Páginas Bastardas

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Star Wars. Los últimos Jedi: Lo nuevo y lo viejo

“Star Wars: Los últimos Jedi”
Título original: “Star Wars: The Last Jedi”
Director: Rian Johnson
EEUU
2017

Sinopsis (Página Oficial):

En “Star Wars: Los últimos Jedi”, la saga de los Skywalker continúa mientras los héroes delDespertar de la Fuerza se unen a las leyendas galácticas en una aventura épica para desentrañar los antiguos misterios de la Fuerza y descubrir sorprendentes revelaciones del pasado.

Crítica Bastarda (con todo tipo de spoilers):

No se trata de luchar contra lo que odias sino de proteger a lo que amas.

Tras las furibundas críticas recibidas sobre la esperada cinta de Rian Johnson, cuesta entender si existe algo de amor por la saga intergaláctica iniciada por George Lucas o, en realidad, se trata de puro odio por destruir lo creado por Disney. ¿Star Wars: El ataque de los trols? Para entender aquello que desea plantear “Star Wars: Los últimos Jedi” basta con dirigirse a su desenlace y analizar la imagen del ‘despertar de la fuerza’ en un niño mirando a las estrellas como aquel protagonista de una saga intergaláctica que pasó —hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana…— a la historia del cine. Luke Skywalker ha transcendido tras su sacrificio final a una idea que se va a propagar por el universo como una nueva creencia y fe. Esa señal para los más desfavorecidos es el leitmotiv tanto de una hábil y orquestada estrategia de marketing como de una clara y calculada esencia emocional. La religión de los Jedi desea ser algo más que unas aburridas escrituras sino de una oración que se difunda más rápido que la velocidad de la luz por todo el cosmos. Esas nuevas generaciones son el objetivo, los cuerpos que han de catalizar la esencia de un poder que denota que Disney ha cambiado de rumbo en su objetivo para exprimir la saga iniciada por Lucas. Si bien Star Wars: El despertar de la Fuerza se articulaba sobre los ecos y réplicas de “Episodio IV: Una nueva esperanza” —funcionando como un fanfilm con un presupuesto de 245 millones de dólares—, la compañía de entretenimiento más grande del mundo ha puesto el ojo en las nuevas generaciones. He aquí una clara batalla entre lo nuevo y lo viejo, entre el riesgo absoluto por la novedad y los puristas resentidos y adictos al fanatismo de un legado que ya es pasado. Es coherente que los fans de toda la vida de ‘Star Wars’ renieguen de aquello que ha planteado la cinta del director de Looper e inunden internet de quejas y ataques coléricos. Al fin y al cabo, “Star Wars: Los últimos Jedi” no es una película para ellos sino para las decenas de millones de niños que tendrá su propia “El imperio contraataca” para la posteridad. Es cierto que podemos criticar ciertos mensajes subliminales a favor de animalistas y vegetarianos —y en contra del corporativismo o el negocio de las armas— aunque, sin embargo, el conjunto es un brillante ‘anuncio’ para esos mensajes al target potencial de la propuesta y que seguramente la encumbre pasado unos lustros como un clásico popular. Ellos son, en definitiva, parte de la catálisis y esencia de un largometraje que habla sobre la épica y eternidad de toda leyenda. Y, de este modo, Luke Skywalker engendra lo viejo y lo nuevo en un mismo organismo. Él ese el eje de ese odio y amor. 


Repasemos “Star Wars: Los últimos Jedi” desde sus momentos más cuestionados y controvertidos y ‘protejamos’ aquello a lo que más amamos… por encima de esa antipatía irracional que no va a parar de luchar hasta el infinito (y más allá) por destruir al filme de Rian Johnson

