Páginas Bastardas

lunes, 2 de agosto de 2010

The IT Crowd (4x06) Reynholm vs Reynholm: Testigo con Cargo

El último episodio de la cuarta temporada de “The IT Crowd” sufre de las mismas afecciones que en anteriores cierres de temporadas… al menos de las dos últimas. “Men Without Women” era un excelente episodio aunque posiblemente fuera el más ‘flojo’ de la segunda prodigiosa temporada. “Calendar Geeks” se quedó como el ‘definitivamente más flojo’ cierre hasta… ¿“Reynholm vs Reynholm”?, cerrojo de esta última temporada. No sé si es que Graham Linehan tiene completa seguridad de que siempre habrá una continuación pero sus finales suelen ser más un alivio que un explosivo final. Como si el aparente desenlace fuese un inhibidor de anteriores ráfagas de genialidad. Lineham parece saberlo pero esta vez ha utilizado el revival de anteriores vivencias a modo de auto-homenaje. Como si el episodio fuera un breve respiro a nuevos retos. 


En episodios pasados se han dejado pequeñas semillas que ahora parecen germinar. Eso es la mujer de Douglas y su desaparición en “Jen the Fredo” y el juicio que sufre Roy, sobre brutales maltratos y besitos a su trasero en “Something Happened”, aderezados por lo surreal con ese restaurante de diseño donde se comen radios y la propia cubertería. El vino es blanco de la misma cosecha del chef. Heston Blumenthal es nombrado como homónimo de su restaurante con platos comestibles imposibles. The Fat Duck Restaurant es el nombre original aquí transformado en The Flappy Duck (de Gordo a Suelto). Los platos van desde una radio hasta un trozo de césped y con postres invisibles. Y es que la cocina de diseño es motivo de mofa. Tal vez referencias como “La vida de Riley” no sean demasiado comprendidas por un público no inglés. ¿Quién es Heston Blumenthal? ¿Y esos platos con forma de cabeza o velas? 


“Reynholm vs Reynholm” es una parodia al género del culebrón, la telenovela desquiciada y el formato judicial. Una puerta abierta que deja al pasado en bolas y a Douglas. Victoria vuelve a la vida… nunca mejor dicho, pese a haber desaparecido en extrañas circunstancias (limpiaba su coche). Y es que Douglas, entonaciones y gestos son los protagonistas del episodio. Victoria ridiculiza el género culebrónico con pose y modulación. Douglas no quiere continuar con la relación pero las habilidades con el pie de Victoria le hacen replantearse la continuación del matrimonio. El perro y sus lametones ayudan bastante. Dos semanas después... Douglas pide ayuda a Jen para que de la noticia a Victoria sobre el divorcio… pese a que Jen declina inicialmente, varios miles de libras le hacen cambiar de opinión. Obviamente la Sra. Reynholm sabe cómo conducir una situación y nos informa que ‘no es una persona normal’. Jen sí y se siente sucia por la situación. Victoria también confiesa que fue en el mismo lugar de Jen cómo conoció a antigua mujer de Douglas. La secuencia no funcionaría si Victoria mordiese un cuchillo y lo masticase con absoluta tranquilidad. Estamos ante una mujer de armas tomar. 


El juego que dan Jen y Roy es meramente lingüístico con pedal-stool (por pedestal) y damp squid (por damp squib) [al saber cómo los traducen, así que mejor en VO]. Moss simplemente nos presenta su fobia por un enjuiciamiento familiar que se produjo en su infancia: su madre le demandó por romper un cristal. 

Douglas es el protagonista y no está dispuesta a pagar 212 millones de libras que le reclama su todavía mujer. El episodio divaga entre cómo hacerse el traje más hortera de la serie para prepararse un juicio y ver películas antiguas para gestionar su propia defensa. Victoria se gana al jurado y al juez ya que tenía que limpiar los dientes ella misma a Douglas… aparte de soportar sus producciones de cintas eróticas. Homenaje imposible a “Star Trek” que queda interrumpido pese a la protesta de Douglas. Su defensa se basa en confundir a Victoria con April, el romance que era un hombre en el pasado y que tan memorables momentos nos dio en el excelente “The Speech”

Después de semejante y desastrosa defensa Douglas, con el respaldo de Jen, solicita una defensa digna. ¿Deseo concedido? Por el estrado pasan Roy y Maurice Moss-Urkel que dejan las cosas todavía peor. Menos mal que ocurre un milagro… llamado Richmond Felicity Avenal. ¡Ha vuelto! Aunque sea para anunciar Goth2Boss… y volver a confundir a Victoria con Melanie Crowford, una antigua alumna suya de Goth2Boss… y volverse a confundir. 


Resultado final: D-E-S-A-S-T-R-E. Si Douglas pierde el juicio… se habrá acabado todo incluido Reynholm Industries y… The IT Crowd… se habrá finalizado la vida de Moss, Roy y Jen… No habrá más pedal-stool ni damp squid. Se habrán acabado los sueños por un ser ridículo que finge ataques al corazón… y nos romperán a todos el corazón… porque todos somos Reynholms… todos somos The IT Crowd… sniff… Jen se gana el corazón de Victoria que se jubilará con 70 millones de libras. Para el resto ¡fiesta en The Flappy Duck!


¿Y el espectador? ¿Ha quedado contagiado con esa felicidad? No sé si “Reynholm vs Reynholm” es bueno o malo, simplemente es el doble de bueno que cualquier serie que forma su competencia… por lo que si le esto es ‘malo’… ¿qué será lo otro? Pasado el tiempo y con próxima temporada para el verano que viene nos preguntaremos si el pasado fue mejor que el futuro o si este verano fue más azul (pero el azul de la pantalla error de Windows, que conste). 

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