Páginas Bastardas

miércoles, 13 de junio de 2018

La peste: La peste es creerse que es la mejor serie española del siglo

Miniserie de TV
“La Peste”
España
2018

Sinopsis (Página Oficial):

En la segunda mitad el Siglo XVI, Sevilla era la metrópoli del mundo occidental. Puerta de acceso de América en Europa. Ciudad donde la riqueza florecía con facilidad gracias al comercio internacional, al oro, la plata; a la convivencia de nacionales y extranjeros: cristianos, judíos conversos, moriscos, esclavos, libertos, pícaros, ladrones, prostitutas, nobles y plebeyos. Pero también era una ciudad de sombras por la desigualdad, las hambrunas, inundaciones y epidemias. Durante una plaga de peste negra, un ex militar —Mateo— regresa, honrando su palabra, para encontrar y sacar de la ciudad al hijo de un amigo fallecido. Mateo tuvo que huir de la ciudad para salvar su vida. La Inquisición le condenó a muerte por imprimir libros prohibidos. El arte y la cultura estaban al alcance de muy pocos y menos de las mujeres. Antes de conseguir su objetivo, Mateo es arrestado por los alguaciles del Inquisidor, quien promete perdonarle la vida a cambio de resolver una serie de crímenes con tintes diabólicos que se están produciendo en Sevilla. Una investigación a vida o muerte en un entorno de represión pública y hedonismo privado; de misticismo y caos; de conventos relajados y burdeles reglamentados; de cárceles como escondite, de hospitales como tumbas; de traiciones y lealtades.

Crítica Bastarda:

Ahora la gente celebra por las calles que se ha acabado. Se emborrachan y gritan de alegría por todas partes. Ignoran que la peste no desparecerá nunca. Permanecerá dormida en los muebles y en la ropa, en los sótanos y los arcones, esperando pacientemente a que el hombre vuelva a despertarla. Y así una y otra vez, hasta siempre. Nada nuevo bajo el sol…

Hablemos de “La Peste”, la tan cacareada mejor serie de la historia de la ficción española por obra y gracia de Movistar Plus. Pensemos en que aquí existe cierta ambigüedad con la narrativa en un proyecto anunciado como la gran revelación de los espectáculos patrios. Si se recuerda a Crematorio, dirigida y escrita por Jorge Sánchez-Cabezudo, hubo un salto de calidad al realizar la televisión de pago. Ya sea por ser una adaptación de novela homónima de Rafael Chirbes o por el formato y contenido, la propuesta se convirtió en una estela de la que, poco a poco, comenzaron a llegar réplicas. “El Ministerio del Tiempo” o “Vis a vis” han sido alguno de las ficciones que han conciliado el éxito de crítica, calidad y público pero, sin embargo, “La peste” da la impresión de quedar destinada a ser una superproducción en la que fallan elementos para poder perdurar en el recuerdo seriéfilo. Existen dos percepciones a ese trasfondo que necesita toda historia y sus villanos representativos. Alberto Rodríguez y Rafael Cobos parecen ser plenos conocedores de que en sus libretos se filtra un odio nada disimulado hacia un determinado culto religioso y que la Iglesia Católica, como parte del gran poder establecido de la época, era el gran mal de la ciudad que describen. Irónicamente, las víctimas —¿y buenos?— eran unos golpistas que cometían delitos para lucrarse engañando a otros… ¿Ha cambiado algo de toda esta historia? ¿Hablamos también del acento andaluz o de que los actores dejaron de vocalizar hace dos décadas en este país? 


“La Peste”, con la guadaña de una acusación de plagio sobre su dorada calavera, nos habla sobre un mundo distante pero, no obstante, cae en esos vicios de los creadores españoles —cuya corriente ideológica y perspectiva política es tan obvia como irracional e inconsecuente— por dotar de sentido todo material como parte de una alegoría para descubrir a la sociedad actual. En resumidas cuentas, la cuestión es morir abrazando las llamas de las subvenciones o del dinero público… El hombre, ciertamente, parece ser la peste… En esta ocasión, Movistar Plus ha tratado de dar forma a una ambiciosa producción que nos trasporte a finales del siglo XVI. El sobresaliente lo tiene la ambientación pero, no obstante, el resto no acaba de cuajar. Ni las interpretaciones son todo lo perdurables que se pudieran esperar ni la trama atrapa para retratar toda la miseria moral y social que habitaba en esa Sevilla de grandes contrastes. He aquí la triste confianza en el futuro en una ciudad en la que nada es gratis. Ni morirse es gratis, nos dice un personaje. “La Peste” nos habla de los infiernos latentes para la sociedad en la que ser mujer, pobre, esclavo o prostituta conformaban unos arquetipos sobre los que el gran poder (¿el siempre presente heteropatriarcado?) clavaba sus garras. Incluso ese gran poder parecía ser un títere de la Inquisición. Todos utilizaban, en resumen, la autoridad para someter a otros y en una Sevilla de contrastes, con la pobreza absoluta de fondo, la ficción trata de rentabilizar el suspense de esos asesinatos sin resolver y un discurso tan conformista como desigual y peligroso. ¿Quiénes eran los héroes y los villanos? Tal vez nadie lo fuera… y todos explotaran la peste para sus intereses propios… ¿El infierno siempre son los demás? Personalmente, considero que la peste es creerse que estamos ante la mejor serie española del siglo. El resto me sobra o ya lo he olvidado.

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1 comentario:

  1. Para cuándo la crítica de la Casa de papel, La gran Hobra Maestra de la que todos hablan?

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