Páginas Bastardas

domingo, 23 de abril de 2017

Eurovisión 2017: Los rivales de Manel Navarro


Como cada año toca acercarse a Eurovisión aka Trospidvisión para ver el poder de lo excéntrico y chirriante sobre la cultura popular y las redes sociales. 2017 está claro, de momento, que va a ser el año de la controversia (sobre la controversia). Tras el adiós de Rusia, llega la hora de acercarse al resto de candidatos y su actual influencia sobre el poder de las casas de apuestas. Actualmente, Italia es la gran favorita y Bulgaria y Suecia son las grandes alternativas. Portugal, Bélgica, Australia, Armenia, Azerbaiyán, Francia y Rumanía lideran el pelotón perseguidor… ¿Está el pescado vendido o tendremos sorpresas? ¿Y qué ocurre con nuestro candidato? Aquello que es evidente es que Manel Navaro tendrá que defender en Kiev algo más que una canción-… Y es que la elección del tema ‘Do It for Your Lover’ estuvo marcada por una controversia y polémica por encima de la habitual (?) controversia y polémica de años previos. La pregunta pudiera ser otra más afilada y venenosa: ¿Hay alguien que entienda a los tali-euro-nazi-fans de turno? Repasemos los hechos. Las críticas que han lanzado virulentamente los supuestos entendidos —y que numerosos hechos factibles y contrastados han demostrado una y otra vez su más absoluta miopía (o sordera, según se mire u oiga) y estar en la inopia— son más un acto hipócrita que uno justificado y acertado. En realidad, si alguien ‘califica’ de TONGO la elección de Manel Navarro como nuestro representante, también debería afirmar que Ruth Lorenzo, Edurne y todos los anteriores candidatos fueron productos del TONGO. Es más (y llego más lejos): Eurovisión (sus votaciones, en especial) ha sido, es y será un TONGO. UN COMPLETO TONGO. Entonces, ¿de qué nos quejamos? 

Para entender aquello que sucedió en la bochornosa noche de Objetivo Eurovisión, donde Manel Navarro fue elegido como nuestro candidato, basta con narrar ciertos hechos cronológicos. Los mismos adictos a las técnicas de cyberbullying (organizadas por bebés en una guardería), que aplaudieron que el público fuera el factor del desempate en el caso de Ruth Lorenzo, que no se quejaron de que Edurne fuera designada representante a dedo y que se abrazaban al jurado como una farola para evitar que John Cobra pudiera ser el nuevo Chikilicuatre, ahora se escandalizan con las mismas reglas que ellos mismos utilizaron de modo torticero y patético. Si estaba claro desde el minuto cero que un jurado en absoluto imparcial iba a decidir el resultado final, ¿qué sentido tenía votar y rascarse el bolsillo en un acto sinsentido salvo el de la lágrima y el insulto (y agresión) fácil? Conviene recordar que el jurado se colocó precisamente para evitar que Buenafuente (y, por extensión, Forocoches) ‘alojaran’ a su candidato y, evidentemente, quien hace la ley hace la trampa. Si hay jurado y éste desea utilizar un poder que se le ha dado, es tan libre de hacer un TONGO como el TONGO que ha impuesto RTVE y sobre todo los tali-euro-nazi-fans año tras año. Yo personalmente estoy harto de TONGOS, de todos los TONGOS. De los unos y de los otros. La pregunta que deberíamos plantearnos, no obstante, es el bajo nivel de Objetivo Eurovisión tras un Eurocasting con cerca de 400 artistas que no estaban vinculados a las grandes discográficas de nuestro país y precisamente cinco que sí lo estaban. No es demasiado entendible que LeKlein o Mario Jefferson fueran las únicas apuestas con ciertos riesgos y con una diferente tonalidad mientras que los desastres técnicos se expandían en una gala y selección para el olvido y la más absoluta vergüenza ajena. ¿Y de verdad que los tali-euro-nazi-fans querían colocarnos un tema latino tan descafeinado y digno de tener la puntuación más baja en Kiev? ¿¡ESA es la alternativa a la canción de anuncio de cereales infantiles de Manel Navarro!? En resumen y repitiendo lo expuesto: algunos estamos hartos de todos los TONGOS, los que proponen los tali-euro-nazi-fans españolitos y los que propone RTVE. Y de lo que fuma Manel Navarro más.


