Páginas Bastardas

jueves, 1 de abril de 2010

The End

Volver al pasado puede ser el mayor e incierto futuro.

Resulta totalmente desesperante comprobar que aquellas pequeñas acciones que aparentemente nos pueden parecer inicialmente triviales, absurdas, bastardas y condenadas al olvido nos conducen a una fundada esperanza hacía lo extraordinario.

Observando ayer en un escaparate ropa deportiva e intentado descifrar si Adidas se ha comido a Star Wars o la abducción ha sido a la inversa uno puede llegar a pensar en un hipotético viaje temporal para tener una conversación con George Lucas e indicarle, antes del estreno del Episodio IV, la degeneración mercantilista al ritmo del recuento de billetes, que se producirá en un futuro no muy lejano. ¿Creería el director de “THX 1138” alguna de nuestras sinceras palabras y que su filme sería un mito cinematográfico y social?


Lo que nos depara hacía una nueva pirueta temporal a uno de los personajes más imprescindibles y protagonistas de “Lost”, Hugo Reyes, en el instante en el que anotaba compulsivamente en una libreta durante la cuarta temporada lo que sería el guión de “El imperio contraataca” (con alguna mejora propia) para enviárselo de alguna manera al mismísimo Lucas. La propia digresión temporal y el giro se convierten nuevamente en la pescadilla que se muerde la cola: ¿se imaginan regresar al pasado para contarse a sí mismos allá por el 2004 en el primer episodio de la serie de culto cómo acaba la misma? ¿Se creería alguien a un yo futuro que suelta por su boca miles de inteligibles tramas y giros narrativos-temporales?

Reescribiendo el futuro
Pensar en el futuro desde el presente puede ser el acto más suicida e irracional de nuestra existencia. Todo lo que nos rodea conduce irremediablemente a algo nuevo como piezas de dominó perfectamente colocadas que se ocultan las unas a las otras: hay que derribar la siguiente para poder continuar. Mirar en un escaparte una prenda deportiva sodomizada por el imperio llevó a una conversación en un coche y a su vez a escribir estás palabras que conforman la primera entrada de un blog. Pero nada de lo anterior hubiera ocurrido si no es por una parábola iniciada por una acción aparentemente intrascendente.

J.J. Abrams habla del destino y su poder gravitacional aunque siempre está sometido , como todos los seres que orbitamos alrededor de las vidas de los otros, a las reglas que rigen el universo: el último episodio de su celebrada serie se titulará The End.

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