El gato con botas: El Gato que fue Zorro

“El gato con botas”

(2011)

EEUU

Director: Chris Miller

Título Original: Puss in Boots

Sinopsis (Página Oficial):

Mucho antes de que conociera a Shrek, el conocido espadachín, amante y fuera de la ley el Gato con Botas (Antonio Banderas) se convierte en un héroe al emprender una aventura junto a la dura y espabilada Kitty Zarpassuaves (Salma Hayek) y el astuto Humpty Dumpty (Zach Galifianakis) para salvar a su pueblo. Complicándoles las cosas por el camino están los infames forajidos Jack (Billy Bob Thornton) y Jill (Amy Sedaris), que harán cualquier cosa para que Gato y su banda no lo consigan.

Crítica Bastarda:

Ante el agotamiento de la franquicia “Shrek” toca invocar al spin off mediante uno de sus personajes más carismáticos y menos explotados: El Gato con Botas. Le han llamado de todo, desde el amante peludo hasta la furia naranja, y en su aventura propia están todos los predecibles elementos para completar el esperado entretenimiento. No es que una película como “El gato con botas” vaya a ser, a estas alturas, reveladora pero este trabajo de Dreamworks cumple las expectativas mínimas de entretenimiento: una historia sobre amigos, héroes y villanos con un humilde gato que intenta buscarse la vida y un consorte ‘oscuro’.

Echarle huevo(s)

Parece que Banderas utiliza el personaje para caricaturizar y reírse de anteriores personajes que ha interpretado en “EL Zorro” o “Desperado” y los huevos de oro y frijoles mágicos son una especie de mcguffin para poner el piloto automático. Con algunas frases ingeniosas… y el ‘Americano’ de Lady Gaga sobre unos originales créditos finales dejan ese reflujo y flujo de parodia de western y del propio Banderas.

El nuevo héroe de la taquilla de Dreamworks

Tal vez el error precisamente sea la canción de Gaga pero no en sí misma sino lo que representa. Encajaría mejor en un proyecto animado y gamberro de Robert Rodriguez, a modo de auto-parodia animada y referencia a la Serie B, pero Chris Miller no llega a hacer ese homenaje al western (spaghetti en el menú y mejor servido por un chef llamado Tarantino) que proponía su premisa.