Sea como fuera, el LXII Festival de la Canción de Eurovisión nos espera y es hora de adentrarnos en las auténticas predilectas sin producir vergüenza ajena. 



Italia, ¿de verdad que es favorita después de Amir, Il Volo y Amaury Vassili?

Las casas de apuestas pueden ser tan fiables como peligrosas y ya el año pasado no acertaron previamente (más que plenamente) con Amir o Sergey Lazarev. Es cierto que con el Il Volo comprobamos que el ganador del televoto no tenía que ser aquel que se alzara con el triunfo del Festival de Eurovisión y tal constante se ha ido imponiendo desde entonces. Las dudas pueden ser mayores, más si cabe, en el caso de un miembro del Big 5 sea aquel que parece que puede encumbrarse ya que desde Lena en 2010 no ha conseguido materializar los designios de las casas de apuestas. No sabemos si el sistema de semifinales perjudicará a Francesco Gabbani o si, por el contrario, una canción que comienza con una cita a ‘Hamlet’ de William Shakespeare podrá seguir la estela de madurez iniciada por un tema ‘político’ como el de Jamala (‘1944’). 



Bulgaria, ¿bienvenidos a la Eurovisión moderna (y de la modernez)? 

Si Poli Genova fue una de las grandes revelaciones y sorpresas del pasado Festival de Eurovisión, las casas de apuestas no quieren perder esta vez de vista al representante búlgaro para esta edición. Kristian Kostov con ‘Beautiful Mess’ da la impresión de retornar a las sensaciones divisadas en Loïc Nottet con ‘Rhythm Inside’ y Aminata en su ‘Love Injected’, como si Eurosivión pudiera ser un caldo de cultivo para la modernez musical y adentrarse en otra dimensión más ecléctica. Svala con ‘Paper’ por Islandia, Jana Burčeska con ‘Dance Alone’ por Macedonia y, sobre todo, Blanche con ‘City Lights’ por Béligca también deberían tener su justa recompensa por tal motivo. 



Suecia, la gran potencia eurovisiva del siglo XXI 

Suecia quiere volver a ser la anfitriona del próximo Festival de Eurovisión y son aquellos que se lo están tomando más en serio con un recital de triunfos, tops 5 y tops 10 a discreción. Robin Bengtsson se alzó con el triunfo en el Melodifestivalen con una puesta en escena y canción que es un claro homenaje a Justin Timberlake y a la chulería sueca y sus miradas libidinosas para conquistar a la audiencia. Trucos no le faltan, desde luego. Aunque los televotantes suecos preferían a Nano (‘Hold On’), estamos seguros que ‘I Can't Go On’ va a arrasar en las puntuaciones de la final que viviremos en Kiev el próximo 9 de mayo.



Portugal, ¿demasiado morbo o demasiado talento? 

Desconocemos si es que Eurovisión es adicta al drama y, por extensión, al morbo o simplemente Salvador Sobral es un artista como la copa de un pino… en apuros. Y es que el delicado estado de salud del representante portugués va a provocar que la interpretación en el escenario de ‘Amar Pelos Dois’ sea vivida por el público a flor de piel. Nos encontramos ante una de las mejores canciones del festival con un artista de verdad y sería injusto que no recibiera todo el apoyo del jurado y de los votantes. Veremos, para empezar, cómo funciona su actuación en la semifinal. 



¿Y el resto qué? 

Australia quiere hacer suya aquello de a la tercera ‘invitación’ va la vencida mientras que el resto de representes suspiran por subir posiciones en las Semifinales como ocurrió el año pasado con la vencedora del Festival de Eurovisión. La también mencionada representante belga desde escalar puestos al igual que Artsvik con su tema ‘Fly With Me’ por Armenia. Francia, Azerbaiyán, Rumania, Dinamarca, Grecia o Hungría también desea aprovecharse de una edición en el que podemos esperar algunas sorpresas tras la ausencia de Rusia y la controvertida modificación del sistema de votación vivida el año pasado. 



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