Páginas Bastardas

viernes, 12 de octubre de 2012

Todo sobre el cuarto programa de ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo… tróspido?’

“¿Quién quiere casarse con mi hijo?” AKA “QQCCMH” AKA “¿Quién quiere casarse con mi hijo tróspido?” se ha confirmado como fenómeno social y por supuesto tróspido. Es el perfecto arrebato cómico potenciado por la no voluntariedad de una excelente Luján Argüelles y un acompañamiento sonoro-musical condenado al reverso chanante. No hay un programa con la capacidad de conseguir que la audiencia se deslice por las alfombras y suelos, por los adoquines y parquet, por las tarimas flotantes… para que sus entrañas se revuelvan entre sus incontrolables espasmos. Como suele ser habitual el hashtag oficial #QQCCMH4 convivió con su vertiente tróspida gracias a #trospidismo, pero en esta ocasión venció por goleada. Es el momento de repasar todo lo ocurrido durante las inenarrables aventuras de cuatro madres y sus respetivos retoños en busca del amor. Bueno, no lo llames amor…llámalo SEXO.

Altea, Valdoviño, Almansa, Bollullos y Sevilla son escenarios para hijos y candidatas/os. Mientras que las madres investigan trapos sucios dejan los hogares libres para locuras tróspidas. Giros como vueltas de candidatas expulsadas y expulsiones de candidatas revueltas se imponen como nueva vertiente choni-dramática. En la cuarta entrega del docurreality que emite Cuatro llega el momento de la verdad y de las decisiones, de crossovers y almas resucitadas desde los infiernos. Los deseos sexuales y el descontrol quedan invocados para que el flipe el personal y lo que no es personal. Con las madres fueras… los hijos se revolucionan y la trospidez, por supuesto, emerge.


Isidoro y Dolores siguen con sus aventuras almodovarianas en Almansa entre descubrimientos con reuniones paternas y citas… con botellón. ¡Qué glamour! El chonismo empieza a configurar los valores de la risa más diabólica de la televisión y para colmo aparece en escena el padre motero de Isidoro. ¡Ahora comprendemos todo aquello de la risa! Alexandra, Rebeca y Natalia se ven sorprendidas por la buena nueva y la nueva buena: Dolores ha decidido rescatar a Yolanda mientras los espectadores intentamos comprender los entresijos y entre-entrañas de la familia de este tróspido ecosistema. Isidoro lo tiene claro: quiero un trío… aunque Alexandra, Rebeca y Natalia flipan con la cal y arena que les proporciona su príncipe-choni-tendero-de-rastrillo-azul. Isidoro, además, no conecta para nada con Yolanda ni sus preferencias a Visby y Gotland de “Pipi Calzaslargas”… ¡A la calle… de nuevo! Pero Yolanda se despide de Dolores con un presente… Un presente que ya le encanta… ¡Y NO LO HA ABIERTO! Trospidez total, aunque lo que más llama la atención es ver la reconversión de Yolanda. Vean este vídeo:



Gabi y Toñi confirman que las cosas de palacio van directas al pirofilacio. Jia Liu es la asesora zen de Toñi y descubren ambientes cutres en visitas abortadas en telefonillos undergrounds. Su madre, la Cersei Lannister de la costa, repesca a la pelandrusca-pero-internacional de Ruxandra que consigue en la disco llamar la atención del Míster Albacete 2009. Selene monta un número brutal lanzando la cubitera y chorreando bilis, licor y wáter-without-gas en un ataque de ira. Aunque pide perdón… Toñi no soporta las imágenes. Tampoco que Priscila se colara en su habitación y hurgara en sus cosas. Toñi impone finalmente que Selene sea la expulsada. ¡Lanzadoras de cubiteras NO, gracias! Se va con el corazón roto… mientras que Priscila, Ruxandra y la niña operada de cuyo nombre no puedo acordarme continúan en el castillo.


Pedriño y Mary al principio sorprendieron y ahora mismo es la trama más aburrida. Tal vez por ello Valdoviño se ha desmelenado ante la ausencia maternal. Pedriño sigue siendo un crío con parafilias y deseos oscuros que ahora tiene tres machos at home. El problema es que su madre, corticoide sexual, ha impuesto la ley del convento y del pito-dentro. Pedriño no es más que una monja gay que desean que le despedace un tiburón empezando por las patitas. Mientras que Mary descubre la vocación de actor porno de Manuel, llegaron los bailes como ‘el caminito que lleva a Belén o Sabrosón’… Gays locas envidiosas, lloros cubanos y frases como la que se marca Giordis: «De los tres, Pedrino fue la más zorra». Lo que tiene que hacer el programa es ponerles lo que están haciendo el resto de concursantes: F-O-R-N-I-C-A-R. Entre monjas gays y ‘maricones machistas’, Pedriño vive atrapado en su infancia y momentos Pimpinelas. Mary revela a su hijo lo que es culo y lo que no es culo de Manuel. Pedriño tampoco es tonto y decide quedarse con los tres maromos que dispone a su alcance para saciar sus deseos voyeurs. Ángel, el perfecto perfilado camionero, avanza posiciones en el baño mientras que Manuel arremete en el colchón… Giordis empapa sus mejillas de lágrimas cubanas.


Luis Carlos y Álvaro y Paqui en Bollullos han protagonizado los momentos más tróspido-melo-dramáticos de “¿Quién quiere casarse con mi hijo?”. Uno no sabe ni jugar al tetris y el otro no para de llorar. ¿O es el mismo? El programa sigue poniéndonos sus nombres pero yo no me entero. Tal vez mi subconsciente se niega a comprender los conglomerados emocionales que mezclan sexo, amor y pasión a lenguas y partes iguales. Que suene ‘Stay’ de Shakespear's Sister demuestra nuevamente el buen gusto musical de los responsables técnicos y artísticos de docurreality, aunque cada vez parezca todo más manipulado. En este programa hemos tenido un crossover con Isabel y Javi de Sevilla. ¿De verdad que fue casualidad?


Lucía, la actriz porno, no dudo en pasar la lengua por uno de los mellizos mientras que Javi se llevaba a Sara a un reservado. La ‘ligerez’ de bragas aumenta e Isabel se preocupa al descubrir que una futura nuera puede ser pepera. Pero se convierte, finalmente, en el menor de sus problemas. Como bien dice una candidata todo lo que ocurre últimamente no se ha visto ni en “Cuarto Mileno”. Los encuentros en la 69 fase explotan con el regreso de la imprescindible Elena y su cabra-peluche-disfrazada-con-piel-de-oveja-o-yo-qué-sé. Se develan portadas de Interviú, paquetones encerrados en tangas chillones, el pasado de Miriam… Mientras que Ana es fulminada ante la incomprensión y lloros del lilas de Álvaro, la repesca de Rocío provoca que Lucía y su lengua se vayan por donde amargan los pepinillos no sin antes recordar el machismo de la propia Isabel. ¿'Blasfemearán' las ovejas eléctricas con androides tróspidos en el próximo programa?

2 comentarios:

  1. Me siento tróspido y friki de cojones al corregir esto pero creo que precisamente sí puedes acordarte del nombre de la niña operada, ¡ES PATRICIA! Tu "Patricia" es en realidad "Priscilla".
    Guau, ya me siento realizado.

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    Respuestas
    1. It´s true!

      Corregido y muchas gracias! ;)
      Soy muy malo para los nombres... :O
      El próximo post prometo cambiar todos los nombres como anzuelo al friquismo. ¡BiBA!

      Saludos y gracias por el comentario!

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