Eurovisión 2011: EuroMicro 2011 (Hiztoria Eurovisiva de Spain)

¿Final del cuento? Queda otro. Hubo una vez que España y sus representantes tuvieron esa magia ahora perdida tal vez para siempre. ¡Y no hablo del blanco y negro! Hablo de la voz y rulos de Nina (6º puesto en 1989), hablo de esas Azúcar Moreno que sorprendieron al mundo con su fusión y que fueron favoritas del 90 y finalmente acabaron quintas, hablo de la culminación como artistas y voces de Sergio Dalma, Anabel Conde o Marcos Llunas (cuarto, segunda  y sexto respectivamente en los años 91, 95 y 97). Pero esa magia quedó perdida en desastrosos momentos de Lydia y Serafín Zubiri. Vale Music creía encontrar la fórmula con David Civera en la mejor posición en 13 años y se critique lo que se critique a “Operación Triunfo” las posiciones y apoyo mediático a Rosa, Beth y Ramón están fuera de cualquier duda. El problema viene cuando se hace un poco de historia.

2005: Con el cierre de “Operación Triunfo” RTVE convoca un concurso, “Eurovisión 2005: Elige nuestra canción”. Hay poco donde elegir y aparecen de la nada Las Supremas de Móstoles como grandes favoritas con su tema ‘Eres un enfermo’. ¡Saltan las alarmas! Tres marujas cantando sobre el cibersexo. ¡Ni de coña! Una especie de auto-censura se apodera de los votantes y ganan Son de sol con “Brujería” por un escaso margen del 2,4%. Su actuación en el Festival de  Kiev se puede calificar de mediocre: 28 puntos de los cuales 20 provenían de Andorra y Portugal. ¡No queremos friquis pero queremos hacer igualmente el ridículo con jamonas y carnaza! ¿Queremos encajar en un canon del que siempre hemos huido y del que nunca podremos formar parte?  ¿¡Qué teníamos, entonces, que perder con un toque diferente!?

Eurovisión no admite a marujas ni por obra del milagro disco-pop

2006: RTVE lo hizo de puertas para adentro. Se formó un comité interno de selección para evaluar 245 canciones tras la convocatoria  a la industria musical española. El tema elegido por ese sabio comité fue ‘Un blodymary’ por Las Ketchup: 18 puntos (12 de Andorra). Puesto 21 de 24. Sobran las palabras y los blodymarys porque efectivamente fue sangrante.

Elegidas para hacer el ridículo: vaya comité de expertos...

2007: Ese año la cadena pública convoca ‘Misión Eurovisión’. Muchos artistas, demasiadas galas y finales y cinco canciones. Nash se hizo con el triunfo por ‘I Love you mi vida’ y se rebautizaron como D'Nash. Pese a tener el efecto fervor uterino y ser un tema pegadizo-eurovisivo sólo cabe hablar nuevamente del fracaso. 43 puntos y puesto nº 20. Algo sigue fallando. Algo sigue fallando porque los integrantes del Big Five tienen resultados parecidos… ¿Envidia? ¿Inadaptación a los nuevos rumbos? ¿Imposibilidad de ser uno mismo?

Eurovisión no admite a niñatas

2008: Después de los resultados patéticos obtenidos en los últimos años RTVE toma una decisión que cambiará la forma de ver la preselección: ‘Salvemos Eurovisión’ será la convocatoria y los artistas serán cualquier persona que cuelgue su canción en el portal MySpace. Controversia aparte y votos fraudulentos para Antonio ‘El Gato’, Buenafuente consigue meter a uno de sus humoristas bajo la piel de un personaje freak llamado Rodolfo Chikilicuatre. La canción ‘Baila el ChikiChiki’ es la más votada frente a la favorita: ‘La revolución sexual’ de La Casa Azul. En la gala, pese a tener un jurado que incluye otras cinco canciones y donde vota exclusivamente el público, quedan como grandes favoritos: Coral, la eterna perdedora e imitadora de apariencia pueblerina de Mónica Naranjo sin Mentolin que valga, que representa el lado más clásico, la innovación de La Casa Azul con un de los singles incluidos en uno de los discos españoles con mejores críticas del año anterior y un troll fomentado por la mediateca de La Sexta. Misteriosamente el público, tal vez harto de la seriedad condenada al fracaso, decide seguir la burla y vota masivamente a la canción más freak e irreverente de las presentadas por España en años. Puesto 16 y 55 puntos. Sí, la mejor actuación de nuestro país en bastantes años… y oportunidad para que se lleve una canción que excesiva calidad como ‘La revolución sexual’. Efectivamente Chikilicuatre fue una revolución sexual pero con la caspa  y el retraso mental del destape made in Spain y la inteligencia y gracia de un chiste que sólo podían entender aquellos que no iban a votar ni a reír.  

