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lunes, 12 de agosto de 2013

Dexter (8x07) Dress Code: Posibilidades y Peligros

A la cuenta atrás de “Dexter” proporcionada por Showtime se suma la iniciada por AMC para “Breaking Bad”. Así, si el 22 de septiembre conoceremos el final que se ha ideado para Dexter Morgan, una semana después los últimos pasos de Walter White serán desvelados y dos de los grandes personajes que ha generado la ficción catódica para el Siglo XXI tendrán su cierre definitivo. En ambos casos el final será cerrado y seguramente polémico no contentando a todos los fans, pero muchos huelen un spin-off sobre la serie de Scott Buck que quiere seguir agrandando los beneficios económicos sobre una potencial franquicia. La duda es otra: ¿le interesará al público una serie de esos personajes secundarios que han quedado absorbidos por Dexter Morgan temporada tras temporada? ¿Otro procedimental sobre detectives de policía que ya hemos conocido ganando así la batalla sobre la presentación de los personajes? ¿De verdad que nos interesa un backstory mucho más amplio sobre Quinn, Masuka o Batista? ¿De verdad? Ahora es momento de destripar “Dress Code”, séptimo capítulo de la octava temporada que vuelve a dejarnos sentadas las bases sobre las que orbitarán el series finale de “Dexter”.

La serie se ha estructurado en su temporada final con una bifurcación de posibilidades para Dexter Morgan. En un extremo del camino tenemos el regreso de Hannah McKay marcando su territorio ‘envenenando’, sin consecuencias más allá del desvanecimiento a Debra y Dexter. Y en otro lado de la ruta final establecida Dexter tendrá que inculcar el código a Zach Hamilton como relevo generacional. Podríamos divisar aquí el final sencillo: Dexter se fuga con Hannah y el pequeño Harrison a empezar una nueva vida mientras tutela online los crímenes de su retoño asesino en serie llamado Zach que mantenga a raya a la gente mala. Obviamente nada va a resultar tan sencillo porque el pequeño Zach no es equiparable a ese Dexter que tuvo a Harry Morgan vigilante desde sus pre-adolescencia y que le infundió la primera gran lección: la paciencia extrema. Lamentablemente ni Zach es tan pequeño y ya ha probado el sabor de la sangre asesinando a Norma Rivera, complicando el asunto, mientras que Hannah tiene un nuevo, posesivo y rico esposo que conoce su pasado y le ha dado una nueva vida (y nombre). Para colmo, Debra quiere quitar del medio a esa melena rubia que trae por la calle de la amargura a su hermano asesino en serie… 


Las posibilidades de la serie está claro que son los peligros actuales de Dexter Morgan y la falta de atención sobre Zach, tal y como avecinaba Vogel, puede hacer que una víctima colateral se someta a sus intenciones. La imagen que resumiría la trama y vinculación de Dexter y Zach es Cassie yaciendo muerta en su apartamento y la cara del Sr. Morgan reflejándose sobre el charco de sangre como consecuencia del abandono a su díscolo pupilo. Aunque aquí los guionistas cuentan con un comodín en ese novio interpretado por Darri Ingolfsson queda claro que la no-acreditación de Sam Underwood (Zach Hamilton) más allá del próximo y octavo capítulo (“Are We There Yet?”) deja incuestionable su destino tan rojo como la sangre… La relación de Elway y Debra como la de Masuka y su hija Nikki, necesitada del top-less laboral, siguen mejorando… aunque no nos imaginamos a Nikki siendo la nueva compañera de laboratorio de Masuka y Dexter… ¿Carne para el spin-off? La relación de Quinn y Jamie Batista dando un nuevo paso parar irse a vivir juntos, así como la orden de Tom Matthews al detective de no seguir hostigando a Zach son parte de los quebraderos de cabeza de Angel Batista. “Dexter” y la nula potencia de los secundarios más allá de la interacción con Dexter Morgan siempre ha sido evidente y esta temporada final parece seguir fiel a dichos patrones. Repito por quinta vez: ¿y de verdad creen que nos interesa su spin-off de estos tipos y tipas?


Las intenciones de Hannah con el inicial envenenamiento eran que Dexter matara a su actual, controlador y celoso marido pero ‘love is in the air’… Dexter sigue enamorado y Hannah también: ambos se entendían perfectamente y podían ser realmente aquellos que son sin utilizar máscaras. ¿Están destinados a ser pareja a perpetuidad? Es evidente que en la temporada pasada pudo haber acabado la serie si Debra no se hubiera metido por medio y es relevante que, en el series finale, Dexter tendrá que volver elegir entre sus dos amores en (y con) vida. Que Yvonne Strahovski (Hannah McKay) deje de estar acreditada a partir de “Goodbye Miami” (8x10) y tengamos la presencia de un U.S. Marshall interpretado por Kenny Johnson hasta el final de la serie dejan claras todavía más si cabe sus intenciones. Hannah tiene información vital y Debra no puede entregarla sin revelar los crímenes de su hermano. Sus únicas posibilidades pasan porque Hannah acabe muerta o fugada… Nos inclinamos más por la segunda opción después de ver cómo la rubia asesina a su marido cuando éste trataba de agredirla sexualmente tras mandar dar una paliza a Dexter Morgan. Dexter le ayudará a deshacerse del cuerpo y aquí el Sr. Morgan ha hecho su elección: proteger a Hannah y olvidar a su descarrilado y asesino pupilo, incitando a una despechada Debra a actuar de nuevo sobre la situación y nueva relación de ambos. Que Harrison Morgan prefiera a Hannah sobre Debra deja más relucientes las afiladas posibilidades de un juego de celos y gatas… con tigre por medio que pudiera intentar arañar a alguna de ellas provocando la vivisección de Dexter. “Are We There Yet?” nos seguirá revelando el juego final de la serie…

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