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martes, 18 de octubre de 2011

Dexter (6x03) Smokey and the Bandit: El Ratoncito Pérez

“Smokey and the Bandit” es el título del tercer episodio de la sexta temporada de “Dexter”. Lo conocemos en España como “Los caraduras” con Burt Reynolds y es referenciada en el capítulo como distracción visual y de diálogo ante un nuevo caso y trama episódica. Y “Dexter” se caracteriza, aparte de su popular protagonista y su voz en off interior que le divide, por esas pequeñas muestras (y no de sangre) que suelen salpicar los episodios y temporadas. El crecimiento humano de Dexter Morgan se realiza con la muerte y mediante sus víctimas que eran terribles villanos. Hemos visto que en anteriores temporadas y numerosos asesinos en serie ajusticiados y sometidos a su propia medicina el propio Dexter se ve reflejado en ellos… ya sea mediante su pasado, presente y futuro. Sólo así podrá cambiarlo y dar a su hijo un padre que posea la humanidad que le arrebató ese pasajero oscuro e interior. ¿Podrá la fe darle esperanza a un ser que nunca la tuvo? ¿Podrá esta vez de verdad?

Debra Morgan ocupa su puesto de teniente pero tiene que hacer frente a las presiones de Quinn y LaGuerta. El primero piensa que le dejó para ascender tal y como hizo la ex mujer de Batista y la segunda quiere ayudar pero también imponer. Debra sigue finalmente los consejos de su hermano y se aferra a sus instintos… esos que nunca le fallan pero Quinn intenta mal-meter (y meterla) en todos lados y LaGuerta avisa a Debra que se quedará sola si algo falla. Ficha a Mike Anderson de Chicago y veremos ‘qué será lo que tiene el negro’. O la rubia… Masuka liga con su pupila pero ésta tiene otros planes fetichistas para una de las pruebas (la prótesis) del asesino de hielo y hermano de Dexter, que tan buenos ratos nos proporcionó en la primera temporada. Veremos qué rumbo tiene o tienen…

Nuevo personaje, mal primer encuentro...
Precisamente ese elemento de distracción plasmado en un coche que Batista vincula con la película de Reynolds es el punto de investigación del asesinato de una prostituta. Dexter detecta que un incisivo lateral parece que ha intentado ser arrancado aunque podrían ser efectos de los golpes que recibió. Sí, la nostalgia de Batista da pie a la de Dexter Morgan. El álbum de recuerdos que confeccionaba Dexter con psicópatas podría vincular ese crimen con el del Ratoncito Pérez (realmente es el Hada de los Dientes), el sobrenombre de un popular asesino en serie de los 80 de Oregón al que nunca se consiguió atrapar. Fue demasiado listo para la policía. No le pudieron coger…como a Burt Reynolds con su Trans Am. Ahora debería tener 70 años y estar jubilado en Miami. Dexter lo encuentra en un residencial para la tercera edad y se llama Walter Kenney, que se mudó hace cinco años. Parece que todo sale perfecto porque Kenney le facilita la identificación como el famoso asesino Ratoncito Pérez y le desvela un pequeño almacén donde guarda los dientes que arrancó a sus víctimas, aparte de material pornográfico.

No será la última vez que veamos a Mos Def
“Dexter” siempre se ha caracterizado por mostrar los paralelismos de los asesinos en serie que caza Dexter con su futuro oscuro. Aquí se da cuenta de que todo queda reducido a una caja con dientes o sus muestras de sangre. No hay nada. Le queda Harrison pero Kenney también tiene un hijo con el que perdió el contacto y no quiere saber nada de su padre. Solo y nada. Porno, medicación y un asesinato para volver a ser algo… ¿Eso es lo que le espera a Dexter Morgan? Pero si a Kenney no le atraparon fue por algo y aquí tiende una trampa a Dexter. Averigua que trabaja para la policía y sabe que le ha descubierto. Pero también nuestro protagonista es un hombre de recursos: el coche que había arreglado Hermano Sam, que invita a Dexter e hijo a una barbacoa playera con bautizo, queda otra vez listo para el taller por empotrarse en una valla. En la mesa Kenney muestra a Dexter su futuro: cuando ya no pueda cazar asesinos en serie, ¿qué hará? Los pañales para adultos, como un hombre viejo y triste… parece un futuro desolador. Dexter le asesina con la almohada fingiendo un ataque cardíaco para negarle su verdadera identidad pasada y que muera como otro más de la residencia. No obstante, se replantea qué haría si no tuviera a su hijo o éste se distanciara de él, como le ocurrió a Kenney. Llegaría el caos y la perdición y accidentalmente, en casa, la caja de muestras de Dexter cae al suelo desordenando todo. Es momento de buscar en otros rincones y se avecina un cambio.


Podría estar vinculado al de los asesinatos que cometen Travis Marshall y el profesor James Gellar. Ambos nos muestran el purgatorio al que someten a una víctima encadenada y secuestrada y que Marshall va a tomar el legado de Gellar. La redención parece ser su objetivo para… liquidarlo y exhibir su cabeza y miembros atados a par de caballos… Ha comenzado la acción.

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