Páginas Bastardas

miércoles, 20 de abril de 2011

Crematorio (1x07) El general: Cuenta atrás

“Crematorio” llega a su cuenta atrás. Penúltimo episodio, “El general”, de una serie que pretende aportar la calidad arrebata a la producción patria. Queda poco más que dos horas de ficción desde los textos de de Rafael Chirbes para que acabe un viaje afianzado en el criterio de Jorge Sánchez-Cabezudo. Pero, ¿a quién se le ocurrió meter el tema de Loquillo? Es cierto que la imperfección a veces muestra humanidad en vez de debilidad. La debilidad que, episodio a episodio, empieza a incrementarse en el protagonista de la serie. El asedio y futuro derribo parece inminente y las piezas se solapan las unas con las otras tal vez para caer todas juntas. Cada vez queda confirmado que “Crematorio” es una buena serie con notable proyección para proyectos mayores y futuros.

Todo pasa a pasos agigantados. Test de embarazo, venta de arte por parte de Silvia, tostadas y fianzas. Malos consejos e ideas. Con el pago de la fianza por parte de Mónica se ha desatado una lluvia de puntos débiles en Rubén. Una gran fianza se investiga… Mónica podría ser procesada y el problema viene de antes: nadie la tomaba en serio. ‘Sarcós tenía otras cosas’, suelta a la policía Rubén Bertomeu al enterarse del frustrado intento de asesinato. ‘En qué estaría pensando ese gilipollas’. Lola, la mujer de Collado, llama hecha un basilisco a Silvia por el tema de Sarcós. ¿Quién pagará el funeral? Rubén no puede porque le implicaría más y su antiguo perro no tenía a nadie en esta vida. Demasiados frentes abiertos: Collado, Hoffman, Alonso, Llorens, Mónica… para limpiar tanta suciedad. Pero hay algo con lo que podrían negociar: el nombre de Traian… aunque quién lo haga estará loco. Pero lo primero para estar limpio es tener algo inmaculado: un móvil sin escuchas y limpio parece la solución inicial. 

MI REINO POR UN MÓVIL LIMPIO
Llorens en la cárcel ante las súplicas de su mujer y la humillación pública. Mantener el tipo es la cuestión aunque la huida de su esposa de Misent tiene que ser disipada con la visita al abogado y a Rubén. Hay que tranquilizar las aguas. Silvia empieza a tomar el papel de su padre y cuenta toda la verdad sobre Collado a su mujer. Lágrimas y primera toma de contacto. Y Rubén vuelve a su puesto de padrino. Tiene que presionar al hijo del propietario de funeraria y aquí no valen los puños de Sarcós. Negocios pasados y turbios: el picadero no era un lugar agradable para niños y caballos llenos de coca aunque un nombre suena con sentido propia: ‘Susana Valero’. Tomás se entera de que su padre era un ‘hijo de la gran puta’. Sin homicidio prescrito todos cuelgan de los mismos hilos.

LA LEY DEL SILENCIO
Miriam recibe el desplante o indiferencia de Sergio mediante una puerta cerrada y sin respuesta. Quien no quiere recibir dicha respuesta es Rubén por parte de Julio Menendez, su contacto con el banco y cuentas. El desbloqueo de las mismas es fundamental y el Sr. Bertomeu sabe negociar. Zarrategui hace lo propio con Hoffman. Parece que todo pretende cerrarse y necesitan a ambos y la policía, por el contacto del abogado de Rubén, quiere a Traian. Nadie parece preocupado por nadie. ‘Las piedras las tiran los mismos que han vivido de nosotros durante años’. Es interesante que el punto de vista cambie aquí por el de los implicados en vez de la prensa y la plebe. Aquí los abrazos son sibilinos y Mónica va a ser arrestada en breve aunque afianza su secreto y relación con Silvia. Quedan pocos cabos sueltos: la incursión de Miriam queda expuesta, ante su madre, y ella misma a las manos poderosas de Traian. Rehén de 24 horas y cuenta nueva. Hoffman fugado y Mónica arrestada. La mujer de Llorens sigue los pasos de su marido y Alonso será un problema menos. Los callejones sin salida son muy complicados. 

EL PARAÍSO DE LA IGNORANCIA
Flashback. Madrid 2006. Tenemos que ver a Mónica para que se gane su peso dramático en oro. ¿Esa niña mona quién era? Desde luego no era nadie pero el flechazo en la convención de un hotel parece instantáneo. Zarrategui quiere cortejar pero ella quiere a Rubén y no pierden el tiempo entre pitillos. Mónica tiene armas que no sabe que posee. Este es su episodio y último aliento. Ella sabe la vida que puede llevar y con quién debe estar. Estar con ‘El general’ tiene ventajas cuando una sabe dominarlo en la cama y ver dormir a la ‘bestia’. Pero la ‘bestia’ es lista y el camino del general es mantener a raya la retaguardia. Mónica firmó la titularidad de muchas cuentas para mover dinero en un pasado que no recuerda y que podría ser presente demoledor. 

2 comentarios:

  1. Buenas. Acabo de ver el episodio y tengo una duda: lo de Susana Valero, ¿se había mencionado en algún episodio anterior o es la primera vez que sale? Yo no lo recordaba, y tras echar una mirada por encima a los episodios anteriores, tampoco veo ninguna mención al tema.

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  2. Hola Anónimo,

    No, no se menciona el nombre de 'Susana Valero' en todo la serie. Al menos yo no lo había escuchado y parecía el arma que necesitaba Rubén Bertomeu para doblegar a Valentín Alonso, el dueño de la funeraria. Alfonso Torregrosa lo interpreta pero es que no aparece el nombre de su personaje asociado a él ni en imdb. Lo mismo le pasa a su hijo Tomás en la ficción (Jorge Suquet). Así que esa 'Susana Valero' debe ser una incógnita.

    Aunque es un trapo sucio que le suelta Rubén a Tomas para que su padre no siga largando por la confesión de Collado, que le implica en las libretas, no queda muy claro qué es lo que ocurre. Vale, era un 'hijo de puta' y es un asesinato tapado seguramente por la mano negra de Rubén... pero, de momento, ahí queda todo. Más aún con el suicidio de Valentín Alonso...

    Saludos bastardos,

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