Páginas Bastardas

viernes, 3 de agosto de 2012

Sin rastro: Amanda Seyfried trata de salir del hoyo en el que se encuentra su carrera

“Sin rastro”
(2012)
EEUU
Director: Heitor Dhalia
Título original: “Gone”

Sinopsis (Página Oficial):

En el ‘thriller’ de suspense “Sin rastro”, Jill Parrish (Amanda Seyfried) llega un día a su casa después de trabajar un turno de noche, para descubrir que su hermana, Molly (Emily Wickersham), ha sido secuestrada. Jill, que ya tiene experiencia en esa materia, tras haber logrado escapar de las garras de un asesino en serie que la secuestró un año antes, está convencida de que se trata del mismo individuo, que ha regresado y se ha llevado a Molly. La policía cree que Jill está loca, por lo que no se muestran muy dispuestos a malgastar sus recursos para ayudarla. Al temerse que Molly pueda estar muerta para la puesta de sol, Jill decide emprender por su cuenta una estremecedora persecución para encontrar al asesino, sacar a la luz sus secretos y salvar a su hermana.

Crítica Bastarda:

“Sin rastro” parte para el lucimiento de su actriz principal, Amanda Seyfried, con cánones obsoletos y mal desarrollados desde su enfoque y premisa. Es, en definitiva, una víctima condenada a lidiar con ese asesino cinematográfico en serie llamado olvido. Es curioso que el propio productor tuviera una imagen residual que dio pie al guión de Allison Burnett, autor de otro thriller con asesino en serie muy prescindible como “Rastro oculto”. Esa imagen grabada como una fotografía era la de una chica en mitad de un bosque dentro de un agujero escavado en el suelo. Con la misma se ha engendrado un guión que extrañamente nunca tuvo que salir del hoyo (mental) donde se encontraba retenido. Se desconoce si el modelo a seguir es “El silencio de los corderos” o “Sé quién me mató”.

¿¡Estoy enfadada o loca!?
Las cartas de “Sin rastro” son mostradas rápidamente y una vez en ese punto se decide por un thriller de investigación a contrarreloj con todo en contra. El personaje se convierte en esa solitaria sombra inicial que tendrá que luchar (nos remarcan que está perfectamente entrenada en defensa personal y además lleva pistola) para hallar a su hermana y conocer la identidad del captor de ambas. El asesino en serie no se sabe si es familia de Forrest Gump o ha dejado pistas, como migas de pan, para que no se pierda de nuevo la heroína en ese terrible bosque llamado guión.

Persiguiendo a un fantasma
Un espectador avispado verá al asesino en menos de diez minutos. Luego, todos son feos y sospechosos y aparece ese reiterativo cliché de este tipo de cintas: un par de sospechosos con los que jugar al despiste. Que Jennifer Carpenter (conocida por su papel de Debra Morgan en “Dexter”) acabe haciendo papeles de madre camarera es ligeramente desolador para su futuro pero que se trate de concebir un thriller tan poco cuerdo y con tan poca cuerda es similar a convertir a la audiencia en victimas de otro tipo de asesinato en serie neuronal.

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