Páginas Bastardas

lunes, 6 de mayo de 2013

Juego de Tronos (3x06) The Climb: Esa escalera llamada Caos

Game of Thrones” llega al sexto capítulo de su tercera entrega de volúmenes con todos los elementos dispuestos para consolidar su mejor temporada hasta la fecha. Muchos ya sabían que la adaptación de las novelas de George R.R. Martin tendría su peculiar clímax en la recreación de ‘Canción de Hielo y Fuego’ y ‘Tormenta de espadas’ en dos temporadas que se antojan fundamentales para catapultar la serie al Olimpo catódico. La HBO sabe que tiene el artefacto perfecto fan y cualquier noticia sobre los actores que viven (y mueren) en los Siete Reinos y Más Allá del Muro. Este podría ser el caso de la actriz Emilia Clarke a la que conocemos ya por ser Daenerys Targaryen y que participará en la primera película que dirigirá (y también protagonizará) James Franco titulada ‘The Garden of the Last Days’. ¿Y por qué ha interesado tanto la noticia? ¿Tal vez porque Emilia Clarke interpretará a una stripper? Nos desligamos de las noticias que genera “Game of Thrones” para repasar “The Climb” y su anunciada escalada…

Es curioso que Emilia Clarke haya sido noticia esta semana y no tengamos la presencia de Daenerys Targaryen en el capítulo de la presente. ¿Una hábil y premedita percepción del marketing? ¿Aquello que ocurre en Desembarco del Rey y el Muro parece ahora mismo mucho más trascendente a los requerimientos de la propia serie? Posiblemente. Comenzamos con la escapada de Samwell Tarly, que pasa por hacer un fuego para calentarse junto a Gilly y su bebé. ¿Hace algo bien Sam? ¿Sabe hacer algo? Al menos encontró algo en el Puño de los Primeros Hombres. Ese ‘tesoro’ enterrado desde hace miles de años nos los dejan plantado así como que descubrimos lo evidente: Sam no ha hecho nada en su vida… aparte de contar (sobre el Castillo Negro) y cantar (una canción).


En el Norte de Invernalia las dos gatas candidatas a la despellejadora de conejos más rápida de Poniente tienen de nuevo un enfrentamiento verbal. Osha y Meera Reed se pasan todo el día discutiendo y peleando. Bran Stark tendrá que poner orden en el patio del colegió mientras que las visiones de Jojen traerán noticias de Jon Nieve: está en el lado equivocado del Muro y rodeado de enemigos… Algo, que es cierto… en parte, claro. Tormund Matagigantes ha escalado y descendido el Muro en numerosas ocasiones. No así, el resto de tropa donde Jon Nieve y la joven Ygritte son simples números. Obviamente tienen miedo pero Ygritte es más sibilina y lista de lo que pensábamos… Ygritte sabe perfectamente que Jon nunca ha cambiado de bando pero le pide que únicamente sea fiel a una cosa: a ella misma. La dicotomía de la lealtad a la Guardia de la Noche y a Mance Rayder tomará un nuevo giro con ese cambio. Ambos no son nada para sus líderes… pero sí algo para ellos mismos. “The Climb” va a dar mucho protagonismo a la historia de amor de Ygritte y Jon. ¿Lo único real a lo que puede aferrarse antes de caer la pareja? Los salvajes comenzarán una escalada anunciada desde el trailer de la tercera temporada y les veremos a cientos de metros de altura. Ygritte provocará una falla en el Muro y una fisura que generará que decenas de hombres se desplomen. ¿No les ha recordado a Scrat en la saga de Ice Age? Tormund y Orell lucharán por aferrarse a la pareja colgando por debajo de ellos… pero Orell cortará la cuerda para que Jon tenga que ponerse en plan Tom Cruise en Misión imposible: Protocolo Fantasma. Por supuesto salvará a la chica y tendrá recompensa con beso final… pero, por eso mismo, lo dejamos para el final.

Aquí, los seguidores de las novelas podrán dar un golpe sobre su televisor. Los cambios ya sabemos que nunca son recibidos de buena manera por muchos fanáticos(talibanes), pero la economía narrativa de la serie quiere despuntar (y unir) las tramas de Arya Stark, la Hermandad sin Estandartes y Melisandre. El entrenamiento con el arco de Arya su vendetta pendiente frente a Joffrey, Cersei y Ilyn Payne… quedará suspendida con la aparición de la sacerdotisa. Thoros de Myr y Melisandre conversaran en Alto Valyrio y la misión para convertir el Rey Robert en Señor de la Luz tendrá dos giros: Melisandre queda atónita con el número de resurrecciones de Lord Beric Dondarrion e incluso el propio Thoros, que vio por primera vez respondidas sus plegarias y palabras ancestrales. La devoción al Señor de la Luz es absoluta por parte de Throros y la Hermandad sin Estandartes necesita oro… Una mezcla de las anteriores premisas provocarán que obviamente se revele que Melisandre (and God) necesiten a Gendry. Unos sacos de oro ratificarán el intercambio y, digámoslo, traición en toda regla. Arya no está conforme y se enfrentará a Melisandre a la que llamará bruja. Melisandre mira profundamente a los ojos de Arya y sienta la oscuridad de la niña. Aunque pronostica un nuevo encuentro de ambas en el futuro le faltó soltar un rollo en plan: «El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Percibo mucho miedo en ti».


