Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - Parte II: La verdad y nada más que la verdad sobre la Varita (de Saúco)

 [No me seáis hijos de Bellatrix y leed antes de lanzar un Avada Kedavra a este triste post] 

Soy la Varita de Saúco protagonista absoluta de toda la saga cinematográfica y literaria de “Harry Potter” aunque ahora mismo esté en pleitos para que se me reconozca como tal con esa indeseable llamada J. K. Rowling. Mire señora, ya sé que está muy ocupada contando todos los billetes y monedas que ha conseguido con sus libros y películas pero las varitas tenemos derechos y derecho a que se nos reconozca como protagonistas. Sin mí nada de esa película tendría sentido. ¡Nada! Además que todo lo que cuenta es mentira cochina porque yo, aparte de varita, soy recta, fina y segura. ¿Pero es que piensan que los mortífagos no tienen dentífrico ni se cepillan la boca tres veces al día? Sepan que van al dentista y no tiene los dientes de un subordinado de Jack Sparrow. ¡Y también huelen bien!

Voldemort es un poco nazi, de acuerdo.  Pero sólo en imagen, para nada en sentimiento. Recordemos que él realmente es un sangre sucia y simplemente defiende que cada uno tiene que dedicarse a lo que sabe hacer. ¿Usted se desnudaría e iría a vivir a un bosque para emular ser un oso? ¡No! ¡Porque usted NO es un oso! Voldemort tan sólo defiende que los magos tienen que ser magos. Lo otro ha sido demagogia de los medios dictatoriales pagados por esos magos progres de Hogwarts que deberían haber nacido squibs. No lea El Profeta sino La Gaceta (de Voldemort).

Cierto es que Voldemort pone esvásticas y aguiluchos en todos los horrocruxes pero es un defensor de los animales y de su querida Nagini. Y eso lo justifica todo porque eso es amor y no los berrinches de Harry Potter (que aprende un poco de Snape que derrama dos lágrimas pero parecen dos litros). Realmente en “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - Parte 33 y 1/3” vemos cómo intenta desesperadamente salvarla de esos asesinos perseguidos por la justicia llamados el llorica pajillero Harry,  la sangre-sucia de Hermione y su novio panolis de Ron. El pobre Voldemort no quería una guerra pero es atacado por esos terroristas con varitas talibanas low-cost a cada instante y finalmente se tiene que defender pero daría su vida por su amada Nagini. Cuando es atacada por los sucios terroristas adolescentes dignos del  kale borroka tiene que resguardarla en un lugar seguro… pero, claro, ¿qué creen que va a seguir haciendo unos asesinos? ¡Intentar matarla! Pero lo más fuerte es que un 99% de los lectores y espectadores justifica el uso de la violencia y el asesinato atroz si éste es de una bondadosa serpiente vegetariana, unos pacíficos mortífagos que su único pecado es ser haberse comprado el Juego de Trucos de Juan Tamariz o un señor oscuro con un Premio Nobel de Paz (no de la Paz sino de Paz, la vecina del castillo oscuro de enfrente). ¡Una completa vergüenza! ¡J. K. Dimisión!

Paz, amor incorporados... 

Voldemort ha sido enjuiciado y acusado vilmente por mentes simples y completamente manipuladas de ser un villano. ¡Mentira! ¡Es una estupenda persona! ¿Por qué Voldemort es una buena persona? Se compra sus trajes con su propio dinero, no da chivatazos ni se sube su salario porque no lo tiene. Nunca ha robado nada. ¡Nunca! Quién diga lo contrario debería estar preso de por vida en Azkaban por mentiroso. Voldemort es una gran persona con un gran corazón pero el mundo y ese diablo con gafas llamado Harry tiene mucha envidia. Perdone, pero su madre mató a Voldemort primero. ¿O no lo recuerda? Él pasó por casa para saludar pero la lengua viciosa de Snape (el villano mentiroso de toda la saga por naturaleza) malmetió a todo el mundo para hacer parecer lo contrario porque seguía oliendo flores en la bragas de esa adultera que encima usaba lentillas. Pero claro, ¿qué se puede esperar del hijo de una asesina y un acosador infantil?

Los comandos terroristas y chonis al ataque

Yo estaba muy a gusto con Voldemort y Nagini porque me trataban muy bien pero lamentablemente las Varitas tenemos dueño. Mi vida se resume, como toda varita, en pasar de mano en mano y fricción en fricción. Todo el mundo quiere que me adapte a su mano e incluso alguno quiso hacer otras cosas de dudoso gusto que no puedo nombrar aquí. Pero así llegué a esa reinona llamada Dumbledore y tampoco fue un trauma salvo cada 28 de junio y luego vino el culebrón (y la culebra). Pensaba que al sacarme mi amigo Voldemort de mi perpetua pira funeraria cambiaría de aires pero todo fue a peor. Voldemort me reveló que realmente estaba muy enamorado de Harry y quería pedirle matrimonio. Nagini haría de vientre de alquiler para su descendencia. Vivirían felices en un castillo gótico decorado por Tim Burton y se divertirían junto a sus hijos y su institutriz Bellatrix mientras lanzaban cruciatus a la corte de bufones. Pero repito, ¿qué se puede esperar del hijo de una asesina y un acosador infantil incitado por una escuela de chonis con trucos de feria y adiestradores de terroristas?

La relación que quería Vodemort: una buena persona

Lo peor es mi final (en la película, claro) porque yo como Voldemort y Nagini estamos de permiso retribuido y con barra libre de mojitos en la Isla de Elvis, Jesús Gil, Marilyn, Kurt Cobain, Michael Jackson y el Fary… entre otros muchos. Yo mira que me lo curro en esta película y salvo a mi innombrable y real dueño para que luego me  coja el tipejo (ese que se llama Harry) y me parta por la mitad y me despeñe a un río donde se lavó el refajo esa sangre sucia de Hermione. ¡Pártete por la mitad tu varita hijo de una arpía y un dementor! ¡Pártetela tú! Pero algo debe de hacer porque al final 19 años después… el chico… está… ¡I-G-U-A-L! Ese niñato nunca me gustó pero bueno, ya como es el final me da igual… aunque también dijeron lo mismo de Freddy Krueger y siguen haciendo películas. Yo no digo nada… porque soy varita… pero cuando el río suena es que Ron y Hermione están echando un polvo en él.