Páginas Bastardas

lunes, 28 de marzo de 2011

El silencio de los guacamayos

Uno se pregunta cómo funciona el lado más creativo del genio y obviamente se fija en maestros cercanos. ¿Cómo una persona puede escribir los guiones de “American Beauty”, “Reservoir dogs”, “A dos metros bajo tierra” y “Pulp Fiction”? Para mi madre serían letras sobre folios blancos, símbolos sin sentido teniendo en cuenta su formato original, que enlazan con la base de lo que posteriormente se convirtieron en iconos generacionales de éxito irrefutable. Pero ese primer moldeo de la obra maestra como esa arcilla sensual que prostituyen Demi Moore y Patrick Swayze en “Ghost: más allá del amor” o “Ghost: más allá de la arcilla” es la pieza y pilar clave de la obra. Sin un buen guión no hay nada que valga a posteriori. O ese es el paradigma… Y ahí entramos en las manías de los escritores por alcanzar su estabilidad artística y tocar con las puntas de sus dedos a las musas inspiradoras o pesadillas interiores. Por lo que se ha filtrado, Tarantino no puede escribir en medio de un tiroteo o visionando una de sus películas. Cualquier mínimo chasquido puede distraerlo con terribles consecuencias para aquellos que seguimos su filmografía. ¿Será su talón de Aquiles? ¿Unas castañuelas y “Kill Tarantino”?

La noticia que ha saltado ha sido la inestabilidad del divo para poder escribir el último guión que tiene en mente, la tercera parte de la genial “Kill Bill”, más conocida como “He partido por la mitad a toda tu familia friqui-japonesa”, aunque también se rumorea con un spaghetti western sin determinar. Pero el autor de “Malditos Bastardos” se ha encontrado con los molestos sonidos de los pajarracos de su vecino… Y su vecino, obviamente, no es un cualquiera sino que se trata del mismísimo Alan Ball. Los pajarracos no son para nada los amigos de su novio, Peter Macdissi, que apareció en “Línea de fuego” y en otros enchufes varios. No he visto esa serie cancelada pero el título bien para lo que voy a contar.

AMERICAN TARANTINO VS. TARANTINO BEAUTY

Las mansiones tarantiniana y balliana se encuentran tan cerca como un Razzie vitalicio de la mano de Shyamalan. Tan cerca, tan cerca que el nuevo fichaje personal de Alan Ball para inspirarse para la cuarta temporada de “True Blood” ha sido un zoo completo de guacamayos. ‘Sus sonidos son escalofriantes’, según Tarantino y su bloqueo al escribir monumental. “El silencio de los guacamayos” podría ser el título de su próxima película aunque de momento ésta se llama “Pulp Demanda” por cascar una demanda para nada fiction contra el portador de las aves exóticas y enfermizas. ¿No era mejor mandarle a Vincent Vega y Jules Winnfield? ¿O invocar al Sr. Lobo, solucionador de problemas? 

Aquí parte de la carta bastarda traducida:

El demandante Tarantino, o sea yo, es un director y guionista ganador de un premio de la academia, conocido en el mundo-mundial por ponérsela dura a muchos cinéfilos. No pongo los títulos porque no son muchos, la verdad. Bueno, otro escritor, Johann Wolfgang Von Goethe, dijo una vez: ‘Aquel que encuentra a Mari Paz en su hogar, ya sea rey o aldeano, es de todos los seres humanos el más feliz… siempre y cuando Mari Paz no sea una chacha puertorriqueña con problemas de acné y sobrepeso’. El demandante escribe esto porque los acusados Alan Ball y Peter Macdissi han robado a Mari Paz y lo que eso conlleva.

EL IMBATIBLE MAESTRO GUACAMAYO

Los demandados han instalado en su casa un nuevo equipo home-guacamayos, con triple sourround disperso, que produce más terror que poner una película porno a tope de volumen cuando tus vecinos están celebrando el cumpleaños de su hijo de cinco años. Los sonidos que producen los guacamayos parecen formar parte del casting conjunto y completo de “Las aventuras de Priscilla, reina del desierto” y “A Wong Foo, gracias por todo” y no paran de graznar y cacarear con sus escalofriantes gritos similares a los de un grupo de pterodáctilos celebrando el fin de la saga de “Parque Jurásico”. Puede que al Sr. Ball le valga para inspirarse en los futuros chillidos de su Sookie Stackhouse pero es que yo estoy escribiendo un spaghetti western introspectivo ¡donde no hay guacamayos! ¡Esto es un infierno! ¡Malditos bastardos!

2 comentarios:

  1. jajaja... cómo me he reído... hay que ver las manías bastardas de las celebridades
    muchos saludos

    ResponderEliminar
  2. Gracias por el comentario Daniel.
    Yo, de Tarantino me esperaba una paliza o un tiroteo a los molestos gauamayos-pterodáctilizados...pero no una demanda típica-tópica.
    Saludos bastardos,

    ResponderEliminar

Lea antes los Mandamientos de este blog.