1.- Leia, muerte, resurrección… y deux ex machina

Posiblemente nos encontramos ante la secuencia más controvertida de toda la saga que, por el contrario, sintetiza parte de la esencia de “Star Wars: Los últimos Jedi”. Los veteranos fans han dejado de tener el poder sobre la ‘fuerza’ de esta nueva trilogía y sus presuposiciones o impuestas obligaciones son ya parte del lado oscuro. Lo viejo ya no tiene cabida en el universo que explota Disney y, ahora, son tiempos para sorprender a esas nuevas generaciones que ansían su propio «Luke, yo soy tu padre». ¿Y cómo lograr esa proeza en tiempos de cliffhangers televisivos y torsiones (que no giros) de guion en cada producción audiovisual? La cuestión pudiera ser esa supuesta muerte de Leia Organa en un momento que no tiene nada que envidiar a “Battlestar Galactica”. La Primera Orden organiza un plan perfecto con cazas TIE para acabar el puente de la nave principal de la resistencia. En realidad, parte de la importancia de la secuencia es ver la imposibilidad por parte de Kylo Ren de acabar con su madre (tras asesinar a su padre). Pese a no abrir fuego, las naves de la Primera Orden destruyen el puente y Leia es expulsada al espacio. ¿Es el fin? Daba la impresión de que el fandom había impuesto la muerte del personaje que interpreta Carrie Fisher tras el adiós de la icónica actriz. Rian Johnson trata de revelar que la Princesa Leia está por encima de la muerte dentro y fuera de la pantalla y resurge cual Wonder Woman o Mary Poppins en el espacio para retornar hacia la nave y ser rescatada por los suyos. Ella, al fin y al cabo, es un icono capaz de sobrevivir a todos y a todo y la secuencia plantea un interesante deux ex machina. Desconocemos el poder absoluto de la Fuerza… pese a remarcarnos que es la energía que habita y une a todos los elementos del universo. La hija de Anakin Skywalker tiene una clara afinidad con la Fuerza y no por ello ha de ser un Jedi. La profecía del Elegido es bastante clara al respecto y el leitmotiv del filme es precisamente que todo ser, por indefenso que pueda parecer, es capaz de desarrollar unos poderes prodigiosos. De hecho, en un libro recientemente publicado se revela que Yoda quería entrenar a Leia y no a su hermano Luke. ¿Veía el maestro Jedi el poder interior de una princesa que ha dejado de ser una doncella en apuros? Otra posibilidad añadida pudiera ser al extinción de los propios Jedis y, por lo tanto, que Leia consiga regresar a la nave espacial es todo un golpe de efecto que compendia las proposiciones anteriores. En “American Horror Story: Coven” se planteó la posibilidad de que la debilidad bruja con el mayor poder, la Suprema, permitía a otras brujas acceder a esos grandes poderes como parte de una democratización y renovación de  su legado. En la película nos han mostrado que ya no ha Jedis salvo Skywalker y que Rey desarrolla unos poderes inauditos presumiblemente como parte de ese relevo. Sería coherente que la afinidad de Leia por la Fuerza hubiera centrado todo el poder del universo en ella. Un elemento que será utilizado más adelante por el propio Luke para gestionar una proeza inaudita. La Fuerza es capaz de lo imposible. ¿Ergo la Fuerza es el más perfecto deux ex machina del cine tras «los cambios en Matrix»? 


2.- Snoke, el Líder Supremo de la Primera Orden, es tan poderoso como inocente y confiando

¿La metáfora perfecta sobre los fanboys reconvertidos en haters de “Star Wars: Los últimos Jedi”? Pensemos en que Snoke es un inteligente, egocéntrico y despiadado villano que piensa que puede controlar todo en el universo. La mente de Kylo Ren es parte de ese infinito dominio de un ser que puede proyectar sus poderes a distancias inimaginables. La muerte de Snoke a manos de Kylo Ren no es en absoluto baladí ni sorprendente teniendo en cuenta cómo han ascendido los más poderosos Sith. Además, ¿por qué tenían que desarrollar o explicar los orígenes del Líder Supremo de la Primera Orden cuando el backstory de Darth Sidious era prácticamente inexistente en la trilogía original? Las réplicas del largometraje sobre la trilogía que protagonizó Luke Skywalker son más sugerentes y recónditas. Snoke, por ejemplo, va a poner el sable láser de Rey en el brazo de su trono de una forma idéntica a la que eligió el Emperador del Imperio Galáctico e, irónicamente, va a sufrir el mismo destino por la traición de su aprendiz. El conflicto de Kylo Ren es evidente en el film y Rey lucha por la humanidad que subyace dentro de su oscuridad. Descubriremos los motivos del exilio de Luke Skywalker y por qué trató de matar a aquel que fue su pupilo. En cierta medida, Ren estaba condenado a acabar con todas las figuras que se han erigido en su vida como ‘maestros’. Ya trató de asesinar a Luke (y lo dio por muerto) y terminó con la existencia de su propio padre. Snoke no va a ser menos aunque, sin embargo, el motivo que lo origina es el conflicto interior del hijo de Leia Organa. El Lado Oscuro engendra la más absoluta soledad y Kylo Ren ha encontrado en Rey su alma gemela para sobrellevarla. La conexión establecida entre ambos —y propiciada por Snoke— es irónicamente la sentencia de muerte del Líder Supremo. Su confianza ciega en sus poderes le hace creer que su pupilo ejecutará a Rey como parte de su plan pero, irónicamente, es el comienzo de una secuencia que bien pudiera ser uno de los sombríos cortejos —entre violentas muertas y vivisecciones— de Hannibal Lecter y Will Graham en la Hannibal de Bryan Fuller. La muerte de Snoke también puede ser integrada en esos numerosos giros de guion con los que no contaban aquellos fans que se han pasado al lado oscuro de los ‘haters’ de internet. En el fondo, Kylo Ren fue el villano de la nueva saga y su posicionamiento como nuevo Líder Supremo engloba ese nuevo orden que el personaje quiero imponer en la saga. Lo ‘viejo’ ha muerto (o ha de morir), larga vida a lo nuevo. 


