Páginas Bastardas

sábado, 26 de octubre de 2013

Dracula: Sólo hay una manera de calmar mi alma

Serie de TV
Dracula”
EEUU
2013

Sinopsis (Página Oficial):

El ganador del Globo de Oro Jonathan Rhys Meyers (“Los Tudor”) protagoniza este nuevo drama provocador como uno de los personajes más emblemáticos del mundo. Es el siglo XIX y el misterioso Drácula ha llegado a Londres, haciéndose pasar por un empresario estadounidense que quiere acercar la ciencia moderna a la sociedad victoriana. Está especialmente interesado en la nueva tecnología de la electricidad, que promete iluminar la noche —útil para alguien que evita el sol. Pero tiene otra razón para su viaje: espera vengarse de aquellos que lo maldijeron con siglos de inmortalidad antes. Todo parece ir de acuerdo al plan… hasta que se enamora de una mujer que parece ser la reencarnación de su difunta esposa. De los productores de la aclamada por la crítica y exitosa ganadora del Premio Emmy “Downton Abbey” llega “Drácula”, una retorcida, sofisticada y sexy versión de la clásica novela de Bram Stoker…. que demuestra que algunas historias nunca mueren.

Crítica Bastarda:

Se agradece que “Dracula” de la NBC haya decidido apartarse de la onda de True Blood” y “Crónicas Vampíricas” (y su spin-off estrenado recientemente titulado The Originals) para captar a otro tipo de público, aunque no tengamos la vocación exploitation repleta de sexo, sangre y violencia de la ficción de la HBO ni ese eficaz e inquebrantable imán para el público adolescente que suelen proponer la parrilla de The CW. La serie que monopoliza Jonathan Rhys Meyers busca morder tanto en el drama de época como en su vertiente fantástica como parte de ese nuevo exilio furtivo del personaje de la novela de Bram Stoker. Tendremos venganza sobre la Orden del Dragón y una revelación y cliffhanger para otorgar de novedad ese universo de intrigas oscuras dentro la sociedad de la época victoriana: Abraham Van Helsing y Drácula (Alexander Grayson) trabajan juntos. Como si Bela Lugosi quisiera succionar una versión nocturna de “Downton Abbey”, Rhys Meyers luce reverso de “Los Tudor” para satisfacer el tarro de esencias de una serie repleta de formas pero con escaso fondo.


Entre el resarcimiento y el reencuentro del amor perdido para escarbar en el material de Stoker, los intentos sofisticados de resucitar a Vlad el Empalador como antihéroe que de momento asesina a malos tipos —por el crimen y muerte de su amada reencarnada en la figura de Mina Murray (Jessica de Gouw)—, es una proposición que no incomoda pero poco o nada aporta en el territorio catódico actual. Con Xaro Xhoan Daxos de mayordomo y una actitud aristocrática y glamurosa, la sangre va a tejerse de ambientes neogóticos y artes marciales sacadas de una de Paul W.S. Anderson entre niebla y lluvia digital. La tatarabuela de Buffy Summers y una versión de Richelieu son parte de la libertad de escritura para un cosmos tenebroso que incitará a sacar del ataúd del viejo seriéfilo la siguiente recurrente e inmortal cita: «Esta serie hecha para la televisión por cable hubieran quedado mucho mejor». El clasicismo quiere ser más eléctrico y el misterio de una vendetta el motor dramático de una adaptación que bien pudiera acabar en crossover con “The Mummy” de Stephen Sommers en futuribles temporadas… Tiene posibilidades, eso sí… pero, claro, estamos hablando de una maldición llamada NBC y es complicado hablar de futuro. La cadena del pavo real ha relegado su estreno estrella a una fecha cercana a Halloween para captar toda la atención posible y ha obtenido un sólido debut. El avance de la temporada, además, trata de ser lo más sugerente posible lanzándose a los anacrónicas melodías de Depeche Mode y ‘Soothe My Soul’ y ese acertado estribillo que cierra «Sólo hay una manera de calmar mi alma».


No sé si bastará para calmar el alma de muchos seriéfilos o “Dracula” simplemente aspira a ser parte del complemento alimenticio del público de Grimm”. Mis colmillos se quedan atorados y mi sed interior no me dice nada del cuerpo que me venden como jugoso y repleto de vida; no me resulta ni tan sexy ni tan americana como «Dios, las armas o el bourbon». Pero tampoco nada british, pese a que estén involucrados los productores de “Downton Abbey” y el escenario sea un Londres enviciado en el poder de la danbrowniana Orden del Dragón. El potencial de la ficción queda enterrado y oculto esperando alimentarse de una sangre que bien pudiera ser la pasión entre Mina y Alexander o éste último con esa dominatrix llamada Victoria Smurfit… que a nadie le extrañaría que se dijera que esté inspirada en Milla Jovovich en Los Tres mosqueteros”. El conjunto queda demasiado planificado para que sepamos quiénes son víctimas y verdugos y podríamos sentirnos como ese periodista y novio de Mina tomando notas ante el personaje que nos plantea “Dracula”, que en sí define la esencia de la serie: tan visionaria como ilusoria y egocéntrica. Sigo entonando el estribillo de ‘Soothe My Soul’ de Depeche Mode y repitiéndome a mí mismo que «sólo hay una manera de calmar mi alma»… Lamentablemente y al primer bocado me temo que no va a ser con esta adaptación. 

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