Páginas Bastardas

domingo, 19 de febrero de 2017

Moonlight: ¿Quién puede engañar a la luz de la luna?

“Moonlight”
Director: Barry Jenkins
EEUU
2016

Sinopsis (Página Oficial):

“Moonlight” es una historia atemporal de relaciones humanas y autodescubrimiento, que narra la vida de un joven que crece en los suburbios de Miami, desde su infancia hasta la edad adulta. Un retrato vital de la vida afroamericana contemporánea que resuena por su profundidad y sus verdades universales. Gracias a las extraordinarias interpretaciones de un elenco impresionante, la singular y sorprendente visión de Jenkins emociona profundamente, así como su retrato de momentos, personas y fuerzas desconocidas que conforman nuestra vida y nos hacen ser quienes somos.

Crítica Bastarda:

Barry Jenkins habla en su galardonada y reputada película sobre la identidad y la conexión del individuo con el mundo que le rodea. Es cierto que el director incluye otros núcleos dramáticos como la drogadicción, la raza, el acoso escolar, la homosexualidad y la maternidad/paternidad en los márgenes de su discurso a modo de elementos un tanto residuales de estereotipos sobre los que ha solido asentarse el cine indie estadounidense. No obstante, el viaje de crecimiento y (auto)descubrimientos de su protagonista se desarrolla a través de tres fases de su vida en las que la infancia, adolescencia y madurez marcan y delimitan su conflicto e introspección. Jenkins no duda en ningún momento en trasladar su material metafórico a la propia puesta en escena y escenarios, entablando un diálogo entre el encierro físico del personaje y su liberación a través de una recurrente playa. Little es un tímido niño, generalmente perseguido y acosado por el resto de críos, que ha acabado aislado del mundo. Juan (Mahershala Ali) da la impresión de surgir para rescatarlo y protegerlo bajo su ala, siendo la ayuda de su pareja Teresa (Janelle Monáe) clave para formalizar una familia sobre la que Chiron trata de asentarse entre los temblores causados por convivir con una decadente madre drogadicta, que tantea con la prostitución y generalmente es excesiva en el trato con su hijo. “Moonlight” asienta con celeridad su discurso formal al buscar los reflejos entre Juan y Little, como si el pasado y el futuro alcanzaran una comunión como una figura retratada en luces y sombras. Juan, en realidad, es el atormentado vendedor de drogas que vende el veneno que está destruyendo a su madre y Jenkins utiliza ese potente material para hallar el espacio en ese latente conflicto del protagonista en la búsqueda de un camino en la vida para desenterrar su verdadera identidad; una personalidad que, por el contrario, parece condenada a alcanzar esa transformación y reflejo impuestos desde su infancia y el contexto que lo rodea. 


“Moonlight” se ampara en enclaustrar la libertad y personalidad de su personaje principal en su propio cuerpo, a través de los tres actores que interpretan al mismo, en su viaje de crecimiento. Jenkins desea trabajar sobre la amistad de otro joven, Kevin, en esas distintas fases mientras se sumerge en clichés de los dramas que han retratado al cine estadounidense; pivotando el conflicto tanto sobre el acoso escolar como con su doble relación con los personajes maternales que rodean su vida. El filme también desarrolla esas capas de protección que edifica toda persona para salvaguardarse de cualquier hostilidad y, evidentemente, la violencia acaba conformándose como un lenguaje expresivo en un mundo en el que sociedad por norma general vive amenazada tanto por la criminalidad como la intimidación que recibe por parte del estado que supuestamente se encarga de protegerle. Más allá de una historia de redención, la película trata sobre la liberación del individuo de esas prisiones que suele construir él mismo a su alrededor y en su propia vida. Jenkins utiliza la homosexualidad como una entidad etérea más cercana al deseo que al propio entorno físico, como si su protagonista anhelara plasmar el contacto con la sociedad sobre la que se ha aislado a través del descubrimiento de su propio interior. Fuera está ese hombre cimentado en el propio hielo, dientes de oro y músculos, siendo una poderosa presencia aparentemente impenetrable que oculta la fragilidad de su corazón atrapado en su infancia al mundo; incapaz de sobrepasar algunos de los conflictos que tiñen su pasado. Black, por lo tanto, es un cuerpo físico y simple apariencia construida bajo la única figura y legado paternal que conoció, siendo su autodefensa hacia todos aquellos que quisieron hacerle daño a lo largo de su vida pero, al mismo tiempo, revelando un carácter educado y afable con sus seres cercanos. Esa dicotomía es la clara expresión de “Moonlight” a través de esa historia de cuerpos cambiantes bajo la luz de la luna, reflejando la ambigüedad sobre que la desea asentar su discurso de réplicas Barry Jenkins. La visión final del filme sobre el ser humano pretende asentarse en el optimismo, confirmando que pese a los baches y errores cometidos por los dos personajes principales siempre existe una vía para el reencuentro y redención; para establecer esos vínculos latentes en el contacto humano. Bajo un desenlace teatral, propio del material de Tarell Alvin McCraney del que se vale Jenkins, la metáfora, los silencios o las letras de los temas musicales son claves para entender una historia que va más lejos de la propia sexualidad y las apariencias. En realidad, nos encontramos ante un relato en el que la sociedad da la impresión de esculpir esas máscaras, disfraces y fortalezas sobre las que se ocultan los individuos para sobrevivir en un mundo de códigos repleto de callejones sin salida. Quizás sea un mundo oscuro en el que todos tratemos de ocultarnos alguna vez en nuestras vidas pero, ¿quién puede engañar a la propia luz de la luna?

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4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Me ha encantado tu crítica, minuciosa, reveladora y muy interesante, como siempre!

      Es una película que me gustó mucho (en mi opinión ese Oscar a Mejor Película es muy merecido - lo siento, LaLaLand), pero creo que le faltó algo. Quizá sea por todos esos clichés que ya mencionas, quizá por un final no del todo satisfactorio... esperaba que fueran más allá, que contaran algo un poco más complejo, más original. Pero incluso así me sigue pareciendo una película bellísima que habla muy bien de temas de los que hace falta hablar

      Saludos!

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  2. Desafortunado cuando utiliza Cucurrucu Paloma de Caetano Veloso, acaso nunca el direcror vió Hable con Ella?, la critica americana engrandeció esta pelicula mucho más de lo que es... Asi los premios Oscars acusados de homofibicos y racistas podrían expiar sus culpas. Es una pelicula interesante, buena, como otras decenas de peliculas ibdependientes estrenadas año a año. Pero no es para tanto.

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