Plaza de España (1x04) (1x05) Enigma / En el calor de la noche: Enigma en el calor de la noche

Perdió la gracia el invento. No hablo de la bajada de audiencia de “Plaza de España” el pasado lunes 8 de agosto y que ha sido sobrepasada, por primera vez desde su estreno, por el cine de Antena 3 y la hiperbólica broma del género de acción titulada “Shoot'em up” sino de la propia calidad de la serie ideada por Abraham Sastre y David Troncoso. Va cayendo y va bajando tanto su calidad como ese ‘risómetro’ que hace que una sitcom siga en pie de sonrisas y desopilantes carcajadas. No hablo de los actores (Gorka Otxoa, Javivi, Enrique Villén Mariam Hernández, Alfonso Lara, Goizalde Núñez, etc.) que están bien pero no así su inicial espíritu berlanguiano. Falta más dosis de Azcona y menos caspa made in Spain. “En el calor de la noche”, sexto episodio emitido, podría funcionar como una entrega de la nefasta “Hostal Royal Manzanares” pero en “Plaza de España” se queda muy corto para las pretensiones iniciales. No es por repetir sus defectos: sus títulos de crédito, la cancioncilla de Pepón Fuentes y David Troncoso, el empeño de trasmutar el formato de una sitcom para finalmente corromperlo y duplicarlo para rellenar la parrilla televisiva hasta en una cadena pública. Hill Valley debería buscar sustituta a “Muchachada Nui” y tal vez “Plaza de España” quede como un experimento en sus errores y ya pocas virtudes. Tal vez una serie que no pretende dar lecciones de historia acabe siendo historia.

Los dos nuevos capítulos emitidos por TVE de “Plaza de España” dejan el poso de desencanto que ya empezaron a mostrar los dos anteriores. “Enigma” y “En el  calor de la noche”, cuarto y quinto episodio respectivamente, no consiguen sobrepasar (ni de lejos) al que parecía el episodio más flojo de la serie hasta el momento: “Setas”.  En estos casos, y sobre todo teniendo en cuenta la decisión unilateral de TVE de cancelar la producción hasta ver los resultados, decide la audiencia. La noche de los lunes parecía que tenía dueña aunque la bajada de televidentes era notable desde su estreno hasta la pasada noche.

Conclusión: esta serie no tiene Enigma

En “Enigma”, quinto episodio, el Teniente no para de pedir papeo y la máquina Enigma puede ser la clave. Franco ha comprado una docena a los nazis y a un pastizal. Da lo mismo lo que pase, quién gane o pierda que el Teniente se da un festín y Augusto, el falangista del pueblo, como invitado gorrón. Melitón y Pacorro deciden pararles los pies y boicotean la máquina Enigma de la que Sebastián se ha hecho responsable. Podría ser una digna parodia de wikileaks pero acaba en un empacho falangista y una Antonia que aprende a leer y dar de comer a los cerdos después de la pérdida de su querido Chiqui. Jopelines, pues sí que era delicada la maquinita… y esta serie… que no aguanta ni cuatro episodios.

El despertar de la bestia coincide con la pérdida de audiencia y cetro de los lunes

Los peñasequenses se ven afectados por el viento del Este en “El calor de la noche”, sexto episodio emitido de “Plaza de España”. La luna llena, las altas temperaturas, el seco y libidinoso sudor hace el pueblo se ponga como una moto pero nada de lo que ocurre al otro lado de la pantalla pone cachondo a los espectadores y desata la locura televisiva. Hay que tener cuidado porque más de uno puede hacer y ponerse como una bestia. La serie demuestra que quiere funcionar por la vía del equívoco y la farsa: el cura tiene tapones y no escucha nada y sigue la corriente al resto con catastróficos y sensuales resultados. En “El calor de la noche” se habla de adulterio pero ante un cura sordo cualquier pecado queda absuelto. Pensamientos impuros y un cura en soliloquio… El teniente quiere marcha pero el pueblo está muerto y el cura desea dar una extremaunción a regañadientes. Como es el episodio de los emparejamientos queda pendiente la tensión sexual entre Remedios y Sebastián. El episodio más caliente y uno de los menos divertidos. Tal vez bebido o con luna llena…