Dexter (6x12) This Is the Way the World Ends: Leones y Corderos

Esta sexta temporada de “Dexter” seguramente figure en su historia como la peor de todas las que componen la notable, querida y popular serie de Showtime. La idea de crear una temporada en la que Dexter Morgan vea los beneficios y peligros de la fe han quedado plasmados en un esbozo interesante con los secundarios que han rodeado al protagonista para representar la luz y la oscuridad: Mos Def como el Hermano Sam y Edward James Olmos y Colin Hanks como los Asesinos del Juicio Final. Pero algo no ha cuajado en el desinterés que generan el resto de secundarios , donde sólo ha salido fortalecida Debra Morgan y tal vez Laguerta en la recta final. Las nuevas aportaciones con Louis Greene parece que van a dar juego en el futuro pero una temporada de “Dexter” sin un antagonista a su altura no es una temporada de “Dexter”. Parte de la culpa la tiene tal vez la interpretación de Colin Hanks que funcionaba mejor desde la inocencia y controversia interior antes que su ‘cara de niño cabreado’ que no crea ningún tipo de terror. Con la renovación de dos temporadas ahora queda por enmendar lo que nos ha dejado “This Is the Way the World Ends”, duodécimo y último episodio de la sexta temporada de temporada de “Dexter”. La finale nunca ha sido tan finale…

“Dexter” no estará nominada a la Mejor Serie Dramática en los próximos Globos de Oro donde sí estará Michael C. Hall. Esa pérdida de poder se venía venir por la bajada de calidad general que despierta esta última temporada frente a series nuevas más poderosas y sumamente interesantes como “Homeland”, “Boss” o “Juego de Tronos”. Puede que el error haya sido quitar del medio y restar protagonismo a Edward James Olmos, Profesor James Gellar para los amigos de “Dexter”, a favor de Colin Hanks que finalmente se ha erigido como antagonista de la temporada encarnando al psicótico Travis Marshall. El primero tiene las tablas que le faltan al segundo y sus recursos interpretativos han demostrado ser bastante limitados de cara a parecer y ser ese Asesino del Juicio Final. En el anterior capítulo, “Talk to the Hand”, se recreaba el retablo de El Lago de Fuego con un Dexter que escapa nuevamente de la muerte en el último suspiro… pero que queda en alta mar sin posibilidad de salvación salvo por uno de los restos del bote en la explosión que se produce… Dexter se da cuenta que lo único que va a echar en falta en este mundo si desaparece es a su hijo Harrison. Pero, como en toda serie con guionistas protectores de sus intereses, aparece un elemento salvador. ¿Dios?

Todos contra la Apocalipsis

Un barco de inmigrantes ilegales recoge a Dexter Morgan de su inmediata muerte tras hundirse su única vía de salvación… Allí no todo son rosas ya que el dueño de la embarcación exige a todos dinero a punta de pistola y Dexter se convierte en salvador de todos ellos. Posiblemente es la primera vez que Dexter Morgan mata a sangre fría y a punta de arpón delante de tanta gente. Nadie va a delatarlo, obviamente, ya que el interés y bien común apremia. Dexter lleva la embarcación a buen puerto y es recogido por Jamie Batista y su hijo. La primera se traga la historia de que se cayó de su barco y su hermana se alegra de verle tras un informe de que tu bote ha aparecido en tierra. Esa secuencia, con las ínfulas incestuosas de una y la vuelta a la vida descamisado de otro, crea una notable tensión sexual… Con un ‘te quiero’ le vale a Debra aunque la confunde más y nuevamente es momento de volver al diván… aunque, antes, hay que resolver el crimen más difícil en su corta vida profesional de Teniente. Y es que Travis se ha ‘alojado’ en una casa aniquilando a sus dos inquilinos pero en su salida la escena del crimen es descubierta por la policía de Miami. ¿¡Dónde irá Travis!? La cartera de Dexter y las llaves de su casa tienen la respuesta. Mientras tanto para no liarlo todo la policía espera a Dexter para que descubra que está pintando (la pintura artística de Travis en tiempo récord ha sido una de las sorpresas de la temporada) en el retablo de El Lago de Fuego. Le da tiempo a destruir su cara pintada para tener vía libre directa a Travis y también a descubrir donde escenificará el último sacrificio y ritual antes de un eclipse solar…

