Páginas Bastardas

sábado, 17 de julio de 2010

True Blood (3x04) 9 Crimes: Crímenes y clavada de colmillos

Las dentadas que están dando en cada episodio de “True Blood” son milimétricas y con una profundidad que incide en la incisión de colmillos envenenados (y envenados). Poco a poco se van abriendo las heridas y expandiéndose el veneno. “9 Crimes” engancha como ningún episodio de esta temporada aunque su trailer y avance podría ser denunciado por publicidad engañosa en cualquier oficina del consumidor de la serie de Alan Ball. Nada es lo que parece y eso es una de sus habilidades para engancharnos definitivamente a su sanguinolenta y confirmada apasionada serie que va de menos a más. 


Bill Compton y Lorena es una de las relaciones con tensión sexual más bestia de la pequeña pantalla. El odio y el maltrato es tal que cuesta creer como esa pasión es conducida hacía el lado más amoroso y libidinoso del sexo. Bill revela toda la información sobre los trapicheos de la Reina de Louisiana al Rey de Mississippi. Aparte de saber que los vampiros pueden fumar habanos el Sr. Compton le desvela al Rey que quiere a Lorena ‘fuera’. La Gran Revelación ha hecho que los vampiros más poderosos pierdan son fortunas por el fisco y si no sacan discos ni invierten en bolsa sólo queda la venta de droga y el narcotráfico a modo hampa pero con colmillos en vez de ametralladoras y V en vez de heroína o cocaína. 

Pam parece ser la moneda de cambio para Eric. El Magistrado les ha cazado y aunque las culpas han recaído para Bill parece que la Inquisición quiere empalar a una bruja. Pam será torturada y tiene plazo de ejecución si Eric no lo evita y con un arma de doble filo: ¿Traición a su Reina o Profanación de Sangre Vampírica? Ambos delitos penados... con la muerte... muerte o doble muerte a estar ya uno muerto. 

Por otro lado Bill nos revela su oscuro pasado: fue proxeneta y además muy bueno. El Rey se aprovecha de eso y le manda a comprar la cena. Será un buen rollito de primavera humano con buena y mucha sangre. Es posiblemente una de las mejores secuencias de todo el episodio: Bill dentro del local busca víctima y nos revela que todavía tiene ‘buenos’ sentimientos aunque tenga que ser malo… pero muy… pero que muy malo. 


Sam Merlotte deja todo claro y es conciso: sus padres están en la calle y parece que se van a aprovechar de su confianza. Al menos Tommy intenta sacar su familia adelante robando a su ‘otra’ familia. Al pobre también se le junta la escasa plantilla y la ampliación de la misma. Dos pájaros de un tiro. E incluso tres porque Jessica va a ser la primera camarera vampiro de la comarca y la más joven pelirroja del lugar… por mucho que le pese a la preñada de Arlene. Su padre dejará de beber, su madre dormirá bajo techo por el momento y su hermano se quedará con él para que trabaje y tenga una oportunidad… aunque yo creo que lo que Sam realmente quiere es que le explique cómo se transforma en pájaro. 


Jason Stackhouse parece tenerlo claro pese a estar echo un lío... aunque él mismo ve una evolución del joven triunfador que era a lo que se ha convertido. Es también un adiós pare el sheriff Bud y una bienvenida pare Andy Bellefleur. Despedida y próxima apertura… porque Jason va a hacer lo que muchos intentan cuando no tienen ninguna posibilidad laboral: el enchufe puro y duro. ¿Loca academia de policía en Bon Temps en el próximo episodio? 


Tara Thornton y Franklin Mott prometen se una de las parejas más bizarras de la serie por esos sentimientos sexuales. Por un lado Franklin no sólo se ha metido en su cabeza sino que trata de irrumpir en su corazón. Me encanta como utiliza a Tara como mera marioneta y juguete, con esa traslación de los labios de uno en la voz de la otra, pero sus intenciones parecen más románticas. Sabíamos para quién trabajaba pero no sabemos cómo encaja Tara allí y el porqué de su misión e investigación hacía Sookie. La pobre es secuestrada por un vampiro que pensaba que era un simple rollo de una noche y la conduce a la guarida de las bestias… aunque estar flaca en EEUU sirve para mucho. 


Sookie Stackhouse cura las heridas de guerra de un quejica Alcide Herveaux aunque parece que le está curando un grave arañazo y es un simple agarrón de un chiguagua. Pese a gastar todo el alcohol del Mississippi y sacar información en plan reportera y cronista del corazón (Debbie era su prometida y le dejó con lo puesto). Sookie parece comprensiva y hasta un pelín calentorra pero recibe un revés del destino. La llamada de Bill y su ruptura a lo Lady Gaga y Beyoncé le dejan noqueada. ¡¿Es qué conmigo nunca ha practicado su sexo salvaje!? Bill está muerto… por dentro y por fuera y Sookie acaba de recibir el bofetón que da vida a la serie. Alegrémonos de sus penurias. Otro descubrimiento significativo: los hombres lobo van sin camisa y están calientes, muy calientes. Alcide va a dar mucho juego por aquello del frío y calor… y el frío no lo va a poner Bill sino Eric

El milenario vampiro se ha cansado de la bailarina de Estonia (ha durado cuatro episodios) y quiere volar hacía su amor con habilidades que ni se imagina. Eric empieza a idealizar a Sookie e incluso se imagina que se encuentra en un lujoso hotel. Desde luego las fantasías tienen poco que ver con la realidad y ese cuchitril llamado casa de Alcide. ¿Todos los vampiros saben volar? Eric aparte de planear sabe dar rienda suelta a su sensual imaginación. 

Sookie sabe perfectamente que la única manera de localizar a su infiel amado Bill es estar en la fiesta lobezna de compromiso pero para ello tendrá que maquillarse y vestirse como una… lobezna. Sombra de ojos y peluca. Integración en plan guarrona y objetivo cumplido a base de chupitos… Pero ¡NO! Llega la hora feliz. Debbie va a ser marcada a fuego y el Rey de Mississippi va a invitar a todos a chupitos… de su sangre. ¿No es cutre? ¿No es genial? Sí, era muy obvio que él es el Vampiro que está detrás de esa Operation Werwolf, de los Coot y de todo lo malo de esta tercera temporada. Holy shit! y Run Sookie Run! 

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