Ante la ausencia de “Boss” y Kelsey
Grammer en los Emmy de este año queda la polémica que pueda generar en
paralelo. El abandono de una entrevista por la aparición en el material
introductorio de fotografías de su odiada ex mujer, ha generado cierta controversia y
‘relleno’ informativo. “Backflash”
es el sexto capítulo de la segunda temporada de la
serie de calidad de la cadena Starz. “Mania”, el anterior capítulo, abrió
numerosas posibilidades que ahora tienen una clara representación. No sabemos
si la serie puede dar un completo giro y cambiar radicalmente de la noche a la
mañana o ampliar el campo de tragedia anterior. Puede que uno de sus secretos,
aparte de las credenciales tanto en dirección como en guiones, sea su capacidad
permanente de sorprender sin que el espectador conozca de antemano con lo que
se va a encontrar cada semana. Es momento de repasar lo vivido y conocido en “Backflash”.
“Backflash” se convierte en un capítulo con tres grandes revelaciones que retoman el pasado de los protagonistas en ese juego que propicia el juego de palabras de su título. Hay avances en el envoltorio pero los que eran secundarios hasta el momento toman el protagonismo. Tom Kane ha huido al ser incapaz de controlar los síntomas de su grave mal mental. Sabemos que va a acudir a clínica en Toronto donde aplican un tratamiento experimental que es capaz de curar la enfermedad que padece. Obviamente durante esa supuesta curación nos van a dar un montón de información para recordarnos el pasado de los protagonistas de “Boss”. Ezra sigue, no obstante, al ataque en ese capítulo para recordar el pasado y los crímenes de Tom…
Mientras tanto, Chicago arde por los desalojos forzosos de los residentes de los Jardines Lennox. Mona Fredricks e Ian Todd quedan como simples marionetas ante la toma de poder de Meredith que conoce de antemano que su marido está siendo tratado y se comunica con el mismo a través de SMS para trazar el plan: vende la ausencia de su marido como una visita a Washington por llamamiento del FBI por su atentado, indica a los medios mediante su aparición que el alcalde se encuentra en el ayuntamiento y toma el rumbo de la crisis utilizando sus contactos para que el actual Gobernador convoque la actuación de la Guardia Nacional para poner fin a las revueltas y frenar la milicia callejera que parece haber impuesto el Concejal Ross. El plan sale bien pero sabe que Walsh saldrá reforzada para ganar las elecciones estatales. Zajac, al estar virtualmente derrotado, decide dar un paso a favor de los propietarios desahuciados que se niegan a abandonar sus hogares. Se enfrenta a los medios por primera vez y es arrestado…
Y llegamos al carrusel de revelaciones y cliffhangers: veremos numerosos flashbacks del Alcalde Rutledge y un ‘rejuvenecido’ Tom Kane. El paralelismo se establece en los disturbios que se produjeron en el 93 con catastróficas consecuencias que a día de hoy persiguen la conciencia del protagonista. El tratamiento parece exitoso pero ahora los peligros ya no son su enfermedad sino los actos que ha cometido en el pasado. Confirmamos que Ian Todd es su hijo y que puede estar allí para vengar a su madre maltratada y humillada por Tom y querer ocupar su lugar, Kitty y Sam formalizan su relación sexual y la asesora descubre que los documentos filtrados a la prensa fueron obra de Ezra y Emma descubre que el estado de saludo de su abuelo es obra de su padre (y madre). ¿Qué ocurrirá a partir de ahora con los anteriores nuevos elementos?
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