Ayer sucedió una breve anécdota en el autobús camino a mi segundo-medio-trabajo. En la rotonda de acceso al Tanatorio Sur, que pasa por debajo de la Autovía de Toledo, retomábamos nuestro trayecto una vez que el semáforo nos dio paso con su luz verde. Un coche, cuya marca no consigo recordar, a nuestra derecha intentó ejercer aquello que muchos entre los cuales me incluyo denominan ‘pirula’. Eso es cagarla malamente pero intentar arreglarlo con chanchullo y alevosía, premeditadamente intentar meter más los pies en el fango pero misteriosa y contradictoriamente salir airoso. El coche borroso en mi memoria intentó girar y cruzarse a nosotros para girar. El conductor no podía no reprender ese comportamiento indecoroso e incívico. Pitó, aceleró, pitó más, frenó, pitó, aceleró. Duelo en Baja Sierra. Ninguno frenaba y cedía en esas milésimas de segundo que quedaban congeladas y suspendidas en el tiempo de nuestra visión. Pitido constante y frenazo-acelerón. La señora, mayor y canosa, que tenía delante de mí empezó a gritar como una histérica. Seguramente quería llegar sana y a salvo a su destino. Comenzó a chillar como si fuera la Gallina Caponata: «¡Bueno, bueno, bueno, bueno, bueno..!» El conductor frenó y finalizó la guerra de titanes al colarse y finalizar su ‘pirula’ el automóvil. El conductor creo que le dijo algo a la anciana y continuó su camino (breve porque le quedaban tres minutos de trayecto) pero aquí se produjo un pacto de no agresión. Esto que dos o más saben que pueden cagarla malamente pero intentan arreglarlo por chanchullo, dejadez y alevosía, premeditadamente intentar no meter ni siquiera un dedo del pie en el fango para que sin misterio ni contradicción todos salgan airosos.
Posiblemente ese pacto de no agresión se viera ayer los partidos PORTUGAL 0 —BRASIL 0 y CHILE 1 — ESPAÑA 2. Sobre todo en su recta y final como si la batalla tuviera dos ganadores y fuera inviable un enfrentamiento en el campo de batalla. El autobús, ese monstruo de carretera, podría ser esas selecciones destinadas al Olimpo Futbolístico. Brasil y España son grandes potencias cuyo golpe puede dejar mucha huella y destrozado a pequeños y rápidos vehículos como Portugal y Chile. Finalmente, todos se salieron con la suya. No tenía sentido darse un golpe por algo tan tonto y es así como fueron los cierres de los partidos nombrados. Simple y llanamente un coñazo monumental sin ningún atisbo de drama y mucho menos tragedia. Pero, entonces, qué papel ejercía la vieja gritona. ¿El árbitro? ¿La FIFA? Tal vez las cosas sean así y deban seguir siendo así… por ello aparece una jueza en forma de anciana, portavoz de las vivencias de la tribu, que tenga que poner un poco de orden. Tal vez. Lo que no fue un tal vez sea el papel de la selección española. Definir con un adjetivo el partido sería complicado. Yo me quedaría con un ‘turbio’. No sé si jugamos mejor (creo que peor) pero acertamos más de cara a puerta. El gol de Villa es un fallo monumental del portero pero hay que meterlo desde esa notable distancia. El delantero del Barcelona tiene calidad de sobra y por ello se le paga. Es su trabajo. A Torres se le criticará pero hace el trabajo sucio que nadie ve y pocos premian. Sus labores son dejar vía libre a Villa para poder ejercer su juego, currarse a la defensa, provocar expulsiones y conducirles a un callejón sin salida para que otro celebre el gol. Iniesta también vuelve con fuerza y era necesaria su recuperación. Piqué sin cortes. La Cabronero Carborrosa detrás de la portería. A Maradona que le calle el Rey. Todo bien y estupendo, pero ¿y el juego y ese tiqui-taca? ¿Para CR-7?
Lo que me acojona no es que España pase y cumpla su trabajo requete-remunerado sino que la zombifiación del españolito sea tan masiva. El país se paraliza y es cierto porque hasta las moscas se quedan plantadas en la mierda, los pájaros reposan en los árboles y cables eléctricos y hasta las marujas no bajan al Metadona. Como si buscasen cerebros los zombis comienzan a pedir fútbol, cerveza y pizzas. Sin cerebro y sin pensamiento divergente el camino de los zombis es simple y llanamente una Apocalipsis masiva. ¡Goooool! Resuena en toda España. ¡Goooool! Resuena en toda España. Únicas respuestas cerebrales a 90 minutos de silencio neuronal.
Hoy, por la mañana, he estado en un centro comercial y los zombis seguían allí. Iban a realizar sus actividades de sábado-por-la-mañana siguiendo las pautas de su consumismo voraz e incombustible. ¿90 años de silencio? Tal vez sea como uno de ellos o les observe detrás de mis ojos y para sobrevivir, como hacen los protagonistas de “Zombies Party” o Bill Murray en “Bienvenidos a Zombieland”, tenga que fingir ser uno de ellos. Es ley de no-vida, de Apocalipsis Zombie.
Pero al volver a casa de mis padres me he percatado de un terrible error. Sabía que habían plantado y puesto una bandera española de tamaño XXL en el balcón como otros muchos zombies pero les he echado la bronca. No por la bandera y su composición y componentes intrínsecos sino por la pésima colocación y desmesurada cutrez. Agarrada por pinzas ‘de madre’ para que no se la lleve el aire, viento o tormenta, mal puesta y desubicada, simplemente perdida entre macetas y más arrugada que unos frondosos labios vaginales seniles. «¡Mamá, parece que la ha puesto Josep-Lluís Carod-Rovira y Joan Laporta! ¡Es un insulto nacional!»
Y es que un hijo nunca tiene que levantar la voz a su madre salvo que esté en juego el futuro de nuestro país porque si un portugués hace una foto al balcón de la casa de mis padres y llega a la prensa internacional producirá una desmotivación absoluta en nuestros jugadores. Y eso sí que es un pacto de no agresión a la filosofía zombi.
MUNDIAL 2010
CHILE 1 - ESPAÑA 2
Chile: Bravo! Bravísimo!; Mierdel, Ponce y no Toreo, Jarra de Cerverza, Bidal; Isla, Estresada, Beause-to-jour; Alexis Drag Sánchez (Raúl Orellana, m. 65), Valdiviviviva (Las Paredes Hablan, m. 46) y Marky Gonchález (Millarg, m. 46).
España: KaKasillas, Sergio Rosilla-Ramos, Paqué, Krusty-Puyol, Cap-ullín-devila, Qué-Busqué, Xabi ‘pies de hobbit’ Alonso (Javivi Martín-hez, m. 73); M-Iniesta-y-de-esta-otra, MiniXavi aka ‘cejitas-mal-depiladas’, Billa (B de Burro o de Bakala) y Er baby (Zesp, m. 55).
Goles: 0-1, m. 24: Billa (B de Burro o de Bakala); 0-2, m. 37: M-Iniesta-y-de-esta-otra; 1-2 m. 47: Millarg.
Árbitro: Marco Polo Rodríguez (México Lindo). Expulsó a Estresada en el minuto 37 por doble amarilla. Era muy mala y perra. Amonestó a Mierdel (m. 15) y Ponce y no Toreo (m. 19). Tuvo que expulsar a todos incluido él mismo.
Cosillas bastardas varias: Partido disputado en el estadio Loftus Versfeld de Pretoria ante 41.958 espectadores. Esta vez nos dio tiempo a contar a todos pero nos perdimos el partido. ¡Vaya mierda de trabajo!
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