3.- Luke Skywalker, que estás en los cielos

Otro de los puntos más detestados de los ‘haters’ de “Star Wars: Los últimos Jedi” es el no-entrenamiento de Rey. Pensemos en que los fans, tras el desenlace de Star Wars: El despertar de la Fuerza, imaginaban un duro aprendizaje similar al del joven Luke Skywalker en el planeta Dagobah. Aunque ver Luke tomar leche verdosa de un alienígena pudiera ser una de las secuencias más inclasificables y extravagantes de un blockbuster en años, la idea es trazar y desarrollar una homenaje al viaje vital del héroe de la trilogía anterior. Desde el icónico mensaje holográfico de Leia hasta los dos soles de Tatooine —pasando por la leche azul de bantha—, el filme desea autodescubrir ese choque representativo de lo nuevo y lo viejo. Rey se va a constituir como una padawan que va a romper los clichés habituales o predefinidos. Cuesta bastante creer a esos ‘haters’, que han señalado que la película de Rian Johnson trata sobre esa nueva generación que consigue todo caído del cielo y sin nada de esfuerzo, tenga algo de razón. Rey no para de entrenar en todo su paso por Ahch-To. Otra cuestión es que Luke no vea con buenos ojos el potencial de su discípula y los motivos que le llevaron allí. ¿Los jedis han de desaparecer o, por el contrario, la Fuerza ha de ser democratizada? ¿Son los Jedi la casta del universo? El mensaje de “Star Wars: Los últimos Jedi” es bastante e evidente al respecto: la religión de los Jedi ha de ser pasto de las cenizas y se acabaron los seres superiores en la galaxia. Los padres de Rey no han de ser nadie relevante porque contradeciría el principio elemental de la propuesta: cualquier poder ser llamado por la Fuerza y ya no es necesario formar parte de un culto elitista o adicto a la soberbia. Rey desea profundizar en el Lado Oscuro y misterioso de ese lugar para hallar respuestas pero, sin embargo, la aplastante realidad respecto a sus padres —y la soledad de elegir un camino como el de Kylo Ren— harán que tomé el control de su poder. Luke, por su parte, decidirá proteger a aquella que será la última Jedi —e incluso a su hermana y los postreros rebeldes— tras su adiós y focaliza todo su poder a través de años luz para engañar a aquel que fue su discípulo y motivo de su exilio. Luke consigue aunar toda la Fuerza para proyectarse en el planeta Crait y convertirse en una leyenda que expanda su legado por todo el universo. Todo tiene un precio y su energía vital se disipará para trascender hasta el infinito. Ya está en los cielos por toda la eternidad… El círculo de ese joven que miraba las estrellas en Tatooine se ha cerrado: él vive y vivirá en todos esos niños que son réplicas y ecos de su existencia.


4.- El misticismo ha muerto y las teorías de la era Reddit ya son pasado.

