Ficción Alternativa: Boss y Enlightened

En vista de ese día de Acción de Gracias (Thanksgiving) y continuación en el presente #blackfriday nos han abandonado dos de las dos series sobre las que se realiza un seguimiento en este bastardo blog. Hablo de “The Big Bang Theory” y “Community”. De la primera se puede correlacionar con su enorme éxito de audiencia y decadencia en cuanto calidad (pese a esas engañosas nominaciones a los Emmy paridas de la popularidad) y de la segunda a su fiasco en audiencia y alza monumental de genialidad que podría dar a su cancelación. Por cierto, #savecommunity.  Para muchos, una de las mayores sorpresas de la temporada, “Homeland”, es una gran desconocida pero para una amplia mayoría apenas ha sabido algo de las otras dos novedades, a mi juicio, más interesantes venidas del otoño estadounidense catódico. Hablo, esta vez, de “Boss” (Starz) y “Enlightened” (HBO). Aunque ambas cuentan con rostros conocidos como Kelsey Grammer y Laura Dern si uno juzga sus puntuaciones en redes sociales de cine y televisión, su repercusión en medios digitales y, finalmente, cualquier estimulo global se dará cuenta de que son dos ficciones completamente alternativas y al margen de la ley. Que “Boss” sea producida por Gus Vant Sant parece que no es casualidad como que figuren en los créditos de los últimos episodios “Enlightened” la dirección de Jonathan Demme. Y como en este bastardo blog no se está haciendo un seguimiento exhaustivo de las mismas es el momento de ver y analizar los avances de sus respectivas primeras temporadas, que esperemos no sean las últimas.

“Boss”. El último episodio emitido fue el 18 de noviembre con el título de “Remembered” que corresponde al quinto de su primera temporada. La decadencia de poder y de salud de Tom Kane, alcalde de Chicago, sigue siendo la portada y escaparate de la serie. Únicamente su hija con la que no ha tenido relación en años es la única persona que comparte el secreto de su enfermedad degenerativa y le suministra los medicamentos de su novio camello. Las primarias se avecinan con dos candidatos y sólo uno de ellos tiene el beneplácito de Tom. Pero ahora mismo, mientras mantiene como puede su enfermedad en secreto, todos comienzan a sentir su debilidad por los recientes escándalos de corrupción surgidos y se prevé un ataque colectivo sin precedentes. Su mujer sabe algo y su mente comienza a pasarle muy malas pasadas. Los primerísimos planos de los personajes que componen “Boss” sitian al espectador en esos rostros que parecen mapas a la deriva. No es de “The Wire”, extrayendo su capa política, pero su tono crepuscular sobre la mirilla de su poderoso  y enfermo personaje principal atrae casi por igual.

Atrapado en mundo que se borra de su cabeza

“Enlightened”. Las relaciones laborales, sociales y familiares centradas en la figura de Amy Jellicoe, una persona auto-destructiva reformada en una neo-hippie en un mundo alienado, frío, gris y hostil, son el motor de “Enlightened”. He leído varias crítica bastante negativas escritas desde los primeros capítulos e infundadas en los originarios pensamientos como comedia de una serie que realmente no lo es, aunque juegue a veces por dicha vertiente. La nueva joya oculta de la HBO es completamente distinta utilizando retales previos aunque su baja audiencia podría provocar que no fuera renovada para una segunda temporada. Ahora mismo la serie ha situado a su personaje principal aislada de su antiguo trabajo y compañeros aunque su relación con su antigua subordinada y ahora ocupante de su anterior puesto de trabajo ha mejorado. Relegada a ser lo más fashion de una especie de versión americana y aséptica de “The IT Crowd”, con un jefe pervertido y un compañero nerd enamorado de ella. Su ex siente algo todavía por ella aunque su incorregible y hedonista comportamiento no va con su estilo. Tampoco su madre la entiende, ese mundo de ejecutivos y trajes ya no le resulta sexy, y esa luz que fluye de sus pensamientos con voz en off son lo único que tiene un personaje que parece ir en contra (que no a la deriva)  de un mundo preestablecido y carente de emociones. El cameo y personaje de Robin Wright en el séptimo episodio (uno de los mejores emitidos hasta la fecha) y el destape de sentimientos de su atento compañero (y único amigo) Tyler en el octavo y último episodio nos deja también iluminados por el potencial de una serie inclasificable y altísimamente recomendable a propios y más a extraños. 

Atrapada en mundo gris