Padre e Hijo

Con todo en juego también es necesario mirar a esos satélites de carne y hueso que orbitan alrededor de Dexter y Debra. Todos pensábamos en purgar sus pecados con la muerte pero finalmente seguirán con nosotros. ¿Todos? Mike Anderson no sabemos quién es… Angel quiere transferir a Quinn y éste quiere permanecer cómo sea. Tom Matthews jubilado y Laguerta en su puesto dando golpes a Debra… pero ésta descubre que tiene también un punto y nexo de confianza en la operación para capturar a Travis en las azoteas de todos los edificios altos de la ciudad. Seguramente en la próxima temporada veamos esa relación de Laguerta-Debra como jefa y subordinada… pero también como consejera… Louis Greene finaliza sus prácticas y sigue obsesionado con Dexter. Masuka puede que le llame como colaborador puntual en el futuro… y la mano prostética que envía a Dexter es recogida por Travis en el apartamento de Dexter. Es decir, que no veremos el impacto de ambos hasta la próxima temporada. Jamie Batista sigue siendo niñera gracias a que Travis no se la carga y permite tanto a ella como a Harrison ir a la escenificación infantil de niños y padres del Arca de Noé…

Preparando las herramientas

Travis encuentra en Harrison, el hijo de la bestia, ese cordero que necesita para hacer su sacrificio antes del eclipse e inicio del Apocalipsis. Dexter y Harrison van disfrazados de leones, como supimos en episodios anteriores, a ‘subir’ al Arca de Noé. Tal vez una metáfora de que es necesario ser león (y no cordero) para sobrevivir al fin del mundo…Travis secuestra al hijo de Dexter fácilmente y en un despiste de éste. La ventaja que tiene el Sr. Morgan es que sabe a dónde se dirige y que va vestido para la ocasión. Me ha parecido un detalle curioso que en este episodio el ‘uniforme’ de asesino en serie se luzca a pleno sol y en público. Travis mata fácilmente al guardia que custodia la azotea del Edificio Transcorp… ¡con la ayuda de Harrison! Es cierto que anteriormente habíamos visto la facilidad que tiene Travis para empatizar con los más pequeños aunque de ahí a que salgan corriendo por la azotea a voluntad… Travis prepara el ritual antes de que se produzca el eclipse y Dexter llega a tiempo de hacer un intercambio. Travis exige que se auto-inyecte el sedante y Dexter accede si deja a su (traumatizado) hijo en el ascensor. Pero el as que guarda en la manga Dexter es que no está dormido y reduce a Travis para llevarlo a su mesa… en la iglesia donde se confeccionaron los crímenes del Asesino del Juicio Final.

El futuro se llama Louis

La trama que creo que más interesa esta temporada es la relación entre Debra y Dexter. Por fin Debra se lo confiesa a la psicóloga de la comisaria: está enamorada de su hermano no biológico aunque tiene que decírselo a Dexter y esperar su reacción. Debra había mandado hacer un barrido forense para dar por cerrada la iglesia abandonada y Dexter la utiliza para matar a Travis no sin antes dialogar sobre Dios y el destino.

«No, creo que pertenezco a este lugar. Porque quizás hay un sitio para mí en este mundo… justo como yo soy. La luz no puede existir sin la oscuridad. Cada cual tiene su propósito. Y si hay un propósito para mi oscuridad quizás es traer algo de equilibrio al mundo. Porque, afróntalo, el mundo va a ser un lugar mejor sin ti.»

Dios había mandado a Travis a la mesa de Dexter pero Debra a su vez acaba en ese mismo lugar e instante. Dexter y Debra unidos por una mirada y sorpresa que complementa la evolución de la anterior… donde Debra no quiso correr la cortina donde se encontraban Dexter y Lumen. Ahora el hombre que ama está delante de él completamente desnudo. Al parecer, “Dexter” se reinventa en la próxima y séptima temporada… ¿Podremos aguantar o correrá la sangre?