Páginas Bastardas

jueves, 2 de junio de 2016

Preacher: Predicador

Serie de TV
“Preacher”
EEUU
2016

Sinopsis (Página Oficial):

Basada en la popular y homónima serie de novelas gráficas culto, “Preacher” es una sobrenatural, retorcida y oscura comedia dramática que sigue a un predicador del oeste de Texas llamado Jesse Custer, que es poseído por una entidad misteriosa que le hace desarrollar unos poderes muy inusuales. Jesse, su ex novia ‘badass’ Tulip y un vagabundo irlandés llamado Cassidy acaban juntos, y cuando lo hacen, se introducen en un disparatado mundo poblado por un elenco de personajes del Cielo, el Infierno y de todo lo demás. 

Crítica Bastarda:

AMC, tras despedir a Mad Men y Breaking Bad, se está ‘especializando’ en series con un envoltorio atrayente que podrían oscilar desde las ramificaciones de The Walking Dead hasta aquellas proporcionadas por Humans o Halt and Catch Fire. Tal vez “Preacher” aterrice en nuestras pantallas para unificar las líneas anteriores construyendo un objeto seriéfilo de culto que genere un mayor consenso entre público y crítica que, por ejemplo, Into the Badlands; que trate en definitiva de reaccionar ante los avances de la competencia y esa confirmada tónica de dar una esencia de Comic-Con en muchas propuestas de cadenas de cable, generalistas e incluso de portales de streaming. La adaptación de la serie de novelas gráficas creadas por Garth Ennis y Steve Dillon viene, además, de la mano de una coproducción con Sony Pictures Television para garantizar esa necesitada carcasa de calidad y distribución internacional que dote de continuidad al asunto. Evidentemente los elementos se encuentran posicionados allí pero vivimos en la era en la que los pilotos marcan el hype (“Mr. Robot”) y, aunque este primer capítulo nos desvela qué habría pasado si Constantine hubiera sido producida en la televisión por cable, han aparecido las primeras voces discordantes de los fans del material original. ¿Merece o no la pena? ¿Ha cumplido las expectativas o no? ¿Tiene la esencia de los cómics o tratar de encajar en ese ‘envoltorio’ en el que se ha especializado AMC acaba pasando factura? De momento, creo que la mejor opción antes de emitir un juicio definitivo es esperar a tener una visión de conjunto, dejando que esos diez primeros episodios que conforman la primera temporada de “Preacher” dicten sentencia. Dirigido por Evan Goldberg y Seth Rogen y con un libreto de Sam Catlin (Breaking Bad), el primer capítulo funciona como una carta de presentación para que nos olvidemos, de momento, de cualquier gran réplica de una explosión dentro de una iglesia como golpe de efecto final. Las intenciones son otras, ya que el piloto desea dar cierta hondura dramática a Jesse Custer (Dominic Cooper) y aquellos que serán sus compañeros de aventuras: su antigua novia Tulip O'Hare (Ruth Negga) y un vampiro irlandés llamado Cassidy (Joseph Gilgun). Los showrunners no han querido dejar pasar cualquier tipo de hipérbole para presentar de un modo violento y contundente a sus protagonistas y, sobre ese material, se establece un extraño vínculo entre Cassidy, Tulip y Jesse para iniciar sus (des)aventuras.


Pese a que los creadores ya han confirmado que van existir cambios en lo que historia se refiere, los personajes y el tono desean remitirnos a la esencia del material original. Despídanse, pues, de una road-movie en la primera temporada y centrémonos en Annville, Texas, ese pequeño y corrupto pueblo antes de que un cometa que atraviesa el sistema solar se precipite a la Tierra. Entre predicadores, profetas y explosiones sangrientas y espontáneas, descubriremos una extraña presencia que va a recorrer el mundo hasta encontrarse con el predicador de Annville. Después de que la introducción nos transporte a una película de Serie B de los años 50 surge un acercamiento en el fondo y forma al western, que da la impresión de tratar de encontrar una comunión entre el clasicismo y la revisión contemporánea y ultraviolenta de Tarantino del género. De este modo, “Preacher” revela un mundo plagado de suciedad (en el fondo y forma), completamente grotesco y esculpido por el pecado, donde Caraculo (Arseface) podría representar la idea de ese universo desfigurado condenado a la autodestrucción, que bebe de la cultura popular y de supuestos héroes e iconos que forman parte del pasado. Dentro de toda esa contradicción la iglesia y, por extensión, la religión sirve para integrar una historia en la que existen líneas de suspense como descubrir por qué fue ejecutado arrodillado el padre de Jesse, también predicador, delante de él cuando apenas era un niño. También saber algo más del resto de personajes y su pasado para ir esculpiendo esa promesa para que nuestro antihéroe sea de los ‘buenos’ en un mundo plagado de ‘malos’. Esa dicotomía que atrapa al personaje entre el bien y el mal da la impresión de potenciarse con esa presencia ‘celestial’ que habita en su interior, condenándole también a una lucha frente a sus demonios y a su propia naturaleza. El piloto se estructura sobre dos sermones en una iglesia en el que la desidia acaba transformándose en una batalla para vengar a todos los inocentes con los que estamos seguros serán unos medios un tanto inusuales en la pequeña pantalla. ¿Habemus, por lo tanto, serie?


“Preacher” también nos anima a que abramos nuestro corazón (emocionalmente y físicamente) dejando claro que los nuevos ‘poderes’ de Jesse conllevan otro tipo de responsabilidades más oscuras y que presumiblemente van a remitirnos a esa ‘humanidad’ ya divisada en ese vampiro errante. Tal vez al espectáculo le falte, de momento, una cara más satírica pese a esforzarse en hacernos explotar (literalmente) a Tom Cruise como trasfondo jocoso de una historia plagada de delirios fantasiosos y caricaturescos, que propulsen la adicción al otro lado de la pantalla gracias a las violentas acciones de sus protagonistas. Es interesante que Jesse sea una bala perdida al que le veamos lidiar con sus adicciones y oscuridad de su alma, que tenga que sufrir esos actos vandálicos sobre su iglesia que también introduzcan esa esencia políticamente incorrecta, indecente y corrosiva de la religión. Dentro de los márgenes de ese humor y oscuridad, Jesse debe rescontrarse con la fe y ésta va toparse directamente con él, frente a frente, cara a cara. Y hasta aquí podemos leer… o, al menos, nos han querido enseñar de ese insólito evangelio por escribirse. Puede que el piloto de “Preacher” esté condenado a pasar por el filtro de los seguidores incondicionales del trabajo de Garth Ennis y Steve Dillon y que se escuchen todo tipo de voces discordantes, pero la verdad es que los medios estadounidenses pudieron ver los primeros cuatro episodios y, aunque han existido todo tipo de reacciones, la balanza se decanta hacia la versión más positiva y satisfactoria. Tal vez en tiempos en los que Matthew Vaughn y la saga de The Fast and the Furious han marcado la pulpa de la acción visual y echemos en falta el espíritu impuesto en la estupenda Ash vs Evil Dead, pese a que el nuevo espectáculo de AMC bebe bastante de esa satánico grial de influencias de Sam Raimi. Creo que nos queda esperar al final de esta violenta misa (negra) que únicamente ha recitado la décima parte de su primer sermón… pese a que para muchos la primera impresión es la que la vale. Y ahí todo el trabajo pendiente lo tiene ese predicador, obligado a convertir a su nueva creencia a una gran legión de catódicos feligreses.

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