
revisión desastrosa de Conan
Doyle (“Elementary”), sumado a la revisión sin tabaco, sexo ni palabrotas de una serie
de la HBO (“Vegas”) y para terminar de matarnos —de un ataque de risa—
“Made in Jersey”, crónica del ascenso de una choni trepa con
vocación de ONG que quiere ser Ally
McBeal. ¡Qué simpática! ¡Qué
mona! ¡Qué sexy! ¡Qué amable! ¡Qué perfecta! ¿Y no tienes novio, guapa? Mitad
abogada, mitad asistente social, mitad becaria, mitad la mejor amiga, mitad la
mejor hija, mitad la mejor hermana, mitad la mejor compañera de trabajo... ¿Cuántas mitades, no?
“Made in Jersey” es una serie de diseño para que Martina Garretti nos caiga maravillosamente y descubramos que el mundo corporativo de la abogacía premia a la clase trabajadora. Bueno, premia a las ‘Doñas Perfectas’… porque… ¿alguien es capaz de sacar algún fallo a la Garretti? Otra cuestión es ver la proliferante y abusiva cantidad de tablets que aparecen en las series norteamericanas de oficinas y hospitales. Entiendo que las compañías se gastan un pastizal para introducirlas en la mente del colectivo ante su nula utilidad en nuestra vida real. ¿Para qué valen las tablets? ¡Para salir en las series! ¿Y los smartphones en series procedimentales? Para mostrar las fotos de los sospechosos y agilizar visualmente al espectador las tramas y saltarse por el forro las leyes de protección de datos. Aunque, con tanta resolución y foto, les debe faltar memoria, ¿no? Todo para confirmar que “Una rubia muy legal” tenía un discurso mucho más original e inteligente y sin tablets ni smartphones… pero con perro de accesorio al parecer más listo que todos los abogados de pedigrí que aparecen en esta serie.
Garretti lleva una estrella de diamantes de imitación y rastrillo pero tiene un valor sentimental. Tanto… como la justicia que aplica a ciclistas homicidas y estudiantes coraje acusadas injustamente de asesinato a su profesor. La protagonista no duda en acabar el piloto tatuándosela en su vientre plano… y soltando un «Soy más fuerte de lo que parezco». Yo también por aguantar tu piloto, Doña Perfecta. Entre que el primer caso es una revisión de “Al salir de clase” y el tufillo de “Erin Brockovich” y “Armas de mujer”, una vez mostradas las armas del delito y el alegato final… el veredicto es de absoluta culpabilidad. ¡Condenada a la cancelación! Los casi ocho millones de personas que vieron el piloto tal vez opinen lo contrario… aunque está claro que quién sintoniza la CBS sabe lo que quiere. Una pista incriminatoria: empieza por 'Pro-'.
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