Theon Greyjoy deberá sufrir… más. ¿Quién será su verdugo? ¿Por qué juega con él? Mientras que pela la piel de su dedo meñique llevará a cabo un pernicioso juego para saber quién es… Theon cree que es el hijo de Rickard Karstark y lo retienen en Karhold. El niño torturador afirma cada uno de los detalles para que la esperanza de Theon emerja y derribarla indicando que estaba mintiendo en todo. El dedo meñique será mutilado y Theon seguirá sin saber quién le está torturando realmente. Bueno, le quedan nueve oportunidades… ¿no?

Brienne de Tarth ya es una Lady y la cena con Jaime Lannister y Roose Bolton en Harrenhal nos mostrará el destino inmediato de la pareja. Jaime negocia su regreso a Desembarco del Rey y Bolton lo ve factible y beneficioso… Otra cuestión es que la misión de Brienne sea practicable: es cómplice de traición y será devuelta al Rey en el Norte con un destino más negro que el muñón de Jaime.

Robb Stark se reunirá con los emisarios de Lord Walder Frey, su hijo Lothar Frey y su bastardo Black Walder. Aparte de exigir Harrenhal una vez que la guerra concluya también quieren que Edmure Tully se case con su hermana Roslin. Edmure no está demasiado conforme con casarse si antes no ve a la novia. Sabe que tiene 19 años… y ya está. Para Robb es importantísima la boda ya que se ha convertido en una necesidad estratégica y sin los hombres de Frey no podrá ganar la guerra… pese a que ha ganado todas sus batallas. Hijo, las guerras se ganan muchas veces en los pequeños detalles y tus ‘pequeñas’ decisiones erróneas te están catapultando a esa ‘perdición’ de la que tanto hablas.


Lord Tywin Lannister y Lady Olenna Tyrell tendrán su particular careo. La boda de Cersei y Ser Loras no es del agrado de la condesa viuda de Grantham de “Juego de Tronos”. La homosexualidad y el incesto serán puestos sobre la mesa y también la amenaza de nombrar a Loras parte de la Guardia Real que garantizará la muerte del linaje de los Tyrell. Acorralada, Lady Olenna tendrá que romper la pluma para comprobar que Tywin es implacable y despiadado. Las repercusiones son claras: Sansa Stark dejará de soñar con su boda con Loras y tendrá que llorar su casamiento con Tyrion… Cersei también llevará su pesar por su futura boda con Loras y en ese punto ambos hermanos encontrarán un punto en común para sincerarse. Cersei indica que fue la lealtad familiar aquella que inspiró su investigación sobre los Tyrell y admite que Tyrion les salvó en la batalla de Blackwater. Tyrion, además, sabrá que su hermana no está detrás de su intento de asesinato sino el propio Joffrey. Con su padre en Desembarco del Rey está, de momento, a salvo de que su sobrino sádico continúe con su venganza y atente de nuevo contra su vida… aunque sabe que está condenado. Condenado como ese enfrentamiento en el Salón del Trono de Hierro por parte de Varys y Meñique. Ambos han jugado pero Meñique ha salido vencedor frustrando el plan de Varys, dejando a Ros a merced de la ballesta y sadismo de Joffrey y a Meñique más cerca de sus objetivos dejando a Sansa llorando viendo partir su barco con destino al Nido de Águilas. Su monólogo final dotando de una macabra banda sonora a la secuencia de montaje final no tiene desperdicio:

El caos no es una fosa. Es una escalera. Muchos que intentan escalarla fallan y nunca pueden volver a intentarlo. La caída los rompe. Y algunos se les otorga la posibilidad de escalar… pero rehúsan. Se aferran al reino o a los dioses… o al amor. Ilusiones. Solo la escalera es real. Escalar es todo lo que queda.

Los amantes ‘de Teruel’ también escalaron y llegaron a la cima… contemplaran el reino que se despliega en el cielo y a sus pies. ¿Tonta ella y tonta él? Se besaran apasionadamente en una secuencia fastuosa y potita. ¡BIBA el CGI! ¡BIBA! ¡BIBA “Juego de Tronos”! ¡BIBA!

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