Páginas Bastardas

jueves, 29 de agosto de 2013

The Family Tree: De sangrados y sangrías

“The Family Tree
Director: Vivi Friedman
EEUU
2011

Sinopsis (Página Oficial):

Una madre y esposa es golpeada con la pérdida de la memoria permitiendo a una familia disfuncional, una segunda oportunidad en la armonía y la felicidad.

Crítica Bastarda:

El patriarca, interpretado por Dermot Mulroney, no para de sangrar por su oído cada mañana y, aquí, cualquier sufrido espectador que haya escuchado el recital de bochornosos diálogos que propone “The Family Tree” le entenderá perfectamente. La cinta de Vivi Friedman, en realidad, trata sobre sangrados. De muchos… sangrados. Considerada como una de las peores películas de 2011 por público y crítica, este filme sobre traumas familiares disfuncionales en un intento de intersección y cruce de caminos y ‘sangría’ de “American Beauty” de Sam Mendes, “The Royal Tenenbaums” de Wes Anderson y “Extrañas coincidencias” de David O. Russell con tintes demasiado artificiales de cine indie y unos cameos que no hacen más que instigar al espectador a aquello que hicieron los productores (y si fue con o sin rodilleras) a esos actores y actrices (de cierto caché) para participar en algo tan espantoso… y, sí, sangrante.


Como comedia alternativa e independiente no funciona en ningún momento en sus instantes proclives a las armas de fuego, sus amistades engendradas por el amor a Dios, dramas y pechos laborales, su lectura del sexo lésbico y oral o sus desvaríos y pérdidas de memoria en pleno guión que es repelido magnéticamente por cualquier masa cerebral. Si Christina Hendricks pretendía ganar respeto en la gran pantalla con un personaje de secretaria tetona emulando los peores y más superficiales clichés que podría dejar al espectador más pajillero de Mad Men”…va, desde luego, apañada. No se sabe si Vivi Friedman quiere profundizar en las disfuncionalidades de la familia y la consecuente sátira del american-way-of-life o simplemente es un anuncio de alarmas con tanto descerebrado/a entrado y saliendo de la misma caótica casa de cartón y objeto real de los conflictos de los personajes. Todo es tan trivial como finalmente inofensivo y si es que la intención era realizar una burla de algo, salvo a las neuronas del guionista, podemos confirmar el pestilente resultado.


Podemos intentar reducir la historia hasta su génesis —una familia quebrada con una madre en plena relación extramatrimonial con su vecino que es salvada por la amnesia de la adúltera—, pero comprobaremos que el cliché ha quedado impreso en un nulo guión repleto de salidas milagrosas para trazar un incoherente alegato sobre la fe en la familia como reducto de la salvación. Que el punto de vista y narrador sea ese adolescente fanático religioso, con conatos filogays y amante de las armas de fuego con un sobrenatural talento para el tiro, y tenga su contrapeso en ese cliché de la Lolita salidorra adolescente que conforma su hermana Kelly (Britt Robertson), deja claro que la reiteración de esquemas sobre el ridículo es lo único inspirador de “The Family Tree”. No sé si calificar su desenlace como uno de los eructos de la casualidad o el apaño de guión más cutre del 2011. Todo un sangrando que se hace sangría y que únicamente dejará cierto coágulo para aquellos que vemos Bates Motel con el protagonismo en la cinta de Max Thieriot.

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