“Smokey and the
Bandit” es el
título del tercer episodio de la sexta temporada de “Dexter”. Lo conocemos en España como “Los
caraduras” con Burt Reynolds y
es referenciada en el capítulo como distracción visual y de diálogo ante un
nuevo caso y trama episódica. Y “Dexter”
se caracteriza, aparte de su popular protagonista y su voz en off interior que
le divide, por esas pequeñas muestras (y no de sangre) que suelen salpicar los
episodios y temporadas. El crecimiento humano de Dexter Morgan se realiza con la muerte y mediante sus víctimas que
eran terribles villanos. Hemos visto que en anteriores temporadas y numerosos
asesinos en serie ajusticiados y sometidos a su propia medicina el propio Dexter
se ve reflejado en ellos… ya sea mediante su pasado, presente y futuro. Sólo así podrá
cambiarlo y dar a su hijo un padre que posea la humanidad que le arrebató ese
pasajero oscuro e interior. ¿Podrá la fe darle esperanza a un ser que nunca la
tuvo? ¿Podrá esta vez de verdad?
Debra Morgan ocupa su puesto de teniente
pero tiene que hacer frente a las presiones de Quinn y LaGuerta. El
primero piensa que le dejó para ascender tal y como hizo la ex mujer de Batista y la segunda quiere ayudar pero
también imponer. Debra sigue finalmente los consejos de su hermano y se aferra
a sus instintos… esos que nunca le
fallan pero Quinn intenta mal-meter
(y meterla) en todos lados y LaGuerta avisa
a Debra que se quedará sola si algo
falla. Ficha a Mike Anderson de
Chicago y veremos ‘qué será lo que tiene el negro’. O la rubia… Masuka liga con su pupila pero ésta
tiene otros planes fetichistas para una de las pruebas (la prótesis) del
asesino de hielo y hermano de Dexter,
que tan buenos ratos nos proporcionó en la primera temporada. Veremos qué rumbo
tiene o tienen…
Nuevo personaje, mal primer encuentro... |
Precisamente
ese elemento de distracción plasmado en un coche que Batista vincula con la película de Reynolds es el punto de investigación del asesinato de una
prostituta. Dexter detecta que un incisivo
lateral parece que ha intentado ser arrancado aunque podrían ser efectos de los
golpes que recibió. Sí, la nostalgia de Batista
da pie a la de Dexter Morgan. El álbum
de recuerdos que confeccionaba Dexter
con psicópatas podría vincular ese crimen con el del Ratoncito Pérez (realmente es el Hada de los Dientes), el
sobrenombre de un popular asesino en serie de los 80 de Oregón al que nunca se
consiguió atrapar. Fue demasiado listo para la policía. No le pudieron coger…como
a Burt Reynolds con su Trans Am. Ahora
debería tener 70 años y estar jubilado en Miami. Dexter lo encuentra en un residencial para la tercera edad y se
llama Walter Kenney, que se mudó
hace cinco años. Parece que todo sale perfecto porque Kenney le facilita la identificación como el famoso asesino Ratoncito Pérez y le desvela un pequeño
almacén donde guarda los dientes que arrancó a sus víctimas, aparte de material
pornográfico.
No será la última vez que veamos a Mos Def |
“Dexter” siempre se ha caracterizado
por mostrar los paralelismos de los asesinos en serie que caza Dexter con su futuro oscuro. Aquí se da
cuenta de que todo queda reducido a una caja con dientes o sus muestras de
sangre. No hay nada. Le queda Harrison
pero Kenney también tiene un hijo
con el que perdió el contacto y no quiere saber nada de su padre. Solo y nada.
Porno, medicación y un asesinato para volver a ser algo… ¿Eso es lo que le
espera a Dexter Morgan? Pero si a Kenney no le atraparon fue por algo y
aquí tiende una trampa a Dexter.
Averigua que trabaja para la policía y sabe que le ha descubierto. Pero también nuestro protagonista es un hombre de recursos: el
coche que había arreglado Hermano Sam, que
invita a Dexter e hijo a una barbacoa
playera con bautizo, queda otra vez listo para el taller por empotrarse en una valla.
En la mesa Kenney muestra a Dexter su futuro: cuando ya no pueda cazar
asesinos en serie, ¿qué hará? Los pañales para adultos, como un hombre viejo y
triste… parece un futuro desolador. Dexter
le asesina con la almohada fingiendo un ataque cardíaco para negarle su verdadera
identidad pasada y que muera como otro más de la residencia. No obstante, se
replantea qué haría si no tuviera a su hijo o éste se distanciara de él, como le ocurrió a Kenney. Llegaría el caos y la perdición
y accidentalmente, en casa, la caja de muestras de Dexter cae al suelo desordenando todo. Es momento de buscar en otros rincones y se
avecina un cambio.
Podría
estar vinculado al de los asesinatos que cometen Travis Marshall y el profesor James
Gellar. Ambos nos muestran el
purgatorio al que someten a una víctima encadenada y secuestrada y que Marshall va a tomar el legado de Gellar. La redención parece ser su objetivo
para… liquidarlo y exhibir su cabeza y miembros atados a par de caballos… Ha
comenzado la acción.
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