Siempre nos quedará la duda: La Casa Azul y la revolución que nunca se produjo

2009: Crónica del insulto final. Cambio enésimo de nombre y con resultados lamentables. “Eurovisión 2009: El retorno” determinó el duelo pirricida (que no parricida) entre Melody (con Los Vivancos) y Soraya. Se repetía el sistema de la preselección por MySpace pero esta vez el jurado sería determinante para evitar chikilicuatrazos y había varias categorías para ampliar la diversidad en los estilos. Hubo polémicas, insultos, tránsfugas, abandonos choniles y cruce de acusaciones pero finalmente Soraya vivió y vivo poyeya. Puede que no retransmitir una semifinal por el Masters de tenis de Madrid fuera visto por otros países como un insulto con purga y castigo fatal.

¿Qué hubiera pasado con Melody?

2010: El último y mejor escándalo para el final y no como uno sino como una suma constante que catapultó a esta preselección y edición a ser un continuado trending topic de nuestra cotidianidad. “Eurovisión'10: Destino Oslo” fue esta vez el nombre elegido por RTVE como búsqueda de un destino sin esclarecer. Para empezar la polémica estuvo en las votaciones online ya que el sistema fue el de años anteriores pero esta vez la gestión era a través del propio portal de la televisión pública. Karmele Marchante se hizo Pop Star Queen y arrasó en las preliminares votaciones pero se olvidó de respetar alguna regla porque las incumplía todas. Chimo Bayo era otra opción de renombre pero su canción ya había sido editada antes de plazo. Las opciones fueron muy diversas: Coral Segovia, la eterna perdedora, antigua sabia triunfita como Ainhoa Cantalapiedra, sección pop eurovisiva como Venus o Anabel Conde como regreso. Ganaron las tablas de escenario en el musical de Daniel Diges con ‘Algo pequeñito’ como mejor opción frente a la gran estrella del show: John Cobra. Sobran las palabras cuando todos vieron el mejor número no musical posible. Con el escándalo en mano (llegó hasta el Senado) se consiguió también la audiencia que había escapado de años anteriores. Aunque el jurado y su labor era anular a los freaks de una posible incursión se replantearon muchas cosas: como una selección natural para evitar y excluir a la ‘diferencia’.

 Protagonistas: las colas de Jimmy Jump y John Cobra (¿Algo pequeñito?)

2011: ¿Pero alguien se ha enterado de que hay Eurovisión este año y una selección previa? “Destino Eurovisión 2011” pasó sin pena ni gloria y con un share minúsculo durante sus emisiones. Se rescataba  el espíritu de ‘Misión Eurovisión’ (2007) con artistas, casting y defensa de canciones ajenas. Ya no se busca el artista propio sino el impropio. Se llamaron a los artistas consagrados para que pasaran a la final directamente… No se presentó nadie porque nadie cree en esta Eurovisión. La calidad pasó a mejor vida cuando Chikilicuatre y John Cobra se montaron al carro, cuando la popularidad vale más que una buena canción y cuando, en definitiva, se descarta el talento por el canon establecido. Esta vez el canon se impuso en 1000 propuestas de canciones y 9 que llegaron a esa final. Ninguna vale la pena. Tristemente ninguna. ‘Que me quiten lo bailao’ es el tema menos malo, efectivamente, pero partiendo de la simple estadística de la casas de apuestas será la peor canción que sufriremos en la final. Pobre Lucía Pérez: defender con una sonrisa una canción que ni quería pintada y le impuso el jurado. Por si no le queda a alguien claro: este año quedamos los últimos y que nos quiten lo bailao si es que alguien lo ha hecho en estos desastrosos años con historia y con pocas opciones de futuro.

¿¡DOS PUNTOS!?