Páginas Bastardas

martes, 9 de octubre de 2012

Katy Perry. Part of Me: California Dreams Chanante Tour

“Katy Perry: Part of Me
EEUU
Directores: Dan Cutforth y Jane Lipsitz
2012

Sinopsis (Página Oficial):

Película en 3D centrada en los conciertos de la última gira de Katy Perry que revelará imágenes inéditas tanto dentro como fuera del escenario. Perry ha recopilado imágenes de las 124 actuaciones musicales que ha llevado a cabo durante la gira California Dreams Tour, en un filme dirigido por Jane Lipsitz y Dan Cutforth.

Crítica Bastarda:

Todavía sigo recordando (y riéndome) del chiste de Ted sobre Katy Perry cuando Mark Wahlberg sube a un escenario para hacer gallos y desafinar… Otra cuestión es reírse (o llorar) viendo que los primeros 26 votos de Filmaffinty sitúan este documental sobre la cantante de Santa Bárbara como la mejor película del año… y, claro, llega el bastardo nuevamente como contrapunto y para recordar que en Imdb no llega al aprobado. “Katy Perry: Part of Me” arranca con declaraciones de marginados sociales. Parece que si eres discriminado por la sociedad te tiene que gustar ‘Fireworks’ y sacar pecho para tener tu momento de fuegos artificiales a lo “Mazinger Z”… Personalmente, y aparte de disfrutar de algunos singles y de la ‘pechonalidad’ de la Perry, no sé lo que quiere ser esta chica: ¿Un hada? ¿Una heroína de dibujos animados hecha de carne y hueso con un pelucón hortera y vestuario que no pondría ni Agatha Ruíz de la Prada? Katy se repasa la axila y el refajo, se embute en trajes con molinillos hechos pezón, con pelucas de prostíbulo en plena semana manga y levanta el micro para ascender de los infiernos…


Actuar frente a miles de personas es complicado. Nos recuerdan sus sueños a los nueve años cumplidos en la actualidad: estar en un escenario con un vestuario brillante y escuchar a miles de personas con el corazón lleno de esperanza y felicidad… Entre el histerismo y el hervor en plena cocción, el documental nos revela que la ‘perry’ de la Perry vive atrapada en el episodio más gay de “Glee” y el delirio pop de “Charlie y la fábrica de chocolate”. Ser diva del pop es muy sufrido: Katy descubre que si estás embarazada ¡el bebé se mueve…! Nos recuerdan constantemente que es una chica normal que se convirtió en una estrella del pop y su conflicto en este imprescindible documento (para las torturas en Guantánamo) es saber si… ¿sobrevivirá a una gira tan larga? Y el nuestro es… ¿sobreviremos a una película que parecía tan ‘corta’ en todos los sentidos?


La fama ahora se mide en Twitter, Myspace y Facebook y en alcanzar récords de ventas. No es nuevo… pero lo interesante es el backstage: el estilista vive gracias a ella, el maquillador vive gracias a ella, la asistente personal vive gracias a ella… y todos viven con ella, claro. Luego el documental se transforma en un cruce de “Jesus Camp: soldado de Dios” y “Hannah Montana” y nos revelan que fue torturada de pequeña viendo “Sister Act 2: de vuelta al convento” y prohibiéndola ver la primera parte… Sus padres no la querían ver en la MTV enseñando escote… Pero decir de esta agua no beberé y este cura no es mi padre en el Siglo XXI es como afirmar que no vas a ver Telecinco y estar poniendo a parir por twitter el Sálvame. Los días van pasando, la gira continúa… y llegamos al lado musical: Katy está muy implicada en el show subiendo y bajando nubes del escenario mientras que la gente se mea… cuando le dicen que va a subir al mismo. Salen Adele, Rihanna, Lady Gaga (bueno, un sombrero y algo detrás que parece Lady Gaga), Justin Bieber… y un largo etcétera que se completa con Rusell Brand y su historia de amor y divorcio. Si en Justin Bieber: Never Say Neveruna afonía puede poner el peligro el concierto clave, aquí es el cansancio producido por una gira-embarazo y la crisis personal y pasional. ¿Sentimos el dolor de la diva o la peor interpretación vista en una pantalla? “Katy Perry: Part of Me”, aparte de ser un chorreo de MEMEs y producir que tus intestinos salgan por tus narices por los continuados ataques de risa, demuestra la ironía del mainstream: el mejor momento musical del documental de Katy Perry es cuando se escucha ‘Midnight City’ de M83. Era difícil superar a los documentales chanantes de Bieber, pero recordemos que Katy es una mujer de récords…


Spoiler: al final del documental hay una eyaculación masiva de la Perry en un claro homenaje a “Los sexoadictos”. Actitud y show que aprueba su abuela a la que regaló la chaqueta oficial de la gira hecha de satín e ideal para ir a hacer la compra al Metadona… de la calle Montera, claro.

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