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“Asalto y robo a un tren”, filme mudo e imprescindible de un pionero llamado Edwin S. Porter, resulta fundamental para estudiar el montaje cinematográfico por demostrar que la narrativa está asociada al plano y a la continuidad. Incluía un plano apoteósico que funcionaba como inserto al principio y final y no era otro que el de villano mirando y disparando a cámara, al espectador. Al igual que “Llegada de un tren a la estación” de los hermanos Lumière, donde los espectadores salían despavoridos al ‘recepcionar’ un tren ¡en una sala de cine!, el espectador que asistía a ese ‘disparo final’ quedaba horrorizado por una prematura (y virtual) muerte y ¡en una sala de cine!
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Hablemos de nuevo del III Concurso de Microrrelatos FNAC.es y sus premios, su drama y arrebatada posesión del espíritu intrínseco de las cosas que inundaba la mayoría de los relatos en formato micra. Hablemos de esa dramaturgia y ganas de morir (sí, digámoslo abiertamente) de los premios del público y las menciones especiales.
El Poe que se esconde tras “5 minutos”, el No-Sí-Pesimismo del suicida “Brooklyn” y los cristales y personas empañados de “Muere lentamente...”. (los tres puntos suspensivos previenen de la muerte cerebral de lo que luego leerán a continuación)
Pero hablemos también del ganador elegido por un jurado y miremos repasemos sus bases:

9. Ganadores. Un comité de selección realizará una preselección de 20 relatos y un jurado, formado por profesionales y personas pertenecientes a Fnac España S.A. y relacionadas con el mundo del Libro, elegirá, con independencia de su número de votos, al ganador del “premio del jurado”.

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Lean el microrrelato ganador:

Autobús a Caracas


“Adormilada en el autobús regresando de Barquisimeto, había sido un viaje inútil, negocio fallido… de pronto voces entre sueños ¡Todos la plata, esto es un asalto! Abrí los ojos, el silencio de un segundo, el autobús estacionado, los coches corriendo como balas en la autopista y yo ¡Gracias a Dios… fue un sueño! De pronto, mas fuerte ¡La plata, la plata! ... un revólver sobre el conductor… los otros, pasajero a pasajero, llegando hasta mí. Mil planes en un segundo, descartados al tener ya moviéndose el cañón del revólver delante de mi cara… le alargo el dinero… nuestros ojos se encuentran… casi un niño…durante un segundo me ha mirado fijamente… ¡Guarde su dinero señora, seré un ladrón del carajo pero quiero a mi madre!… ¡vamos pana, a correr! … Fuera… la fuga, balas, una persecución, dentro, en el autobús, shock, murmullos, comentarios…. de pronto… los ojos sobre mí.”

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Posiblemente todo se reduzca a la efectividad de un cortometraje... a “shock, murmullos, comentarios”... No sé si la Fnac pretende innovar a los instintos básicos del populacho muy a lo Belén Esteban o que nadie participe en sus concursos.
Recuerdo un corto argentino tan simple como la espera de cola para llegar a caja en un supermercado. En el mismo una señora mayor que se encontraba delante de un hombre de unos cuarenta años y protagonista... Empiezan a hablar... “durante un segundo me ha mirado fijamente…” (ah, que esto no es de aquí pero queda bien) La señora se pone a empatizar rápidamente con el señor y termina de hacer su compra... Después, cuando el señor se dispone a pagar a la cajera, recibe una fatal noticia tras el sobresalto de la abultada factura.
La cajera le dice: «Su madre me ha dicho que le cobrara todo a usted» “¡vamos pana, a correr!”


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Pero después del ‘pollo’ que se formó con el Primer Concurso de Diseño Gráfico uno ya no sabe. ¡Se ha creado hasta un grupo de facebook! Aunque ahora se crean por todo… la autora de un diseño, que contaba a cierre del evento con sólo dos votos frente a los ochocientos de los primeros clasificados, dejaba entrever en su usuario Tragalagrimas; lo que iban a tragar sus rivales.
David se cepilló a Goliat con una difunta piedra lanzada con una precisión milimétrica directo a su frente. No perdió el tiempo cuando el gigante cayó como un enorme árbol: corte de cabeza y fin. Pero, ah amigo, aquí aparece la intervención e intersección de los dioses que no son más que un jurado, al parecer, tremendamente antipopular.
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El relato ganador y mejor según el jurado está firmado por el usuario nell y sara. Yo, incrédulo de mí, pensaba que era un tándem formado por una pareja de escritores y pareja en la vida real. Nada más lejos de eso sino que su nombre era Nelly Sara Hospina Ticse quedando relegada la supuesta magia de una pareja autoral.
Dirán que es la envidia, que es mal perder, me acusarán de patalear a la luz de la luna pero es que posiblemente “Autobús a Caracas” sea lo peor para escoger entre todos los relatos. Le falta un acento (yo estaba preocupado por la pérdida del mío pero al parecer era requisito), se excede de puntos suspensivos y en un ejercicio de literatura de cualquier instituto español aprobaría con un cinco raspado. La R.A.E. definiría sus vasculaciones de mayúsculas y minúsculas como una hez infecta irrespetuosa. Pero, ha ganado y punto. Mejor tres...


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Barquisimeto no tiene nada que ver con un Bar-qui-si-meto o sea un burdel de mala muerte y escasa reputación. Es una ciudad de Venezuela pero lo de burdel tenía más encanto. Las crónicas de una mala madre que hace negocios oscuros en la capital y vuelve sin el botín y se ¡encuentra con su hijo!... “la fuga, balas, una persecución”. Mala madre cuyo hijo es una gangster a lo Jesse James que realiza atracos en autobuses y que sus dos neuronas hacen que a su madre seguramente le partan la cara y él acabe muerto.“¡Gracias a Dios… fue un sueño!” ¡NO! Es realidad y se llama Jurado de la Fnac. Si le aconsejan un libro…¡huyan! Pero no a Barquisimeto si quieren conservar su plata…¡plata! ...Efectivamente, “Asalto y robo a un tren llamado participantes de Fnac.es!” ... ¡Mas (sin acento) fuerte!... ¡Qué fuerte!

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