Un punto clave de “Star Wars: Los últimos Jedi” es el descubrimiento de que los padres de Rey era simples chatarreros de Jakku que la vendieron y ahora están muertos en ese planeta en el que nadie quiere permanecer. Esa idea de destruir todas las teorías de los fans —en plena era Reddit— es uno de los grandes alicientes para amar el filme de Rian Johnson. El misticismo también ha dicho adiós y ya cualquier puede ser un Jedi como inteligente estrategia de marketing de Disney. ¡Muerte a los midiclorianos! ¿Los mismos que criticaron a Lucas por sacarse ese concepto de la manga cuestionan ahora su desmitificación? Del mismo modo, el Capitan Phasma o Snoke son simples elementos y recursos de guion cercanos a macguffins junto a la muerte del almirante Ackbar. Todo es una trampa y cualquier teoría o conspiración de los fans ha quedado en conceptos que conforman parte de ese lado ‘viejo’ que lo ‘nuevo’ de la propuesta pretende aplastar. No obstante, en todo ese proceso de destrucción también surgen muchas incógnitas respecto al futuro de la saga y cierre de la trilogía. ¿Dónde se dirige un filme capaz de generar todo tipo posibilidades? 


5.- Demasiados riesgos, demasiado odio

Posiblemente “Star Wars: Los últimos Jedi” sea el blockbuster que más riesgos ha corrido en mucho tiempo. La comedia (un tanto infantil) se entromete en el universo que inició George Lucas y los más puristas no tienen que ser complacidos. He aquí ese choque entre la madurez de la propuesta y esa búsqueda de un target claramente preadolescente. Ese espaldarazo a los fans más fanáticos del universo de ‘Star Wars’ es todo un punto de giro sin precedentes en una franquicia cinematográfica. Rian Johnson da la impresión de inspirarse más en “Battlestar Galactica” que en el universo que está apuntalando. También existen otros conceptos llamativos como revelar a niños esclavizados en paraísos de lleno de vendedores de armas para la Resistencia y la Primera Orden. Ese discurso proanimalista y en contra del negocio de la muerte facilita que Finn puede ganar protagonismo y peso en una trama propia. Es curioso, inclusive, que un arco argumental sea la persecución de una gran y poderosa nave enemiga frente a aquella en la que se encuentra prácticamente la totalidad de los protagonistas. ¿Algo tan simple puede generar todo tipo de proposiciones narrativas? Esa destrucción a cámara lenta de todos los rebeldes no deja de remarcar la extinción de la esperanza del universo para hacer frente a la lleno de vendedores de armas para la Resistencia y la Primera Orden. Es cierto que “Star Wars: Los últimos Jedi” se rinde a la fauna de esas criaturas que harán las delicias, en formato peluche, de los seguidores de la nueva trilogía. Tenemos desde a los Porgs hasta zorros de cristal aunque también destacan los cameos de estrellas Lupita Nyong'o (de nuevo como Maz Kanata), Laura Dern, Benicio Del Toro o Justin Theroux. Los protagonistas, además, son claramente imperfectos y ninguna da la impresión de encajar ese molde impuesto de héroe habitual en el cine mainstream. Incluso la participación de R2D2 y C3PO se siente como de estrellas invitadas en una ceremonia que trata de imponer ese espíritu de reconversión de lo viejo en una nueva carne cinematográfica. Quizás el filme se sienta, por momentos, como un videojuego en el que las misiones sean reducidas a simplistas y visuales objetivos (una rosa roja o un artefacto capaz de rastrear las naves rebeldes incluso en el hiperespacio). La cuestión real de la propuesta de Johnson es amoldar lo predecible a lo imprevisible y revelarnos que el fracaso es el mejor maestro. Tal vez “Star Wars: Los últimos Jedi” sea vendida como un fiasco de proporciones épicas por esos puristas fanáticos —reconvertidos en ‘haters’ para la ocasión dejando sus semillas en virulentas críticas en Filmaffinity e Imdb— que la comparan (sin ninguna clase de vergüenza) con La loca historia de las galaxias pero, sin embargo, la película supone un punto de giro y, en cierto, modo una burla de sí misma y las pretensiones de aquellos que parecen tener todo escrito y dictado a los autores. ¿Es hora de rebelarse? ¿Es hora de aislarse de aquellos que creían que controlaban el producto? Seguramente nos encontremos ante la primera declaración de independencia de una obra respecto a aquellos que decían ser sus seguidores. Ya son parte de lo viejo, ¿larga vida a la nuevo?


[Este post pretende ser un oasis en el desierto hater de internet alrededor de “Star Wars: Los últimos Jedi” por lo que los comentarios anónimos o de obra del lado oscuro no serán publicados ni validados (ni mucho menos leídos por el autor del texto). Cualquier punto de debate será bienvenido, los insultos y lloros sobran

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3 comentarios:

  1. Buena critica, hombre, cuando vi la película simplemente dije: "Es buena", aunque es interesante como ha habido una gran tormenta contra esta película, los críticos fanboys diciendo que es la mejor desde "El Imperio Contraataca", los haters diciendo que es incluso peor que "La Amenaza Fantasma". Algunos comentarios a continuación.

