Páginas Bastardas

sábado, 13 de julio de 2013

Wilfred (3x05) Shame: Vergüenza

Tengo poca vergüenza, y menos dignidad - todo en nombre de una causa mejor.
A. J. Jacobs

En su primera temporada nos dieron los 13 siguientes pasos:

Primer episodio, “Happiness”, felicidad, segundo “Trust”, confianza, tercero “Fear”, temor, cuarto “Acceptance”, aceptación, quinto “Respect”, respeto, sexto “Conscience”, conciencia, séptimo “Pride”, orgullo, octavo “Anger”, ira, noveno “Compassion”, compasión, décimo “Isolation”, aislamiento, undécimo “Doubt”, duda, duodécimo “Sacrifice”, sacrificio y decimotercero y último “Identity”, identidad.

En su segunda temporada nos dieron otros nuevos

Primer episodio “Progress”, progreso, segundo “Letting Go”, dejarlo estar, tercero “Dignity”, dignidad, cuarto “Guilt”, culpa, quinto “Now”, ahora, sexto “Crontol”, control, séptimo “Avoidance”, evasión, octavo “Truth”, verdad, noveno “Service”, servicio, décimo “Honesty”, honestidad, undécimo “Questions”, preguntas, duodécimo “Resentment”, resentimiento y decimotercero y último “Secrets”, secretos.

Y, ahora, en su tercera temporada:

Primer episodio “Uncertainty”, incertidumbre, segundo “Comfort”, confort, tercero “Suspicion”, sospecha, cuarto “Sincerity”, sinceridad… y quinto “Shame”, vergüenza


“Wilfred” se tomó un descanso semanal y ahora regresa de su manera tradicional después de esos dobles capítulos previos que marcaron un inicio con un bajón tremendo de audiencia. Con todo asentado y el quinto capítulo digerido se puede establecer que la serie se ha consolidado y aprendido de errores previos, aunque sigue fiel a su estilo sin ofrecer capítulos accesibles a todos los paladares. Si la primera temporada nos sirvió de perfecta introducción y la segunda quiso sobre-explicarse en demasiadas ocasiones ahondando en su vertiente psicológica, en esta tercera entrega el pasado quedó en el pasado y la supervivencia se prioriza sobre el resto de situaciones absurdas, que rodean una ficción sobre un hombre que ve al perro de su vecina como un hombre disfrazado de perro.


La situación para Ryan Newman, no obstante, va a ser más desesperante: sin perspectiva de futuro ni dinero. Jenna parece consciente de tal quiebra y quiere ‘ayudar’ pagando a su vecino por los cuidados de su perro. Por vergüenza Ryan declinará y se enfrentará al espejo para ver su fracaso, decidiendo compartir su piso de soltero. Allí aparecerá el perfecto compañero pero sabemos que a Wilfred le va la imperfección y la elegida será la actriz Kristen Schaal (conocida por muchos como la Hazel en 30 Rock). Anne es un caso perdido y Wilfred se siente afín a su olor a comida corporal. Realmente la chica tiene una web en la que otros le pagan por verla comer. ¿Un chollo o el último escalón para descender al infierno personal? Con Wilfred engordando por comer las sobras y boicoteando una entrevista de trabajo para ‘zumbar’ a Anne, vamos a tener situaciones cómicas habituales en la serie trasgrediendo el humor zafio con lo soez.


Ryan acabará explotando y sacando el cuerno del unicornio para mostrar a Anne delante de un espejo anímico y existencial. ¿Son ambos tal para cual o pueden mejorar en sus vidas? Anne lo intenta y fracasa: la vida laboral en cubículos no es lo suyo por encima de ser su propia jefa y sentirse libre. No sabemos aquí si Ryan se replanteará abrir una sucursal de cuidados caninos gracias al uso de marihuana y vicio o la sombra oscura de su padre impide que pueda volver a ejercer como abogado. Está claro que la nueva “Wilfred” es más terrenal que reflexiva aunque conserva su componente catártico en cada capítulo para su protagonista. Con una nueva compañera de piso y superada la vergüenza de reconocer a Jenna su situación económica, puede que la serie ahora sea capaz de asentarse definitivamente para ofrecer otro nuevo recital en el que el mal gusto sirva como elemento redentor y de avance para su protagonista.

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