(2011)
EEUU
Director: Stephen
Daldry
Título original: “Extremely Loud and Incredibly Close”
Sinopsis (Página oficial):
Basada
en la elogiada novela del mismo título, “Tan fuerte, tan cerca” cuenta
la historia de la odisea de un chico joven que empieza con una pérdida
desgarradora y termina con el poder curativo del auto-descubrimiento, con los
trágicos sucesos del 11 de septiembre como telón de fondo.
Oskar
Schell es un
niño excepcional de once años: inventor aficionado, francófilo, y pacifista. Al
encontrar una llave misteriosa, propiedad de su padre muerto en las Torres
Gemelas el 11 de septiembre, emprende un viaje excepcional, una búsqueda
urgente y secreta que le hace recorrer los barrios de Nueva York. Mientras Oskar
deambula por la ciudad, encuentra un grupo variopinto de personas, todas
supervivientes a su manera. Al final, la travesía de Oskar termina donde
empezó, pero con el consuelo de la experiencia más humana: el amor.
En
el cartel de “Tan fuerte, tan cerca” se anuncia que «no es una historia
sobre el 11 de septiembre, sino de cada uno de los días que le siguen» y yo me
pregunto si Stephen Daldry o el propio guionista estrella Eric Roth,
autor de libretos como “El curioso caso de Benjamin Button”, “Munich”
o “Forrest Gump”, se han dado cuenta que han hecho todo lo contrario.
Todo el sistema dramático de esta película funciona respecto al recuerdo sobre
una víctima del 11-S de una manera excesivamente manipuladora, pretendidamente
efectista, pornográficamente sentimental y extremadamente sensiblera. Tendría
perfecta cabida y justificación si fuera un telefilme pero es inentendible que
aparte de Daldry y Roth el proyecto tenga el respaldo y fachada
de Tom Hanks, Sandra Bullock, Max Von Sydow, Viola Davis
y aporte el descubrimiento de Thomas Horn.
Pandereta emocional |
La
idea de la historia propiciada por la novela de Jonathan Safran Foer,
autor de “Todo está iluminado” que adaptó muy meritoriamente Liev
Schreiber, es en teoría un material dramático emocionante y esplendoroso, que traza un recorrido desde la supervivencia de la Segunda Guerra Mundial
hasta los atentados en Nueva York en 2001. Una mirada al 11-S netamente humana,
desprendiendo la ira y el odio para provocar una guerra cuyas heridas todavía
siguen latentes. Una historia global, sin mencionar prácticamente la palabra ‘terrorismo’
y derivados, sobre las personas que continúan viviendo y buscando un sentido
para continuar. La búsqueda de un niño, tan inteligente como temeroso, de un mundo nuevo a través de una llave. Ese temor a que todo
se desplome y caiga y que tendrá que superar para encontrar el secreto que le podría
conectar con su padre fallecido. La grandeza de la historia se convierte en
apariencia y fachada. Todo es retratado desde el sentimentalismo barato, la
continuada inclusión de flashbacks sobre la figura paterna y los mensajes que
dejó en un contestador. Sería como si cada cinco minutos apareciera en pantalla
Jude Law en “La invención de Hugo”. No hay apenas nada auténtico en ninguno de los
diálogos de “Tan fuerte, tan cerca”
y la relación entre un niño armado con una pandereta y un viejo mudo con
libreta acaba en una simple pedorreta emocional.
Al menos, la película nos pide perdón ... |
De
momento, la única película meritoria sobre el 11-S me parece que es “United
93” de Paul Greengrass aunque la ficción norteamericana ha generado
grandes historias colindantes desde numerosos prismas. Lo que está claro es que
Daldry atrae la nominación al metal… Siempre le han nominado al Oscar con
toda su filmografía ya sea como Mejor Película o Mejor
Director… Pero que lo hagan con una cinta que se mueve al mismo nivel
barriobajero y dramático que “World Trade Center” de Oliver Stone
resulta triste y desesperanzador. “Tan fuerte, tan cerca” nos habla de
niños que quieren que sus padres se sientan orgullosos y de hallar un hueco en
el mundo para vivir la vida, dejando ir a los que han partido. Y todo lo anterior quedaba
resumido en poderosas imágenes, como su final, dejando apartada la verborrea de un niño
impertinente que no se calla ni debajo del agua y el sentimentalismo efectista
y manipulador. Nunca algo tan pretendidamente cercano fue tan fuertemente repelido por mi corazón.
Me gusta el trabajo cinematográfico de Daldry, pero debo reconocer que ha tenido mejores cintas y con la películaTan fuerte tan cerca nos queda a deber, si bien está llena de sentimentalismo faltan más elementos.
ResponderEliminarGracias por la ¿publicidad, SPAM? Daniela,
EliminarSaludos!