    1. Falto comentar en toda una sección la pequeña critica de que tiene partes iguales a la saga original como

    -El entrenamiento de un alumno (Como en "El Imperio Contraataca)
    -Un jedi va hasta el lider del imperio y tiene un duelo mental con el, mientras que el villano enmascarado tiene un duelo (Como "El retorno del Jedi")
    -Una nave tiene una avería en la nave, lo que no le permite avanzar y superar al imperio, mientras estos los persiguen (Como "El Imperio Contraataca").
    -El jedi con más experiencia le dice al nuevo Jedi que no vaya a salvar a otro personaje que mejor se quede en el lugar en el que esta (Como "El Imperio Contraataca").

    2. Simplemente me quede decepcionado con algunas decisiones y adonde quizás va a ir la saga:
    -El hecho de que Snoke muera tan fácilmente, sin poder predecir un sable de luz que estaba a centímetros de el, al principio estaba emocionado con la pelea y las consecuencias de aquello, interesante el dialogo de Kylo Ren con Rey, pero al final cuando la película acabo, solo lo sentí como una oportunidad desperdiciada.
    -Yo soy de la sección que opina que Kylo Ren es Meh, no me encanta, pero no lo odio, para mí sigue siendo el niño emo malcriado que no para de equivocarse.
    -La secuencia de Finn y Rose no era muy interesante, tuve flashbacks pesadillescos a las precuelas.
    -De acuerdo con la parte de tu crítica que dice que deja incertidumbres sobre adonde ira la saga en el futuro, pero como dije antes, el conflicto con Kylo Ren ya no se me hace tan interesante.
    Es mas, estoy de acuerdo con las teorías de Red Letter Media, sobre que habría sido mucho mas interesante y fascinante ver algo diferente como Rey uniendose a Kylo Ren, la siguiente película nos dejaría mas emocionados e involucrados.
    -No hay nada en la película al nivel del giro inesperado de "El Imperio Contraataca" que quizas, como tu dices, es lo que todos esperabamos, nada de acuerdo con tu comparación de que esta lo sera para las generaciones futuras, aquel film de 1980 fue impactante para el mundo desde que llegaba a su final (aunque se que algunas personas en esa epoca odiaron el final), en cambio cuando esta película acabo, todos estaban en conflicto y algo confundidos con lo que habían visto.

    3. Vuelve a Filmaffinity, SALUDOS!

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  2. La mejor película de superhéroes del año. Ni "Múltiple" ni "Thor 3"... "Star Wars: The Last Jedi". Con un par, que aparte del juego de palabros de su título original, presenta a la superheroína de la galaxia.

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  3. A los indignados e iracundos fans que estos días se están rasgando las vestiduras y clamando su furia en el desierto de Tattoine , yo les diría "Por qué tan serios ??" . Es decir , esta saga siempre ha tenido el objetivo de ser un espectáculo , un entretenimiento ; nunca ha pretendido ser profunda ni trascendente , y a menudo se ha pasado por el arco de triunfo la coherencia narrativa ( no digamos ya las más elementales leyes de la física ) . Esto va de batallas entre naves espaciales que explotan gloriosa y ruidosamente entre llamas en el vacío del espacio mientras se mueven como cazas de la segunda guerra mundial , de épicos duelos medievales con espadas hechas de luz de láser , de simpáticos robots parlantes en un universo sin ordenadores ni teléfonos móviles , de ver hasta donde llega la imaginación de los diseñadores de nuevas criaturas , y todo ello acompañado de las grandiosas partituras del gran John Williams ( y que tanto recuerdan a la Suite de Los Planetas de Holst ) . No podemos seguir repitiendo las antiguas películas una y otra vez . Si la saga no quiere morir , debe renovarse ; y renovarse implica explorar nuevos caminos , y necesariamente cometer errores . Y todo esto lo dice uno de aquellos chavales que , en una mágica noche de verano de 1977 , alucinó en el cine viendo algo que NUNCA se había hecho antes , y que ha continuado disfrutando como un enano de estas películas a lo largo de todas estas décadas ... pero que tampoco se las toma tan en serio .

    Un abrazo a todos mis hermanos fans ( partidarios y detractores por igual ) y que la Fuerza os acompañe !!

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