‘Todos tenemos algo que esconder. Algún lugar oscuro dentro de nosotros que no queremos que el mundo vea. Fingimos que todo está bien. Envolviéndonos en arcoíris. Quizás es lo mejor que podríamos hacer porque algunos lugares son más oscuros que otros’. Así comienza “First Blood”, quinto episodio de la quinta temporada de “Dexter”, donde su homónimo protagonista sigue preocupado por el posible futuro criminal de su vástago. Un arañazo a otro niño en el parque desemboca en borrado de huellas y fuga de la escena del crimen.
Dexter Morgan quiere mandar a Minneapolis a Lumen, que no va a ser una línea para tachar fácilmente en una de las múltiples listas con las que tiene que tratar. Minneapolis es conocida por Prince pero Lumen lo dejó en ‘Diamonds and Pearls’. Al parecer “First Blood” va preciosamente de eso: Lumen clama venganza sobre aquellos que la dañaron en compañía de Boyd pero Dexter conoce que la inocente vengativa víctima puede desenterrar a su oscuro pasajero. Ella sabe que es un estorbo pero también que puede utilizar a Dexter.
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El dedo acusador |
Parece que el objetivo de Debra esta temporada es aprender español. La chica no es tonta y sabe perfectamente que hay algo oculto y sucio en los ‘días libres’ de Quinn. ¿Te das Quinn? Bueno, la chica tiene que asociarse a Angel Batista para resolver dos misterios. Pero el primero es lo primero. Eso es que el caso de Santa Muerte sigue abierto. La pista sobre Fuentes es un tatuaje del ‘rehén’ al que Debra salvó. Poco más aparte de la relación que tiene mamaditas-Laguerta con el agente de asuntos internos… ¿Salvará su a su marido de las garras del despido con un blow-job? ¿Y con matará a su matrimonio o su marido a ambos si lo sabe?
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¡No me gusta Prince! |
Masuka es un experto en tatuajes y nos dan una vuelta de tuerca al personaje con la lengua y pensamientos más sucios de la serie. Nueva pista: Miguel Angel es el maestro local del tatuaje. Él tiene que conocer alguna relación sobre el que posee Fuentes. Angel Batista duda de las dobles intenciones de su mujer. Primero con el agente de asuntos internos y segundo sobre las vacaciones de Quinn. Miguel Angel tiene tatuajes por todo su cuerpo y un par de tetas. No es misoginia sino flechazo con la punta de su aguja de esta Miguel Angel sobre Debra. Pista y paso en falso porque la chica no conoce nada ni a nadie pero Cira, por el contrario, tiene a ocho personas que han sacado del cajero lo máximo permitido. El mismo modus operandi del primer doble homicidio de Santa Muerte.
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El tanga leopardo lo más gore de la temporada |
El que va a cometer otro homicidio es Angel Batista que descubre el pastel que tiene su mujer con el agente de asuntos internos. Cita en motel… y pillada pero obviamente las cosas no van a ser tan fáciles. El conflicto de ambos esta temporada es la confianza y ella estaba haciendo otro tipo de ‘trabajo’ a Jim: cazaban a otro agente de narcóticos para cerrar el asunto del bar de Angel. Pero no hay tiempo de discutir. Cira y Debra son nueva pareja y descubren dos nuevos asesinatos en estado de descomposición notable. Moscas y vomitera. Son las primeras víctimas de los hermanos Fuentes lo que coloca el caso de nuevo en un punto cero e inicial… y que los asesinos estaban practicando con eso de cortar cabezas a machetazos. Al parecer no dan tan fácilmente el título CEAC de decapitaciones con ritual. Pero Debra, de rebote todo hay que decirlo, descubre que el tatuaje es el sello de una discoteca. Válgame Dios, cómo está el patio.
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Aquí huele que alimenta |
Dexter trata de averiguar algo sobre los cómplices de Boyd pero alguien ha estado allí y ha robado documentación. Una huella dactilar sin coincidencias hasta que Dexter revisa en otras bases de datos… y allí aparece Lumen. Parece que la chica no se va a dar por vencida y está obsesionada con encontrar a los responsables. Y aquí aparece el doble conflicto de Dexter: evitar que su hijo siga los pasos y que Lumen se convierta en una serial-killer vengativa. Esto último, además, podría provocar un efecto mariposa que repercutirá en las actividades de Dexter Morgan. Ese chantaje emocional es el perfecto para que nuestro asesino en serie entre en acción. La chica ha fijado su primer objetivo: un tal Robert Brunner. En libertad después de haber pasado por chirona por secuestro, violación y realizar a sus víctimas las mismas heridas que lucía Lumen en su espalda.
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¡Mierda! ¡Me he dejado el Paracetamol en casa! |
Infiltrado como vagabundo, Dexter da con el paradero de Brunner e incluso es sedado para liquidárselo en el lugar donde tenía pensado asesinar a Boyd. Pero algo falla. Harry se activa como buen subconsciente y advierte a Dexter que va a asesinar a un inocente, pese a ser compañero de celda de Boyd. Es un simple violador en libertad condicional. Si le mata, saltará el código… y ahora el objetivo es intentar convencer a Lumen que no continúe por ese oscuro camino. La chica va directa, cual Caperucita underground, a la boca del lobo y a introducirse en la oscuridad. Dexter evita el asesinato con pistola de mano de Brunner y hace ver a la chica que iba a matar a un inocente. Él no estuvo allí ya que lleva un brazalete en el tobillo al tener la condicional.
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La protegida |
Hay despedida en aeropuerto y Dexter revela su apellido. Ambos tienen los teléfonos y seguramente se agreguen como amigos en el facebook… pero toca superar traumas y una revisión ‘manual’ por seguridad aviva las heridas a cualquiera. Obviamente nada ha acabado y esto acaba de empezar.
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