Lee
Iacocca
En su primera
temporada nos dieron los 13 siguientes pasos:
Primer episodio, “Happiness”, felicidad, segundo “Trust”, confianza, tercero “Fear”, temor, cuarto “Acceptance”, aceptación, quinto “Respect”, respeto, sexto “Conscience”, conciencia, séptimo “Pride”, orgullo, octavo “Anger”, ira, noveno “Compassion”, compasión, décimo “Isolation”, aislamiento, undécimo “Doubt”,
duda,
duodécimo “Sacrifice”, sacrificio
y decimotercero y último “Identity”,
identidad.
Y ahora, en esta
segunda temporada:
Primer episodio “Progress”,
progreso,
segundo “Letting Go”, dejarlo
estar,
tercero “Dignity”, dignidad,
cuarto “Guilt”, culpa,
quinto “Now”, ahora, sexto “Crontol”, control, séptimo “Avoidance”, evasión,
octavo “Truth”, verdad y ahora “Service”, servicio.
“Wilfred” continúa
como un objeto de culto con su personal humor. Digamos que no estamos
familiarizados con remakes americanos de series australianas e incluso con ficciones
televisivas de tal nacionalidad. “Farscape” o “Retorno a Edén”, como
mini serie, podrían ser las más populares a nivel global. Pero “Wilfred” es
una sitcom, una comedia negra y extraña que a veces se pone seria y no sabemos
dónde se dirige. Después del giro producido en “Truth”, llega el noveno
capítulo de la segunda temporada, “Service”, para mostrarnos de nuevo el camino.
Es momento de “Wilfred”
pase página y vuelva a reinventarse aunque no sepamos hacía qué… Todos los
compañeros de Ryan se encuentran reunidos. Todos, menos Allison.
La chica no ha superado la ruptura de su relación con Ryan y ha estado
toda la semana ‘enferma’. Kevin bromea sobre el asunto pero llega Jeremy
y les informa que la competencia les ha ganado: tiene el fármaco antes que ellos
y los inversores se han ido de la compañía. No obstante, Jeremy les da
un gran discurso inspirador al que todos aplauden. Finalmente se disculpa y les
indica que necesita llamar a su mujer. A los pocos instantes se escucha un
disparo y sangre y sesos impactan contra un cristal cercano. La policía y los paramédicos
retiran el cadáver.
Wilfred
aparece con la boca llena de sangre indicando que alguien ha comido parte de
los sesos de Jeremy…
Han pasado dos
semanas y Ryan sufre una terrible depresión. Se encuentra en su sótano ‘fumando’
cuando le llama su hermana Kristen y le recrimina que no haya aparecido
a la revisión. Su hermana desea que esté en la sala de parto cuando dé a luz…
pero Ryan está en un punto muerto… nuevamente. Esta vez un mensaje de su
madre indicando que necesita verlo le hace volver al mundo y nos trae de vuelta
a Catherine Newman. El motivo es que Mitones, su gata, ha muerto
y la madre de Ryan y Kristen está desolada. Ryan intenta
hacer que su madre se ocupe del parto aunque Kristen desea matar a su
hermano. El doctor les informa que no es recomendable que salga de las
instalaciones e incluso les indica que deben ‘aumentar’ su tratamiento por
temor a una recaída por la muerte de su gato. Ryan tendrá que convencer
a su madre que ese cambio va a ser para bien.
Wilfred aparece con la boca llena de sangre indicando que alguien ha comido parte de los restos de Mitones…
Ryan
habla con su madre y al mirar el álbum de fotos recuerdan cuando ella le
ayudaba a pintar. Hablan de la ‘atención médica’ y de su locura pero también de
Mitones y de sentirse útil. Ambos comparten cierta necesidad de escapar
y dejar todo atrás. Ryan quiere llevar a su madre a Méjico y su hermana
por teléfono le recuerda que está cometiendo una locura: Catherine es
mentalmente inestable y debe tomar su medicación. Paran para comprar fruta
orgánica y Ryan se da cuenta que no lleva medicación encima: su bolso
está lleno de tierra para gatos. Para colmo quiere conducir y son detenidos por
la policía. Su madre se da a la fuga y golpea con el coche la moto del agente y
Ryan le pide que le deje conducir… pero cuando baja del coche su madre
arranca y se lleva a Wilfred. Su hermana hace acto de presencia y,
aunque discuten, se da cuenta de un desvío donde reglan gatitos. Allí está su
madre que rehúsa a tomarse la medicación y Kristen, para colmo, se pone
de parto. El hospital más cercano está a 80 kilómetros y su hermana, que asiste
partos, le dará las indicaciones. Ryan tiene que actuar y romper su
vertiente pasiva y estática. Es momento de dar servicio al prójimo para esa
catarsis y cambio positivo que necesitan tanto Ryan como su madre.
El pequeño nace, su hermana es trasladada a un hospital y Catherine
al ver la cara de su nieto recupera en cierta medida la cordura.
Ryan
visita a su madre pasados unos días en su nueva residencia y se encuentra
pintando el ‘lado humano’ de Mitones. Ryan se pone a pintar con
ella. Tuvo una gran maestra y ahora el gran misterio es saber qué pintará Ryan
con su vida: parece que su padre y su ex mejor amigo podrán darnos futuras
respuestas.
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