Páginas Bastardas

sábado, 17 de marzo de 2012

De tu ventana a la mía: Tres mujeres, Tres ventanas

“De tu ventana a la mía”
(2011)
España
Director: Paula Ortiz

Sinopsis (Página oficial):

Violeta, Inés y Luisa son mujeres de edades diferentes, cuyos días transcurren en aparente placidez, al otro lado de la ventana. Los campos de trigo, el refugio en la montaña y las calles de una vieja ciudad, son los lugares donde “De tu ventana a la mía” recrea sus vidas, sutilmente tamizadas por la luz y la belleza de los recuerdos. La película se ambienta en ese pasado mágico donde aún era posible el sueño adolescente en los bosques, la mirada lejana de una madre en la aridez del desierto y el recuerdo otoñal de la madurez en la casa encerrada. Mujeres que parecían vivir en silencio, pero cuyos recuerdos guardaban secretos, pasiones, sueños.

La película entreteje los mundos de estas mujeres como un ovillo de lana que mágicamente rueda de una vida a otra, hasta que un día sufren el golpe inesperado de la pérdida, la ausencia y el dolor. Violeta, encerrada entre flores por su tío, decide atravesar el túnel y buscar a Manuel. Inés, campesina en el erial del desierto, lucha por su dignidad y la de Paco, su marido encarcelado. Luisa hace frente a la muerte para buscar al verdadero amor de su vida. Y a lo largo del camino, las tres encontrarán un sentido vital y una cierta felicidad. Esta película es su retrato íntimo y emocional, un visillo tejido con sus hilos, luchas, silencios y pequeñas victorias. Porque hay historias de amor que son como las amapolas… rojas, frágiles, casi viento, pero se agarran a la garganta toda la vida.

Crítica Bastarda:

De tu ventana a la mía” es un canto a la supervivencia que se eleva en el aire mediante el aleteo que marca el regreso de tres almas femeninas a sus respectivos cuerpos, para proseguir con el camino de sus vidas. Esas tres mujeres son Violeta, Inés y Luisa, cuyo abanico existencial se refleja en tres épocas y tiempos distintos. Las tres parecen estar diluidas en el paisaje donde integran sus vidas y miserias, arrebatos, pasiones, felicidad, temores y tragedias personales. Precisamente denota el retrato y hagiografía de una mujer por tres edades que están tejidas y unidas por el hilo de la vida, mostrado en ese ovillo que muestra el encuentro y el relevo. La juventud, la edad adulta y la madurez juntas en tres mujeres que nos dan piezas del puzzle que componen sus vidas y al mismo tiempo se unen, a través del tiempo y la distancia, entre sí. Ya sean mariposas, sueños de matrimonio y descendencia o el cine y mitos inalcanzables e inimitables de Hollywood, cada una de esas tres mujeres se encontrará ante la soledad y tendrá que volar hacia su libertad interior. A ese temido reencuentro con ellas mismas y su corazón.

República
Paula Ortiz ha hecho una película irregular, que se acerca peligrosamente a la Isabel Coixet de “A los que aman”, pero donde intenta buscarse a sí misma en ese compendio emocional de voces en off, clímax con canciones, estilismo visual desbordante y un gran uso del montaje. No todas las historias están igual de compensadas y creo que la que origina Luisa con su beso idealista de esas películas que enmudece, su pasión por Alfredo Kraus y su encierro físico y existencial que endurece una grave enfermedad, es la mejor de las tres. Un sufrimiento que enlaza metafóricamente con la transición, las ansias de libertad y la necesidad de amar. Historia que remarcan esos edificios en ruinas que muestran el interior vacío del personaje. De nuevo, el paisaje parece alzar la voz interior de las protagonistas y se convierte en el auténtico pasajero y pareja de sus vidas.

Posguerra
Puede que ese mal de amores de Violeta, que tal y como refleja su nombre se convierte en otra flor frágil a modo de amapola, no conduzca su buen potencial visual frente al narrativo. Tampoco esa tragedia terrible que sufre Inés posiblemente luzca plenamente pese a tener una perfecta puesta en escena muy a lo “El viento” de Victor Sjöström. Los tópicos que la rodean la maniatan para que solamente salga a flote detalles aunque el cliché ahonda en la idea y premisa inicial y le resta enteros al conjunto. Lástima que el tema nominado al Goya de Alis, ‘Debajo del limón’, no pegue ni con cola en la Posguerra y dote de cierta sensación de anuncio al filme en uno de sus momentos supuestamente más bellos.

Transición

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